La Comisión vaticana Covid-19 se centrará en el problema alimentario, la ecología y la caridad

El organismo creado por Papa Francisco trabajará unido al Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral. Durará un año y su función será estudiar, sugerir y planear nuevas modalidades de vida social y nuevos modelos económicos. Potenciar la producción agrícola: a causa del coronavirus, 350 millones de niños no tienen siquiera un plato de comida al día. Caritas está ayudando a más de 7,8 millones de personas en 14 naciones. Cancelar las sanciones en Irán, Líbano, Siria, Libia y Venezuela, y la deuda en los países pobres. Desviar los fondos de los armamentos hacia la producción de alimentos.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Para la Comisión Vaticana Covid-19, que se dedicará a afrontar los desafíos surgidos de la pandemia que aflige al planeta, hay tres ámbitos de trabajo para preparar el futuro del mundo: la comida, dado que crecerá el drama del hambre para cientos de millones de personas; la ecología integral, para planear nuevos tipos de modelos económicos, más respetuosos de la salud y del ambiente; la caridad hacia los últimos, a través de la inclusión y la solidaridad.

Es la visión prospectiva surgida esta mañana durante la conferencia de prensa en el Vaticano, en la que participaron el Card. Peter Kodwo Appiah Turkson, Prefecto del Dicastero para la promoción del desarrollo humano integral; Mons. Bruno Marie Duffé, Secretario del Dicasterio; Mons. Augusto Zampini-Davies, Secretario adjunto del Dicasterio; Aloysius John, Secretario general de Caritas Internationalis.

En la introducción, el Card. Turkson puso de relieve cómo la pandemia ha azotado duramente todos los “aspectos de la vida y la cultura humanas”. La Comisión, impulsada por Papa Francisco, contará con la ayuda de otros dicasterios vaticanos y durará por lo menos un año.

Mons. Duffé resaltó que la pandemia ha revelado la “vulnerabilidad” de todos los aspectos de la vida: física, ideológica, económica y en la capacidad de proyectar. Por ello, urge pensar y actuar asentados en la “solidaridad”, imaginando “nuevos modelos económicos”, haciendo surgir lazos entre los aspectos “sanitarios, ecológicos, económicos y sociales” de la crisis en curso, para hallar nuevas soluciones.

Mons. Augusto Zampini-Davies destacó especialmente el problema del hambre, que aflige a más de 800 millones de personas. A causa del coronavirus, a éstos se han sumado 350 millones de niños que no están asistiendo a la escuela, que se ven privados del comedor y por tanto del único plato de comida que se les ofrece en el día. Él destacó que a futuro, el problema alimentario se agudizará a causa del quiebre que se ha producido entre producción agrícola y la distribución. Advirtió además que “la inseguridad alimentaria conducirá a la violencia y a más conflictos, lo que a su vez causará más pobreza”. Por ello, dice urge “acelerar mejoras en la producción” de alimentos y desviar los fondos para armamento a [la producción de] alimentos”.

Aloysius John expuso cómo está respondiendo Caritas Internationales a la ola de necesidades desatadas por el coronavirus: distribución de alimentos, material sanitario, elementos de higiene, dinero para pagar el alquiler de un techo. En este momento, Caritas está ayudando a más de 7,8 millones de personas en 14 naciones que incluyen Ecuador, India, Palestina, Bangladés, Líbano, y Burkina Faso. Hay otros proyectos en estudio, para brindar apoyo a más de 840.000 personas en dificultades.

Aloysius John también hizo algunos pedidos a la comunidad internacional: retirar la sanciones económicas que afectan a países como Irán, Líbano, Siria, Libia y Venezuela, para permitir que la ayuda llegue a la población de estos países; cancelar la deuda de los países más pobres o al menos cancelar los intereses de la deuda para todo el 2020; continuar con las donaciones a los países necesitados, sin utilizarlas para otros fines.