Papa: la sombra del conflicto entre EEUU e Irán, en la mirada de Francisco sobre el 2020
Hubo más sombras que luces en el discurso dirigido al cuerpo diplomático. Resulta preocupante la situación en Libia, Yemen y Siria, pero también el terrorismo en África. El “gran cementerio” del Mediterráneo y el tráfico de seres humanos. Las “graves heridas” de los abusos sexuales. La sensibilidad de los jóvenes por la ecología. El Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz mundial y la Convivencia Común, firmando con el Gran Imán de Al Azhar.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Hay más sombras que luces en la mirada del Papa Francisco sobre el mundo al iniciarse el 2020, comenzando por las tensiones que rigen entre Irán y los Estados Unidos, que podrían “crear las bases de un conflicto a mayor escala”. El encuentro con los diplomáticos acreditados en el Vaticano (son 183 los Estados que actualmente mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, y a estos hay que sumar la Unión Europea y la Orden de Malta) para la presentación de los saludos por el nuevo año suele ser para los Papas la ocasión para brindar un panorama de la situación mundial desde el punto de vista de la Santa Sede. Una mirada marcada por la “esperanza” y el “realismo”.
Las preocupaciones de Francisco, si nos detenemos en el Oriente Medio, son el “manto de silencio que intenta cubrir la guerra que ha destruido Siria durante este decenio”; Yemen, “que vive una de las más graves crisis humanitarias de la historia reciente, en un clima de indiferencia general por parte de la Comunidad internacional”, y Libia, “que desde hace muchos años experimenta una situación de conflicto, agravada por las incursiones de grupos extremistas y una nueva escalada de violencia en los últimos días”. Todas realidades que son “terreno fértil para el flagelo de la explotación y del tráfico de seres humanos, que es alimentado por personas carentes de escrúpulos, que explotan la pobreza y el sufrimiento de los que huyen de situaciones de conflicto o de la pobreza extrema. Entre estos, muchos terminan presa de auténticas mafias que los retienen en condiciones deshumanas y degradantes, y los hacen objeto de torturas, violencias sexuales, extorsiones.”. Personas para las cuales debe plantearse la cuestión de la acogida, mientras “se continúa constatando con dolor que el mar Mediterráneo sigue siendo un gran cementerio”.
Pero además de las situaciones de violencia, en el pensamiento del Papa también está presente, como es natural, la Tierra Santa, junto con el reclamo a “recordar la urgencia de que la Comunidad internacional entera, con valentía y sinceridad, y en el respeto del derecho internacional, confirme de nuevo su compromiso de sostener el proceso de paz israelí-palestino”.
En el Oriente Medio se destaca el hecho, absolutamente positivo, del Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz mundial y la Convivencia común, firmado durante el viaje a los Emiratos Árabes Unidos, con el Gran Imán de Al Azhar, Ahmad al-Tayyib. “Se trata de un texto importante, dirigido a favorecer la mutua comprensión entre cristianos y musulmanes, y la convivencia en sociedades cada vez más multiétnicas y multiculturales, ya que en la firme condena del uso del «nombre de Dios para justificar actos de homicidio, exilio, terrorismo y opresión», recuerda la importancia del concepto de ciudadanía, que «se basa en la igualdad de derechos y deberes bajo cuya protección todos disfrutan de la justicia». Esto exige el respeto de la libertad religiosa y que haya un compromiso para renunciar al uso discriminatorio de la palabra minorías, que trae consigo las semillas del sentirse aislados y de la inferioridad, y prepara el terreno para la hostilidad y la discordia, excluyendo a los ciudadanos en base a su pertenencia religiosa”.
“Paz y esperanza estuvieron también en el centro de mi visita a Marruecos, donde firmé con Su Majestad el Rey Mohamed VI un llamamiento conjunto”(...) «reconociendo la singularidad y la sacralidad de Jerusalén”.
En lo que respecta a las situaciones regionales, Francisco solicita a la comunidad internacional “sostener los esfuerzos” que Burkina Faso, Mali, Niger y Nigeria, llevan adelante en la lucha para derrotar el flagelo del terrorismo. También preocupan “las polarizaciones, cada vez más fuertes” que hieren a los pueblos de América Latina, con una mención particular de Venezuela.
Por el contrario, las cuestiones ligadas a la ecología y a las armas nucleares son de dimensiones mundiales.
La emergencia climática, constata el Papa, es particularmente sentida por los jóvenes. “Ellos nos reclaman la urgencia de una conversión ecológica”, que «debe entenderse de manera integral, como una transformación de las relaciones que tenemos con nuestros hermanos y hermanas, con los otros seres vivos, con la creación en su variedad tan rica, con el Creador que es el origen de toda vida»”. “Lamentablemente, la urgencia de esta conversión ecológica parece no ser acogida por la política internacional”, como queda demostrado por la respuesta “todavía muy débil y fuente de gran preocupación”, La XXV Sesión de la Conferencia de los Estados Parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), celebrada en Madrid el pasado mes de diciembre, representa una seria llamada de atención sobre la voluntad de la Comunidad internacional para afrontar con sabiduría y eficacia el fenómeno del calentamiento global, que requiere una respuesta colectiva, capaz de hacer prevalecer el bien común sobre los intereses particulares”.
Al referirse a los jóvenes, además de destacar su sensibilidad ambiental, Francisco también subraya que, con ocasión de la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud, en Panamá, había “jóvenes provenientes de los cinco continentes, llenos de sueños y esperanzas, reunidos allí para rezar y reavivar el deseo y el compromiso de crear un mundo más humano[3]. Encontrar a los jóvenes es siempre una alegría y una gran motivación. Ellos son el futuro y la esperanza de nuestras sociedades, y también el presente. Sin embargo, como es tristemente conocido, no pocos adultos, entre los que se cuentan varios miembros del clero, fueron responsables de delitos gravísimos contra la dignidad de los jóvenes, niños y adolescentes, violando su inocencia y su intimidad”. “Ante heridas tan graves, resulta todavía más urgente que los adultos no depongan la tarea educativa que les compete, más aún, que se hagan cargo de dicho compromiso con mayor dedicación, para conducir a los jóvenes a la madurez espiritual, humana y social. Por esta razón, deseo promover un evento mundial el próximo 14 de mayo, que tendrá como tema: Reconstruir el pacto educativo global. Se trata de un encuentro dirigido a «reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión. ”. Que contrastan con “el lenguaje del odio difusamente utilizado en Internet y en los medios de comunicación social”.
En cuanto a las armas nucleares, el viaje a Japón ha sido la ocasión para Francisco de escuchar a algunos sobrevivientes al bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki. “Su testimonio despierta y preserva de esta manera el recuerdo de las víctimas, para que la conciencia humana se fortalezca cada vez más contra todo deseo de dominación y destrucción»[22], especialmente la ocasionada por artefactos con tan alto potencial destructivo, como las armas nucleares. Estas no sólo favorecen un clima de miedo, desconfianza y hostilidad, sino que destruyen la esperanza. Su uso es inmoral, «un crimen, no sólo contra el hombre y su dignidad sino contra toda posibilidad de futuro en nuestra casa común». Un mundo «sin armas nucleares es posible y necesario»”.
Por último habló de Europa, partiendo del proyecto comunitario. “Se trata de un interés que busca subrayar una idea de construcción inclusiva, que está animada por un espíritu participativo y solidario, capaz de hacer de Europa un ejemplo de acogida y de equidad social en el signo de aquellos valores comunes que la sostienen. El proyecto europeo continúa siendo una garantía fundamental de desarrollo para quien forma parte de él desde hace tiempo y una oportunidad de paz, después de turbulentos conflictos y lesiones, para aquellos países que aspiran a participar. Que Europa no pierda, por tanto, el sentido de solidaridad que desde hace siglos la ha caracterizado, incluso en los momentos más difíciles de su historia. Que no pierda aquel espíritu que hunde sus raíces, entre otros, en la pietas romana y en la caritas cristiana, que tan bien describen el ánimo de los pueblos europeos”.
Finalmente, el pontífice aludió al septuagésimo aniversario de la proclamación de la Asunción de María, que se celebra este año y que lo impulsó a “dirigir un recuerdo particular a todas las mujeres, 25 años después de la IV Conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre la mujer, que se celebró en Pekín en 1995, deseando que en todo el mundo se reconozca siempre más el precioso papel de las mujeres en la sociedad y cese cualquier forma de injusticia, desigualdad y violencia contra ellas. « Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios»[26]. Ejercer violencia contra una mujer o explotarla no es un simple delito, es un crimen que destruye la armonía, la poesía y la belleza que Dios quiso dar al mundo”. (FP)
17/12/2016 13:14
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