Orissa, liberan bajo caución a cinco cristianos acusados por el homicidio del gurú Laxamananda

de Nirmala Carvalho

Anteriormente, la Corte Suprema había dispuesto la liberación de otros dos cristianos acusados, sin pruebas, por el homicidio del gurú hindú. Las acusaciones contra los cristianos desataron los pogromos del 2008. Mons. Barwa; “Estoy feliz y triste a la vez, porque los cristianos han sufrido por culpas que no son suyas”. En el 2021, se realizará la Plenaria de los obispos indios en Bhubaneswar.

Bombay(AsiaNews) – La Corte Suprema de la India decidió liberar bajo caución a los últimos cinco cristianos condenados a cadena perpetua, acusados de haber asesinado al swami hindú Laxamananda Saraswati en el 2008. Si bien dicho homicidio fue reivindicado por los maoístas, fue igualmente atribuido a los cristianos por parte de los fundamentalistas hindúes, desatando la violencia sectaria en Orissa. En diálogo con AsiaNews, el Pbro. Dibakar Parichha, abogado defensor de los cristianos en nombre de la arquidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, se alegra: “Finalmente se ha hecho justicia para estas personas inocentes. Estoy feliz de que ellos puedan reunirse con sus familias y tener una nuvea vida”.

La sentencia de la Corte fue emitida ayer. Los cinco hombres son Bhaskar Sunamajhi, Buddhadev Nayak, Durjo Sunamajhi, Sanatan Badamajhi y Munda Badamajhi (este último, con una discapacidad mental). Ellos se encontraban en prisión desde el 2008, con una condena a perpetua emitida en el 2013. Ante de ser liberados, en mayo de este año, la misma Corte había liberado a Gornath Chalanseth, el primero de los siete que puedo abrazar nuevamente a us familia; luego, en julio pasado, también se concedió la caución a Bijaya Sanaseth.

Mons. John Barwa, el arzobispo, declara: “Estoy feliz y triste a la vez. Por una parte, me llena de alegría el hecho de que hayamos obtenido la libertad bajo caución; por otra, me entristece el hecho de que siete cristianos inocentes estuvieron recluidos por 11 largos años”. Las familias de los prisioneros, continúa, “han sufrido de una manera tremenda. Han padecido inmensos sufrimientos, no por culpa de ellos, sino por el solo hecho de ser cristianos. De todos modos, ahora estamos muy felices. Esta es una historia de éxitos, porque Dios es fiel”.

Ayer, cuenta Mons. Barwa, “estuve en Kandhamal y las esposas vinieron a verme para darme las gracias. En efecto, la diócesis de Cuttack-Bhubaneswar se ocupó de cubrir las costas legales de los cristianos, salvo uno que fue defendido por ADF [Alliance Defending Freedom, ndr]. El Pbro. Dibya Singh, asesor legal de la arquidiócesis, se ocupó de sus procesos. Hemos organziado una oración de acción de gracias para cuando ellos regresen. Además, en febrero de 2021 se realizará la Plenaria de la Conferencia Episcopal en Bhubaneswar. Ya hemos comenzado con los preparativos. Nuestro objetivo es poder llevar a los obispos de la India a Kandhamal”.

El abogado agradece a “todos nuestros sostenedores”. Cuando apelamos solicitando la [libertad bajo] caución, la cuestión fue aplazada en varios tribunales. Llegado ese punto, nos dirigimos a la Corte Suprema, contra la Alta Corte de Orissa, que continuaba denegando la liberación. Es una victoria para los inocentes”.

En el 2008, la violencia religiosa desencadenada por los radicales hindúes devastó la comunidad cristiana, dejando un saldo tremendo:; 120 muertos; casi 56.000 fieles constreñidos a huir; 8.000 casas incendiadas o saqueadas en 415 aldeas; 300 iglesias demolidas; 40 mujeres violadas.

Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), afirma: “Cinco personas salieron de la cárcel después de haber pasado 10 años, 11 meses y 11 días tras las rejas. Doy gracias a Dios por su libertad”. El arresto de los siete cristianos – dice, apenado – sacudió a los cristianos de la India, para los que ya estaba siendo difícil recuperarse de los ataques fatales. Los abogados cristianos enseguida comenzaron a luchar por su liberación. El tribunal los condenó a cadena perpetua en base a acusaciones falsas, asentadas en una ‘teoría de la conspiración cristiana”, pese a que no había pruebas evidentes”.