Las lluvias devastan la India: ‘Caritas responde ante la emergencia’ (Fotos)
Hay cuando menos 1.064 localidades bajo el agua y 650.000 personas que “han perdido todo”. Director ejecutivo de Caritas India: “La población está desesperada. Se puede ver la angustia en sus ojos”. La institución católica apunta a distribuir ayudas a más de 15.000 familias. Los voluntarios están formados en los principios del Evangelio, además de su capacitación técnica en asistencia y en derecho humanitario.
Nueva Delhi (AsiaNews) – Atraviesan el territorio con paciencia y dedicación, para llegar a las localidades más distantes; es lo que Caritas India está haciendo, para responder a la emergencia ante las inundaciones que han devastado los Estados del noreste y Kerala. Se calcula que cuando menos 1.064 localidades en 21 distritos han quedado bajo el agua, con casas que han sido barridas por las lluvias torrenciales del período de los monzones, y que cerca de 650.000 personas se han quedado sin nada. El Pbro. Paul Moonjely, director ejecutivo de Caritas, dialoga con AsiaNews y cuenta: “Ya hemos brindado asistencia inmediata a 3.925 familias, y en breve pensamos llegar a 15.425, e incluso a más”.
El sacerdote explica que la población “está desesperada. Puede verse la angustia en sus ojos. Aquí, la mayor parte de la gente vive al día, trabajando como jornaleros en los cultivos agrícolas o en las plantaciones de té, con lo cual han perdido todos los medios de subsistencia”. Hay cerca de 40 voluntarios trabajando en la obra. “Cuando llegamos –continúa- encontramos el territorio devastado. Casas parcial o totalmente dañadas, personas obligadas a vivir a la intemperie o en casas de parientes. El peligro más grande deriva del hecho de que la gente utiliza agua contaminada para beber, para lavarse y para cocinar”.
Los Estados más golpeados por los temporales son Assam, Tripura, Mizoram, Manipur y Kerala. Violentas lluvias inundaron calles y autopistas, provocando el corte del suministro eléctrico y haciendo que las zonas afectadas resulten inalcanzables. Según el Padre Moonjely, “en el noreste del país, las precipitaciones no son una novedad. Lamentablemente, el sufrimiento se repite todos los años”. Todos “nuestros voluntarios –prosigue- han recibido una formación técnica y espiritual. Los educamos en los principios de la doctrina social de la Iglesia católica, en valores humanos y cristianos y en el ministerio de la diaconía. Además, les brindamos nociones adicionales, de derecho humanitario. De este modo, todos los operadores desarrollan un servicio espiritual y social, y difunden los valores promovidos por la organización”.
El director ejecutivo cuenta que en Tripura “junto a los colaboradores locales JUST (Jan Unnayan Samiti Tripura) y SKS (Seva Kendra Silchar), el brazo humanitario de la Conferencia episcopal india, se está distribuyendo material de primeros auxilios, como frazadas, ropa y mosquiteros. También estamos trabajando en el campo de la salud y la higiene personal, a través de la distribución de un kit que contiene jabón, detergente, baldes, tazas y paños. Estamos creando campamentos sanitarios con el apoyo de médicos y de personal paramédico de un equipo especial de los camilianos y de la congregación de las clarisas franciscanas en Bhopal y en Imphal. El objetivo es atender y prevenir la difusión de enfermedades vinculadas al agua infectada. A las familias más necesitadas les entregamos un kit alimentario que contiene arroz, dal [porotos rojos, ndr] y comidas especialmente adaptadas para niños”.
En las aldeas de Assam, los católicos planean distribuir 1.400 paquetes de alimentos y organizar 35 campamentos sanitarios, para un total de 3.700 familias. En Manipur, junto con la asociación partner Diocesan Social Service Society, Caritas India llevará kits de cuidado personal a 2,400 familias y alimentos a otras 600 familias, y también establecerá 15 servicios médicos. En Kerala establecerá otras 20 clínicas temporales y donará artículos de primera necesidad a 400 familias.
El sacerdote dice que la gente "trató de salvar lo que pudo antes de que las casas quedaran sumergidas". En algunas áreas, las administraciones han dejado de suministrar electricidad para evitar descargas eléctricas. Las baterías de los teléfonos celulares se descargaron en cuestión de pocas horas, con lo cual muchas regiones permanecieron aisladas durante al menos cuatro días, ya que no podían pedir ayuda al exterior".
En lo que respecta a las administraciones locales, agrega, "el gobierno realmente ha tenido las manos ocupadas y proporciona asistencia allí donde sea necesario". Edificios como escuelas y escuelas secundarias se usan con su permiso para establecer campamentos médicos y distribuir ayuda". De todos modos, cuando la emergencia termine -garantiza- "no abandonaremos a la población, y tampoco disminuiremos nuestro compromiso". Como siempre, intentaremos equilibrar el trabajo de apoyo con la reconstrucción de las casas. Igualmente, tenemos varias iniciativas para la prevención de desastres".
