ONU: 36 naciones contra Riad, por violaciones a los derechos humanos. Las mujeres también se ven afectadas
Es la primera vez que se critica a Arabia Saudita en un documento conjunto del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Entre los firmantes se cuentan los 28 países de la UE, Canadá y Australia. Para el representante saudita, se trata de un ataque de “naturaleza política”. En la mira, las leyes contra el terrorismo, usadas para reprimir la libertad y los derechos.
Ginebra (AsiaNews/Agencias) – En el Consejo de derechos humanos de las Naciones Unidas, un grupo formado por 36 naciones criticó duramente a Arabia Saudita por los reiterados casos de detenciones arbitrarias, abusos y violaciones contra activistas y disidentes. El comunicado conjunto, emitido al término de una reunión, constituye el primer documento “colectivo” de condena hacia Riad desde el nacimiento del Consejo, en el 2006. En la nota también se pide la liberación de una decena de activistas que todavía siguen en prisión, así como una mayor cooperación con el equipo de investigación abocado a esclarecer el homicidio del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita de Estambul.
Fue inmediata la réplica (a regañadientes) de la diplomacia saudita, que se refirió a un ataque de “naturaleza política”. “La interferencia en los asuntos internos –explica Abdul Aziz Alwasil, representante permanente en la ONU – so pretexto de defender los derechos humanos, en realidad es un ataque a nuestra soberanía”.
Entre los 36 países firmantes figuran Canadá, Australia y las 28 naciones que forman la Unión Europea, pero no así los Estados Unidos. Un frente común, que da cuenta de las crecientes preocupaciones internacionales a raíz de las violaciones a derechos humanos y a la libertad de expresión perpetradas en el seno de la monarquía sunita.
“Estamos preocupados por el uso de leyes anti-terrorismo y de otras normas referidas a la seguridad nacional, para azotar a individuos que ejercen sus derechos y libertades de manera pacífica”, se lee en el comunicado final conjunto, que fue leído por el embajador de Islandia, Harald Aspelun. “Los defensores de los derechos humanos y grupos de la sociedad civil –prosigue el documento –pueden y deben desarrollar un rol vital en el proceso de reformas emprendido por el reino”.
Las naciones firmantes concluyen haciendo un llamamiento a las autoridades sauditas, pidiendo la liberación de todos los activistas. Entre ellos, coincidiendo con la el Día de la Mujer, que se celebra hoy, 8 de marzo, se recuerda a nueve mujeres que lucharon, entre otros, por el derecho a conducir, y que han sufrido abusos y violencia en prisión.
Son muchas las naciones que consideran a Riad como un aliado clave en la región medio-oriental, a menudo en función de una oposición común a Irán. En el pasado, las críticas por las violaciones a los derechos humanos se daban exclusivamente en el contexto de coloquios privados, carentes de peso oficial. El documento de ayer rompe con estos esquemas por primera vez.
La denuncia de detenciones arbitrarias y violaciones a los derechos humanos que lleva adelante las Naciones Unidas no es más que el último de una larga serie de ataques a las “reformas” de fachada que el príncipe heredero de 33 años, Mohammed bin Salman, pretende llevar adelante en el contexto del programa Visión 2030. En realidad, el arresto de altos funcionarios y empresarios durante el años pasado, la represión de activistas y voces críticas, la guerra en Yemen con sus víctimas civiles, incluso niños, y el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi proyectan más de una sombra sobre Riad.