20/09/2019, 15.39
VATICANO
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Papa: Que los obispos estén cerca de Dios, de sus sacerdotes, entre ellos y finalmente, del pueblo de Dios

Se invita al pueblo de Dios a rezar para que obispos y sacerdotes tengan estas cercanías, “por vuestros dirigentes”, “aquellos que los conducen por el camino de la salvación”. 

 

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Que los obispos esté cerca de Dios, de sus sacerdotes, entre ellos y por último, del pueblo de Dios. Lo dijo Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, al comentar la primera y segunda lecturas de la Carta de San Pablo a Timoteo. 

Ayer, el tema central a que estos consejos iban dirigidos era la exhortación a no descuidar el “ministerio como don”. Hoy, el núcleo de la reflexión fue el dinero, pero también el chismorreo, “las habladurías, las conversaciones estúpidas”: son todas cosas que debilitan la vida ministerial. “Cuando un ministro -sea sacerdote, diácono u obispo- comienza a apegarse al dinero”, se une a la raíz de todos los males, subrayó el Papa, refiriéndose a la Lectura de hoy, en la cual San Pablo recuerda que la avidez de dinero es la raíz de todos los males (1 Tm 6,2c-12). “El diablo entra por el bolsillo”, decían las abuelas de mi época”, dijo nuevamente Francisco. 

En las cartas de San Pablo a Timoteo y a todos los ministros, el apóstol dice que se llama a estar cerca, no solo a los obispos, sino también a los sacerdotes y diáconos. Son cuatro las “cercanías” que el Papa señaló. Ante todo, el obispo, “es un hombre que está cerca de Dios”. Cuando los apóstoles -para servir mejor a viudas y huérfanos - “inventaron” los diáconos, para explicarlo, Pedro afirma que “a nosotros”, es decir, a los apóstoles, toca “la oración y el anuncio de la Palabra”. “La primera tarea de un obispo” es, por tanto, rezar: “otorga la fuerza” y también despierta “la conciencia de este don, que no debemos descuidar, que es el ministerio”. 

La segunda cercanía es aquella con sus sacerdotes y diáconos, sus colaboradores, que son los cercanos más próximos. “Tú debes amar antes a quien está más próximo, que son tus sacerdotes y tus diáconos”. “Es triste cuando un obispo se olvida de sus sacerdotes. Es triste sentir quejas de sacerdotes que te dicen: ‘He llamado al obispo, necesito una entrevista para decirle algo, y la secretaria me ha dicho que tiene la agenda completa hasta dentro de tres meses…’. Un obispo que siente esta cercanía con los sacerdotes, si ve que un sacerdote lo llamó hoy, como máximo mañana debiera llamarlo, porque él tiene derecho a conocer, a saber que tiene un padre. Cercanía con los sacerdotes. Y los sacerdotes, que vivan la cercanía entre ellos, no las divisiones. El diablo entra por el presbiterio, para dividir”.

En efecto, así comienzan los grupos pequeños que “dividen por ideologías”, “por simpatías”. La tercera cercanía, entonces, es la de los sacerdotes entre ellos, en tanto la cuarta es aquella con el pueblo de Dios. “En la segunda Carta, Pablo comienza diciendo a Timoteo que no se olvide de su mamá y de su abuela, es decir, no olvidarse de dónde salió, de dónde te sacó el Señor”. ¡No olvidarte de tu pueblo, no olvidarte de tus raíces!” Y ahora, como obispo y como sacerdote, siempre es necesario estar cerca del pueblo de Dios. “Cuando un obispo se separa del pueblo de Dios, termina en una atmósfera de ideologías, que nada tiene que ver con el ministerio: no es un ministro, no es un servidor. Se olvidó del don -gratuito- que le fue dado”. 

Como conclusión, el Papa volvió a pedir no olvidarse de esas “cuatro cercanías”, incluyendo aquella del colegio episcopal y presbiterial: la cercanía con Dios, la oración; la cercanía con los sacerdotes por parte del obispo y la de los sacerdotes con el obispo; la cercanía de los sacerdotes entre ellos y la de los obispos entre ellos, y la cercanía con el pueblo de Dios. Al cual se lo invita a rezar por los obispos y sacerdotes, para que vivan estas cercanías, “por vuestros dirigentes”: “aquellos que los conducen por la vía de la salvación”. “¿Ustedes rezan por sus sacerdotes, por el párroco, por el vice-párroco, o solo los critican?”. Se debe rezar por sacerdotes y obispos, para que todos nosotros -el Papa es un obispo- sepamos custodiar el don -no descuidar este don que no ha sido dado – con esta cercanía”.

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