08/01/2016, 00.00
BANGLADESH
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Líder católico: La Iglesia está en contra de la pena de muerte. Pero la condena de Nizam marca justicia

de Sumon Corraya
Theophil Nokrek, director del Caritas Development Institute, comenta la decisión de la Corte Suprema en la sentencia de muerte de Motiur Rahman Nizam. Nizam es uno de los líderes del Bangladesh islámico. Durante la guerra de liberación de Pakistán ha cometido crímenes de guerra y genocidio. También ayudó al ejército paquistaní para eliminar los intelectuales que estaban a favor de la independencia. "El gobierno quiere excluir a la oposición. Pero la sentencia de muerte responde al objetivo del gobierno de castigar a los criminales de guerra".

Dacca (AsiaNews) – La Corte Suprema de Bangladesh ha confirmado la condena a muerte de Motiur Rahman Nizam, líder del mayor partido islámico en el país, el Jamaat-e-Islami. El hombre, ahora de 72 años, está acusado de genocidio, asesinato, crímenes de guerra y asesinato de intelectuales durante la guerra de liberación de Pakistán en 1971. Theophil Nokrek, director del Caritas Development Institute (Cdi) de Caritas Bangladesh,, dijo a AsiaNews: "La Iglesia católica está en contra de la pena de muerte, incluso cuando se cometen los crímenes más atroces. Pero la pena de muerte impuesta al líder islámico satisface el deseo popular de la justicia" y "el verdadero objetivo del gobierno para castigar a los criminales de guerra".

Los jueces de la Corte Suprema de Justicia emitieron la sentencia del 06 de enero, confirmando tres cargos de cuatro. "Lo más importante - dijo el fiscal Tureen Afroz - es que se ve a Nizam culpable por la muerte de los intelectuales".

Durante la Guerra Civil de Bangladesh en 1971, el líder islámico era el jefe del Islami Sangha Chhatra, el ala juvenil del Jamaat. También fue el jefe de la milicia al-Badr creado por el ejército paquistaní para sofocar la rebelión. En los meses de guerra ha ayudado a los militares para identificar y matar a los activistas a favor de la independencia.

Desde el año 2000 el político se ha convertido en el jefe de Jamaat-e-Islami; después del 2001 hasta 2006 fue ministro del gobierno dirigido por el Partido Nacionalista de Bangladesh. La sentencia será ejecutada en la horca en los próximos meses, a menos que el Presidente conceda el indulto.

Los analistas creen que la revisión de la sentencia va a ser muy difícil, sobre todo porque en los últimos tiempos el premier Sheikh Hasina está conduciendo una campaña contra los exponentes de los partidos adversarios, y por esto se le acusa de marginar a la oposición. A finales de 2015, de hecho, otros dos lideres del partito islámico han sido también implicados, culpables de crímenes de guerra.

Nokrek, quien es también secretario de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Bangladesh, confirma esta tendencia: "En Asia, los líderes políticos utilizan el eliminar la oposición de la política o el poder, asegurándose así un dominio duradero. La confirmación de la sentencia por Nizami es una oportunidad en este sentido". En el caso específico de Nizam se debe admitir, concluye que "el líder islámico realmente ha cometido crímenes horribles en la sangrienta guerra de 1971, que contribuyeron a la muerte de miles de hombres y mujeres inocentes. Su castigo responde al objetivo real del gobierno laico para garantizar justicia contra los criminales".

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