Papúa: Detienen obras de infraestructura tras la masacre perpetrada por rebeldes

de Mathias Hariyadi

Un soldado y 31 obreros murieron. Un grupo armado irrumpió en las obras de construcción de la autopista Trans-Papúa, proyecto prioritario para la administración Widodo. Desde su anexión a Indonesia en 1969 se lleva adelante una insurrección, con miras a la independencia de la región.

Yakarta (AsiaNews)- El Ministro de Vivienda y Obras públicas de Indonesia, Basuki Hadimuljono, dispuso la suspensión temporaria de los principales proyectos en curso en la provincia de Papúa. La decisión del gobierno fue tomada tras el asesinato, por parte de un grupo armado rebelde, de 31 obreros y de un soldado en Nduga, distrito situado en el centro del territorio indonesio más vasto y oriental. En los ataques perpetrados entre el 2 y el 3 de noviembre, también resultó herido otro militar.

Unos 150 soldados están abocados a dar con los responsables de la masacre. Los trabajadores eran empleados de Istaka, una empresa constructura estatal. En Nduga, escuadrillas de obreros están trabajando en la construcción de puentes y rutas, como parte de los esfuerzos del gobierno para potenciar las infraestructuras en la remota provincia. Entre los proyectos en obra se cuenta la autopista Trans-Papúa, proyecto prioritario para la administración del presidente Joko Widodo.

Según las primeras reconstrucciones de los hechos, el 1° de diciembre el grupo armado irrumpió en el sitio de la obra donde trabajaban las víctimas. Las obras se despliegan en el territorio de Yigi, cerca de dos puentes: Aorak River y Yigi River. Al día siguiente, los militantes mataron con disparos de armas de fuego a un primer grupo de 24 obreros. Otros siete intentaron escapar, pero una vez capturados, los revoltosos los degollaron.

En la confusión, 4 trabajadores lograron ponerse a salvo. Uno de los sobrevivientes es Aldi Aritonang. Al declarar ante los investigadores dijo que durante la irrupción del 1° de diciembre, los rebeldes interrumpieron por la fuerza la obra para celebrar la “Fiesta nacional” y recordar la declaración de la independencia de Papúa, en 1961.

El 3 de diciembre, una escuadra compuesta por la policía y el ejército llegó al lugar de los homicidios pero terminó bajo el fuego de los rebeldes: un soldado perdió la vida y otro resultó herido.

Desde su anexión a Indonesia en el año 1969, en Papúa está en curso una insurrección de bajo perfil con miras a la independencia de la región, que es conducida por grupos armados como el Free Papua Movement (OPM). En el pasado mes de abril, Widodo fue el primer presidente indonesio en visitar el territorio remoto.

Según algunos analistas locales, el viaje del presidente cambió la opinión de decenas de figuras separatistas, que confesaron su intención de abandonar la lucha porque quedaron convencidos del sincero interés del líder nacionalista por el destino de la provincia. Las tribus locales y sus líderes en varias oportunidades presentaron denuncias contra Yakarta por la excesiva explotación de los recursos naturales.