Los frutos de la ofensiva turca ‘Centenares de kurdos y cristianos en fuga de Kurdistán’
El párroco de la diócesis de Amadiya confirma el éxodo en acto desde el sector oriental de Siria. El gobierno regional se prepara para la acogida, pero faltan recursos suficientes. Erdogan desaira a Trump y a sus emisarios, pero acepta la invitación de Putin. Voces siempre más insistentes de una reorganización del Estado islámico, yihadistas retornan a Mosul.
Erbil (AsiaNews) - Desde hace una semana “están llegando muchos kurdos desde el sector oriental de Siria, de Hassaké y Qamishli”; una parte “buscó refugio en un campo ded refugiados entre Erbil y Dohuk, otros aún en Zakho. Son centenares, enteras familias” que escapan “de los bombardeos”. Es cuanto narra a AsiaNews, el p. Samir Youssef, párroco de la diócesis de Amadiya, comentando la ofensiva “Fuente de paz” lanzada por Turquía contra los kurdos en el norte de Siria, que arriesga causar una nueva emergencia humanitaria. Entre las áreas más en riesgo es el Kurdistán iraquí donde el gobierno regional “se está preparando para recibir a las familias en fuga”.
El párroco de Enishke, entre los beneficiarios de la campaña de AsiaNews “Adopta un cristiano de Mosul”, que continúa frente a las exigencias crecientes y el desempeño de la comunidad internacional, refiere de narraciones que “confirman los bombardeos turcos sobre las ciudades”. Las televisiones locales, en el Kurdistán iraquí, relanzando “imágenes dramáticas de civiles asesinados, en Qamishli murieron también cristianos en los primeros días de la ofensiva”. Aquí. prosigue, “hay ya familias venidas en 2013, en los primeros tiempos de la guerra y no se fueron más. Otras se preparan para llegar”.
“Estamos frente-explica el p. Samir- a gente que está sufriendo mucho. Algunas familias habían vuelto a Siria, a sus tierras de origen, para recomenzar una nueva vida y se vieron obligadas a escapar de nuevo. En el reciente pasado la presencia de los americanos había garantizado una cierta estabilidad en el nordeste de Siria, su partida y la ofensiva turca cambió la situación y las familias decidieron volver a Kurdistán”.
“Hemos hablado con los sacerdotes de la zona (teatro de las violencias)-continúa- y de aquel que sabemos hay también familias cristianas en fuga de Hassaké y Qamishli, que han ya encontrado refugio y acogida entre los parientes en Ankawa y Erbil”. Sin embargo “las partidas continúan y es fuerte el riesgo de un verdadero éxodo” hacia el Kurdistán iraquí que no puede hospedar a todos, dando así origen a una ulterior desestabilización. “No tenemos más ayuda de la comunidad internacional- afirma el p. Samir-mientras que el número de prófugos kurdos, cristianos árabes sunnitas es siempre más grande. Son siempre más frecuentes las escenas de niños por la calle pidiendo limosna… Kurdistán solo no puede afrontar la emergencia”.
En estas horas el presidente turco Recep Tayyip Erdogan rechazó una advertencia de su homólogo de EEUU, Donald Trump, que envió al vice-presidente Pence y al secretario de Estado Pompeo a Ankara para tratar. El “Sultán” hizo saber que no quiere recibir a los emisarios estadounidenses, que encontrarán a “sus homólogos” turcos, mientras que aceptó la invitación de Vladimir Putin de ir al Kremlin el 22 de octubre. Washington amenaza nuevas sanciones, pero aparece siempre más evidente que los desarrollos de esta nueva crisis se jugarán a lo largo del eje Moscú-Ankara, mientras que Damasco corre en ayuda de los kurdos enviando nuevas tropas a la zona.
“Nosotros pedimos que Europa y los EEUU demuestren más decisión hacia Turquía”, nos confía el p. Samir, también si “hasta ahora no se ven los resultados, sino sólo personas que continúan sufriendo por estas guerras que crean confusión e inestabilidad”. Por otro lado, agrega, “ya antes de la ofensiva turca, cuando han iniciado a circular las voces de un retiro de las tropas de EEUU, se entendía que algo estaba por suceder y que el cuadro estaba destinado a complicarse”.
En este contexto es siempre más concreto el peligro de una nuevo ascenso del Estado islámico (EI-ex ISIS). “Tuvimos noticia- afirma el el párroco-de familias del ISIS escapadas de los centros de detención y llegadas a Mosul. Dentro hay yihadistas de Alemania, Francia, pero también iraquíes, sauditas que aprovecharon de la situación para escapar, visto que los guardianes de un tiempo estaban comprometidos en los combates en el frente”. Son familias, combatientes que quedaron ligados a la ideología fundamentalista. “De hecho dentro de los campos eran ellos que mandaban, las mujeres eran asesinadas si no respetaban el velo y otras imposiciones. Son personas-concluye el p. Samir-que creen todavía en el Estado islámico y vuelven a las zonas de origen donde encuentran nuevo apoyo, gente dispuesta a colaborar para hacerlas volver al comando. también porque en muchas partes, 2 o 3 años de la liberación, faltan aún los recursos y los servicios de base. Y el ISIS es visto como como la única vía para salir de esta crisis”.
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