Mindanao, educadora musulmana: más control a las madrasas para ‘proteger al Estado’
Infiltraciones islamistas en los sistemas educativos de siempre, más países del sudeste asiático. Sarah L. Handang aprueba la política del gobierno para la supervisión de las enseñanzas en las escuelas islámicas del país. “Se evitará la radicalización y la enseñanza de ideologías extremistas a los niños”. Musulmanes filipinos acostumbrados a la convivencia con los cristianos.
Zamboanga (AsiaNews) – Un mayor control sobre la enseñanza en las escuelas islámicas “protegerá a los estudiantes musulmanes y al Estado del extremismo” es cuánto declara a AsiaNews, Sarah L. Handang, educadora musulmana y activista para el diálogo interreligioso en Zamboanga (Mindanao), en el sur de Filipinas. Ella es una ‘senior education supervisor’ del Departamento de Educación (DepEd) de Zamboanga, donde está a cargo del MEP, el Programa educativo para las madrasas (escuelas coránicas, Ndr).
El proyecto, financiado por el gobierno de Filipinas, proporciona un estándar de instrucción de base a todos los docentes de Lengua árabe y educación a los valores islámicos (Alive) de las madrasas públicas y privadas. Al inicio de este mes, el secretario de Defensa, Delfin Lorenzana, había anunciado el compromiso de Manila para difundir la iniciativa en todo el país.
La educadora, que recibió favorablemente las declaraciones de Lorenzana, explica. “El MEP será aplicado a través de una ley de la República, aprobada por el Congreso y ratificada por el presidente. El Departamento de Educación (DepEd) podrá en este modo controlar la educación de los niños musulmanes. Este programa ofrece un plan de estudios unificado y reconocido por el gobierno, que se realizará en todas las escuelas del país, públicas y privadas, frecuentadas por estudiantes musulmanes”.
“Adoptando un plan de estudios común-prosigue Handang- las escuelas no podrán más a la radicalización y a las enseñanzas de ideologías extremistas a los niños. En el caso no respetasen las disposiciones, éstas irían inmediatamente hacia una clausura. Como consecuencia, el MEP es un instrumento para proteger a los estudiantes musulmanes y el Estado”.
Durante los meses siguientes al asedio islamista de Marawi, muchos han expresado temores por la difusión de ideologías extremistas entre la mayoría islámica (cerca del 20% de la población). “Este programa-afirma la educadora- es en parte una respuesta a cuánto sucedió en Marawi, donde en el pasado habían numerosas madrasas tradicionales. Ellas no adoptaban un programa específico, por lo cual eran libres de enseñar cualquier cosa les fuese impuesto por determinados grupos”.
En Mindanao, lo que despertó mayores preocupaciones son sobre todo las escuelas financiadas por grupos y movimientos de origen medio-oriental. A tal propósito, Sarah Handang declara: “No todos los institutos subvencionados por entes extranjeros escapan a los controles. La mayor parte satisface los requisitos impuestos por las autoridades y por el DepEd. Muchas fundaciones extranjeras han concordato con el gobierno programas de asistencia para los niños, sobre todos a las víctimas del asedio. También hay organizaciones poco transparentes, no se puede generalizar sobre lo obrado por todas las otras. Por esto es necesario adoptar cuanto antes el MEP, porque esto da la autoridad y los instrumentos para contrastar las derivaciones extremistas y la ignorancia”.
“El programa es realmente útil e importante para el desarrollo de los valores educativos de cada niño musulmán-reafirma Handang- No existe posibilidad que esto fracase. Con su actuación, estaremos en grado de hacer crecer a las nuevas generaciones n el respeto de las enseñanzas islámicas y del ser ciudadanos filipinos”.
Siempre más países del sudeste asiático están sujetos a infiltraciones islamistas en el sistema educativo. En Indonesia, nación islámica más poblada del mundo, el gobierno está comprometido en una difícil campaña contra el yihadismo en los institutos superiores. La educadora excluye sin embargo que un similar fenómeno se pueda verificar también en Filipinas: “Nuestra cultura es diversa. Nuestra nación fue colonizada por los españoles por más de un siglo. Esto permitió a la minoría musulmana aprender a coexistir con nuestros hermanos y hermanas cristianos, sin poner en discusión la propia fe”.
“Estoy convencida que el fuerte espíritu de adaptación y la paciencia del pueblo filipino protegerán al país. Hay grupo que tratan de dividir a nuestra sociedad, pero los musulmanes filipinos están acostumbrados a la convivencia pacífica con las otras religiones. El diálogo interreligioso y la recíproca comprensión son fuertes y tendrán un rol aún más central en nuestros programas educativos”, concluye Sarah Handang. (FP)
04/07/2017 16:11
06/06/2018 16:33