La nueva capital de Indonesia se levantará en Kalimantan Oriental

de Mathias Hariyadi

Las razones para la elección del lugar se basan en el bajo riesgo de catástrofes naturales y su posición estratégica. Los costos para la nueva ciudad rondarán los 29,5 millardos de euros. Para el presidente Widodo, Yakarta está “completamente desbordada” debido a su status de centro administrativo.

Yakarta (AsiaNews) – La nueva capital de Indonesia se levantará en un área comprendida entre las regencias de Penajam Paser Norte y Kutai Kartanegara, en la provincia de Kalimantan Oriental –que, con otros cuatro territorios más, forma la parte indonesia de la isla de Borneo. Así lo anunció esta mañana el presidente Joko “Jokowi” Widodo (foto). De acuerdo con los planes de la administración, el traslado de la capital a un lugar situado a casi 1.400 kilómetros de Yakarta contribuirá a difundir la actividad económica más allá de la isla de Java, la más poblada del archipiélago. Widodo ha revelado que el cálculo de costos para sostener la operación ronda los 466.000 millardos de rupias (casi 29,5 millardos de euros). El Estado financiará el 19% de esta suma, en tanto el resto provendrá de inversiones del sector privado y de acuerdos de colaboración entre este último y el sector público.

Durante la conferencia realizada en el Palacio presidencial, junto a Widodo estuvo el vicepresidente Jusuf Lakka, el ministro de Obras Públicas y Vivienda, Basuki Hadimuljono; y varios funcionarios de gobierno de alto rango. “[La provincia de] Kalimantan Oriental – declaró el presidente – tiene bajo riesgo de catástrofes naturales, tanto en incendios forestales como terremotos; además, su posición es estratégica, ya que se encuentra en el centro de Indonesia y cerca de las “ciudades desarrolladas”. Widodo destacó que Yakarta está “completamente desbordada” por el estatus de centro administrativo, por los servicios, el comercio y las finanzas de la nación.

El área metropolitana de Yakarta aloja a unas 30.000 personas y la contaminación ha alcanzado niveles peligrosos. Según los últimos estimados oficiales, el tráfico y los añosos problemas de transporte público afectan a la ciudad con pérdidas de casi 100.000 millardos de rupias (6,3 millardos de euros) al año. En la capital actual, la densidad de población equivale a 15.000 personas por kilómetro cuadrado (el doble que en Singapur) y hay poco espacio para construir, sin tener que recurrir al desalojo de miles de familias. La situación se ve agravada ya que dos quintos de la ciudad se encuentran debajo del nivel del mar y parte de ella se está hundiendo hasta 20 cm por año.

Indonesia no es el primer Estado de Asia que considera la cuestión del traslado de su capital. Uno de los ejemplos más notables son Kazajistán y Myanmar (Birmania). En 1997, el presidente kazajo Nursultan Nazarbayev decidió trasladar la capital, hasta ese momento, ubicada en Almaty, optando por una polvorienta ciudad provincial a unos 1.200 km hacia el norte. Una de las primeras cosas que hizo fue cambiar el nombre del lugar, Aqmola -que significa “tumba blanca”- por Astaná. En la época soviética, el asentamiento estaba próximo a un campo de trabajo forzado. Para construir su capital desde cero, Nazarbayev convocó a arquitectos de todo el mundo. Todo ello fue posible gracia sal boom del sector petrolero. Naipyidó, la capital de Myanmar, existe como tal desde el 2005. Surgió por deseo de la Junta militar, y su nombre significa “sede del rey”. Las razones para trasladar la capital a casi 370 km hacia el Interior de Rangún, jamás fueron aclaradas del todo. En aquella época, el ministro de Información declaró que se trataba de una posición más estratégica, pero los observadores se mostraron escépticos. Para algunos, los militares temían una invasión extranjera o bien pretendían un mayor control sobre las minorías étnicas en las regiones de frontera. Otros sostenían que los generales simplemente estaban repitiendo las costumbres de los reyes birmanos en la época colonial, que construían nuevas ciudades y palacios siguiendo consejo de los quiromantes.