26/07/2015, 00.00
VATICANO-SIRIA
Enviar a un amigo

Papa: Urgente pedido por la liberación del p. Dall´Oglio, raptado hace 2 años en Siria

El Papa Francisco en el Ángelus recuerda al sacerdote jesuita, a los 2 obispos ortodoxos y a todos los raptados, por los cuales hace recitar un Ave María a los presentes. En presencia de 2 jóvenes, abre las inscripciones a la JMJ de Cracovia y se inscribe con una Tablet. Comentando el Evangelio de hoy: “¿Quién de nosotros tiene sus “5 panes y dos pescados”? Si estamos dispuestos a ponernos en manos del Señor, eso bastaría para que en el mundo haya un poco más de amor”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Un “fuerte y urgente pedido” para la liberación del p. Paolo Dall´Oglio, raptado en Siria hace 2 años, fue hecho por el Papa Francisco después de la plegaria del Ángelus de hoy, delante de decenas de miles de peregrinos.

El p. Dall´Oglio, jesuita, que el pontífice definió como un “estimado religioso”, vivió en Siria por muchos años, donde refundó la comunidad monástica de Mar Musa. Comprometido el diálogo islámico-cristiano, él a menudo criticó al régimen de Assad y apreció la primavera árabe siria. A causa de esto fue expulsado de Siria en el año 2012. Volvió a una zona bajo el control de los rebeldes, fue raptado el 29 de julio de 2013, quizás por grupos ligados a Al-Nusra y a al-Qaeda.

La guerra y la ilegalidad difundida hacen que los raptos- por motivos ideológicos o económicos- sean muy comunes en Siria. Entre las víctimas hay 2 obispos ortodoxos: el metropolita Boulos Yazigi (de la Iglesia ortodoxa de Antioquía) y el metropolita Mar Gregorios Youhanna Ibhrahim (de la iglesia siro-ortodoxa) raptados en abril de 2013. A éstos se agregan una decena de sacerdotes.

.Después del pedido por el p. Dall´Oglio, Francisco recordó también a ellos: “No puedo olvidar- dijo- también a los Obispos Ortodoxos raptados en Siria y a todas las otras personas que, en las zonas de conflicto, fueron secuestradas. Deseo el renovado compromiso de las competentes autoridades locales e internacionales, para que a estos hermanos nuestros se les devuelva la libertad prontamente. Con afecto y participación a sus sufrimientos, queremos recordarlos en la oración”. Y aquí recitó un Ave maría, seguido por todos los presentes.  

Jesús, pan de vida donado

Precedentemente el pontífice había comentado el Evangelio de la misa de hoy, sobre la multiplicación de los panes y de los pescados según el Evangelio de Juan (Jn 6, 1-15). El Papa recuerda que delante “de una gran multitud”, “Felipe, uno de los Doce, hace una rápida cuenta: organizando una colecta, se podrán recoger al máximo 200 denarios para comprar el pan, que igualmente no bastarían para quitar el hambre a 5 mil personas”.

“Los discípulos- agregó- razonan en términos de “mercado”, pero Jesús a la lógica del comprar la substituye por la del dar. Y he aquí que Andrés, otro de los Apóstoles, hermano de Simón Pedro, le presenta a un jovencito que pone a disposición todos lo que tiene: 5 panes y 2 pescados; ciertamente- dice Andrés- son nada para esta multitud (Cfr. V. 9). Pero Jesús esperaba justo esto”.

Y después de haber explicado que “el pan de Dios es Jesús mismo”, el pontífice saca algunas conclusiones: “Haciendo la Comunión con Él, recibimos su vida  en nosotros y nos convertimos en hijos del Padre celestial y hermanos entre nosotros. Participar de la Eucaristía significa entrar en la lógica de Jesús, la lógica de la gratuidad, del compartir. Y por cuánto seamos pobres, todos podemos donar algo”.

“Jesús sacia no sólo el hambre material, sino aquel más profundo, el hambre del sentido de la vida, el hambre de Dios. Frente al sufrimiento, a la soledad, a la pobreza y a las dificultades de tanta gente, ¿qué podemos hacer nosotros? Lamentarse no resuelve nada, pero podemos ofrecer aquel poco que tenemos. Seguramente tenemos alguna hora de tiempo, algún talento, alguna competencia… ¿Quién no tiene sus “cinco panes y dos pescados”? Si estamos dispuestos a ponerlos en las manos de Dios, bastará para que en el mundo haya un poco más de amor, de paz, de justicia y de alegría. Dios es capaz de multiplicar nuestros pequeños gestos de solidaridad y hacernos partícipes de su don”.

“Nuestra oración- concluyó- sostenga el común compromiso para que no falte jamás a ninguno el Pan del cielo que dona la vida eterna y los necesario para una vida digna y se afirme la lógica del compartir y del amor. La Virgen María nos acompañe con su maternal intercesión”.

Peregrino a Cracovia para la JMJ

Después de la oración mariana, Francisco quiso inscribirse públicamente como peregrino a la Jornada mundial de la Juventud (JMJ) que se desarrollará el próximo año en Cracovia (Polonia). Para las inscripciones- que se abren hoy en el sito oficial- el Papa “hice llegar aquí conmigo a un muchacho y una muchacha”. Dos jóvenes aparecieron al lado del pontífice (v. foto) y el Papa, digitando sobre una Tablet, se inscribió a la JMJ.

Francisco explicó que la JMJ de 2016 celebrada durante el Año de la Misericordia… será en un cierto sentido, un jubileo de la juventud, llamada a reflexionar sobre el tema “Beatos los misericordiosos, porque encontrarán misericordia” (Mt 5,7). Invitó a los jóvenes de todo el mundo a vivir esta peregrinación, ya sea yendo a Cracovia ya sea participando de este momento de gracia en las propias comunidades”.

 

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Nuncio en Damasco: el silencio sobre el P. Dall’Oglio y los más de 100.000 desaparecidos en el conflicto sirio
29/07/2020 14:48
P. Dall’Oglio: a seis años de la desaparición, los cristianos sirios piden oración y la verdad
29/07/2019 15:43
P. Dall’Oglio: el sacrificio ‘extremo’ de un testigo ‘radical’ de Cristo, puente hacia el islam
09/11/2018 17:03
Papa: Jóvenes, sean protagonistas de la historia, siguiendo a Jesús "el Señor del riesgo"
30/07/2016 22:43
“No cedáis al miedo” es el llamamiento que los jóvenes iraquíes hacen a Francia
27/07/2016 17:56


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”