Maria Ressa, la Nobel de la Paz que se opone a la ‘guerra’ de Duterte
Fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz junto con el ruso Dmitry Muratov. La periodista y fundadora del sitio de noticias Rappler recibió diez órdenes de arresto por su cobertura de la "guerra contra las drogas", la campaña del Presidente Rodrigo Duterte. Es la primera filipina que recibe este reconocimiento. Filipinas sigue siendo el séptimo país más peligroso del mundo para los periodistas.
Manila (AsiaNews/Agencias) - El Premio Nobel de la Paz fue otorgado a la periodista filipina Maria Ressa, fundadora del sitio web de noticias Rappler, y al periodista ruso Dmitry Muratov. "El periodismo libre, independiente y basado en hechos sirve para protegerse del abuso de poder, la mentira y la propaganda de guerra", fue el motivo del reconocimiento, según expresó la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen. "Sin la libertad de expresión y la libertad de prensa, será difícil promover y lograr la fraternidad entre las naciones, el desarme y un mejor orden mundial para triunfar en nuestro tiempo".
Maria Ressa es la primera persona de nacionalidad filipina que recibe el Premio Nobel de la Paz. Rappler nació en 2012 y "centró la atención crítica en la controvertida y homicida campaña del régimen del presidente Rodrigo Duterte contra la droga", dijo el comité, añadiendo que Ressa y Rappler "documentaron cómo se utilizan las redes sociales para difundir noticias falsas, acosar a los opositores y manipular el discurso público".
La periodista ha sido blanco de una serie de ataques en los últimos años. Por su cobertura de la despiadada "guerra contra la droga" que libra Duterte, fue encarcelada en dos ocasiones. "Sin lugar a dudas, es un plan de persecución", dijo la ex jefa de la oficina de CNN en enero, tras recibir una nueva orden de arresto -la décima en menos de dos años- por "difamación cibernética". Maria Ressa, cuyo libro "How to stand up to a dictator" (Cómo hacer frente a un dictador) se publicará en abril de 2022, ha decidido quedarse en su país a pesar de los riesgos: "No por mí, creo que es por Rappler. Desde el 2016, siempre he dicho -hemos dicho- que estamos combatiendo por los hechos", hizo saber el periodista tras recibir el premio. Porque si las noticias se vuelven cuestionables, "el periodismo se convierte en activismo", continuó el periodista. "En la batalla por los hechos, creo que el Comité del Premio Nobel de la Paz ha comprendido que un mundo sin hechos significa un mundo sin verdad y sin confianza".
Filipinas es visto como el séptimo país más peligroso del mundo para los periodistas. En 2016, al asumir el cargo, el presidente Duterte dijo que "la libertad de expresión no te servirá de ayuda si has hecho algo malo". El año pasado, el hombre fuerte de Filipinas resucitó el “Red-tagging” (la "etiqueta roja"), una práctica totalmente filipina por la que una persona (incluso los trabajadores de los medios de comunicación) puede ser detenida arbitrariamente por la policía o incluso terminar asesinada en una ejecución extrajudicial.
En 2020, al menos cuatro periodistas filipinos fueron asesinados. Además, en el verano del año pasado, el Congreso filipino se negó a renovar la licencia a la mayor cadena de televisión del país, Abs-Cbn, privando a millones de ciudadanos de un servicio público vital durante la pandemia. Con más de 10 años de retraso, en 2019 se dictó sentencia contra unos políticos culpables de la mayor masacre de periodistas de la historia: la matanza de la ciudad de Ampatuan. En ella, 32 periodistas fueron asesinados junto a otras 25 personas, por seguir a un político que había decidido candidatearse para gobernador de la provincia, como alternativa a un clan local.
17/12/2016 13:14
05/12/2016 17:00