Pakistán, talibanes atacan un mercado chií como “venganza contra Assad”. La condena de la Iglesia

La explosión sucedió en el mercado de Parachinar, una de las zonas tribales semi-autónomas. El balance provisorio es de 20 muertos y más de 40 heridos. La zona es conocida por los contrastes entre sunitas y chiíes. Obispo anglicano invita a rezar por los heridos.

Islamabad (AsiaNews)- Al menos 20 personas resultaron asesinadas y otras 40 heridas en un atentado sucedido esta mañana en un mercado de verduras de Parachinar, en la zona tribal de Pakistán nord-occidental en su mayoría chií El artefacto rudimental explotó a las 8.50 de la mañana (hora local), en un momento en el cual la zona estaba llena de clientes y vendedores ambulantes. Un facción del grupo extremista de Tehreek-e- Taliban Pakistan (TTP) reivindicó la responsabilidad del ataque, perpetrado “para vengar la muerte de nuestros compañeros por parte de las fuerzas de seguridad y dar una lección a los chiíes por el apoyo a Bashar al-Assad. A AsiaNews Earnest Jacob, obispo anglicano de Peshawar, condena las violencias. “El gobierno-afirma- reivindica tener lejos al terrorismo, pero incidentes como estos suceden cada mes”.

El obispo anglicano invita a todos “a rezar por los heridos”. En un mensaje difundido inmediatamente después del ataque, también el Premier de Pakistán, Nawaz Sharif condenó la violencia y expresó dolor por el enésimo derrame de sangre. Mientras tanto las autoridades refieren que el balance está destinado a crecer, dado que al menos 12 heridos están internados en condiciones críticas.

Ashiq Hussain, se encontraba en el mercado en el momento de la detonación de la bomba, escondida en una caja de hortalizas. Quedó levemente herido, contó al periódico Dawn, que en la zona no había ni siquiera una ambulancia y los heridos fueron llevados a los hospitales con medios privados y dentro de camionetas utilizados por los vendedores.

Qari Saifullah, vocero de Hakimullah Mehsud, la célula talibana que reivindicó el atentado, advirtió que su grupo islámico sunita continuará tomando de mira a los chiíes si éstos continuarán apoyando al régimen sirio de Assad, involucrado desde 2011 en una guerra civil que ya provocó la muerte de más de 310 mil víctimas.

La explosión sucedió en la capital del distrito tribal de Kurram Agency en la frontera con Afganistán, una de las siete áreas semi-autónomas de Pakistán donde rigen costumbres y leyes locales. En el pasado ya fue blanco de ataques y es conocido por las contraposiciones entre las comunidades chiíes y sunitas. En diciembre 2015 en aquel caso un artefacto similar al explotado hoy y provocó 25 muertos. También en aquel caso la paternidad del atentado fue reivindicado por dos grupos extremistas. El territorio es una de las rutas principales de los militantes que atraviesan la frontera y es una zona donde son frecuentes secuestros con finalidad de pedir rescate.

Según el Rev. Earnest Jacob, “sólo la paz en Afganistán podrá mejorar la situación en Pakistán. Una bomba en un país es seguida por otra bomba en el país vecino. Y mientras tanto ninguna de las autoridades de ambos países adopta acciones serias contra los talibanes responsables de los ataques terroristas”.

El p. Nasir William, director del centro para las comunicaciones sociales de la diócesis de Rawalpindi, expresa preocupaciones por el hecho que “los bombardeos se convirtieron en un fenómeno común”. El gobierno, sugiere, “debe controlar de cerca los lugares donde son fabricados estos artefactos rudimentales. Los talibanes no son salvajes, sino grupos de personas educadas a construir bombas, partiendo de simples instrumentos como los fuegos artificiales o el gas pata los globos”.

(Ha colaborado Kamran Chaudhry)