Más de 100 mil funcionarios de seguridad en las sedes electorales. Temor por las próximas elecciones

Serán utilizados 84.583 militares y 20.000 “guardias del pueblo”, que son civiles. El líder del ex partido de la oposición, disuelto por el gobierno, llama a sus seguidores a realizar un boicot electoral. Estados Unidos y la Unión Europea retiraron su apoyo económico a las elecciones. El Premier Hun Sen, quien permanece en el poder desde hace 32 años, teme que se produzca una “revolución colorada”.

Phnom Penh (AsiaNews/Agencias) – El gobierno camboyano pretende utilizar más de 100.000 funcionarios de seguridad y “guardias del pueblo” durante las elecciones generales de julio. Es lo que informan altos funcionarios de Phnom Penh, generando temor en observadores y activistas por los derechos humanos. Ellos afirman que semejante demostración de fuerza representa un acto intimidatorio hacia los electores, llamados a expresar su voto en los comicios, tras una carrera electoral que tiene al partido de gobierno como única formación relevante.

La semana pasada, el secretario general del Comité electoral nacional (NEC), Tep Nytha, declaró que 84.583 miembros de las fuerzas de seguridad serán enviados a las mesas electorales de toda la nación para ofrecer “servicios de seguridad” durante las votaciones del 29 de julio. La formación es mayor en comparación a las elecciones municipales de junio de 2017, cuando 51.578 empleados de seguridad fueron desplegados en grupos que incluían más de 33.000 policías, casi 3.000 militares y más de 4.000 soldados de las Fuerzas armadas reales camboyanas (RCAF).

Hace 2 días, el sitio Web del Comisariado general de la policía nacional publicó una declaración de su vocero, Kiet Chantharith, según la cual el gobierno prevé emplear también más de 20.000 “guardias del pueblo”. Éstos constituyen escuadrones de civiles, seleccionados por los jefes y fieles al gobierno. Activistas denuncian que, por la naturaleza del encargo, existen riesgos de que este personal no esté bien formado en materia de derechos humanos y neutralidad política. Además, en base a las leyes electorales del país, se exige sólo una guardia armada en el exterior de cada sede electoral y dos guardias desarmados dentro de la estructura.

El vocero del ministerio del Interior, Khieu Sopheak declaró ayer que el ministerio está preparado para enfrentar cualquier “caos” que pueda ser causado por el ex líder de la oposición Sam Rainsy o por sus seguidores. Rainsy lanzó un pedido de boicotear las elecciones, posición reafirmada en Japón la semana pasada. Las votaciones tendrán lugar luego de que la Corte Suprema ordenase la disolución de la principal formación política de oposición, el Cambodia National Rescue Party (CNRP). A falta de un rival significativo para el Cambodia’s People Party (Cpp) -partido del Premier Hun Sen, quien lleva 32 años en el gobierno-Rainsy definió las próximas elecciones como algo “carente de sentido” y pide a los electores que se abstengan de ir a votar, para minar la legitimidad del Premier.

En los últimos meses, Hun Sen lanzó una campaña de represión contra el CNRP, las Ong y los medios. Tanto los EEUU como la Unión Europea han retirado su apoyo económico a las elecciones en Camboya, citando acciones del gobierno consideradas limitantes de la democracia en el país, incluida la disolución del CNRP y el arresto por traición del actual presidente, Kem Sokha. Hun Sen varias veces hizo referencia a la presunta intención del partido de organizar una “revolución colorada”. Analistas han considerado que tales declaraciones explicitan los temores del Premier y de su gobierno, ante la posibilidad de desórdenes por parte de los seguidores del CNRP, que recibió más de 3 millones de votos (casi la mitad de los que votos de electores habilitados) en 2013 y gozó de un éxito similar en las elecciones comunales del año pasado.