Los padres de un auto-inmolado a los jóvenes: no se hagan daño, luchen con la educación y la cultura

Tenzin Choeying, de 19 años, se prendió fuego en Varanasi. Murió una semana después debido a las quemaduras que cubrían el 90% de su cuerpo. Hoy fue la cremación en Dharamsala.

Dharamsala (AsiaNews/Agencias) - Los padres de un tibetano de 19 años de edad que se prendió fuego en Varanasi el 14 de julio pasado, suplican a los jóvenes tibetanos que no recurran a la auto-inmolación, sino que luchen por su causa a través de la educación y de la no violencia.

Ngawang Khedup y Tashi Yangzom, padre y madre de Tenzin Choeying respectivamente, hablaron con los medios, al recibir ayer el cuerpo de su hijo muerto por las quemaduras. En el día de hoy, se llevará a cabo la cremación del cuerpo de Tenzin, luego de una oración en Lhagyal-Ri, en Dharamsala, capital del gobierno tibetano en el exilio y sede oficial del Dalai Lama.

El padre del difunto dijo: “Tibetanos ancianos o jóvenes, todos tenemos una responsabilidad colectiva. A las futuras generaciones yo les pido con insistencia que se continúe luchando por la causa tibetana con una educación plena, porque es un pecado hacer que se pierda una vida tibetana”.

Tashi Yangzom, la madre, pidió a los jóvenes no atentar contra su propia vida, subrayando la importancia de preservar el legado de la cultura y la lengua tibetanas.

El joven de 19 años Tenzin Choeying, de Dhondenling (Kollegal), se auto-inmoló el 14 de julio pasado, durante un encuentro con otros jóvenes en una conferencia dictada por Sikyong Lobsang Sangay. Inmediatamente fue llevado al hospital de Varanasi, pero luego se lo trasladó en avión a Nueva Delhi. Sus condiciones enseguida mostraron ser críticas porque el cuerpo presentaba quemaduras en un 90%. El joven murió el 22 de julio pasado.

Todas las tiendas tibetanas de Dhondenling ayer permanecieron cerradas, en señal de respeto. Según su primo, las últimas palabras de Tenzin fueron “Bod, Bod (Tíbet, Tíbet)”.

Desde el inicio de las auto-inmolaciones en el 2009, el Dalai Lama exhortó a los jóvenes que llevan a cabo este gesto desesperado a no hacerlo, porque perdiendo la vida, ellos pierden la ocasión de contribuir de manera positiva en el renacimiento del Tíbet. Él afirma que estos gestos desesperados son fruto del “genocidio cultural” al cual China somete a la población tibetana. En todos estos años se han contado 150 inmolaciones.