Líbano, pánico por el recorte presupuestario: asaltos en las farmacias para acopiar medicamentos
El director del Banco Central planteó la posibilidad de acabar con los subsidios para los artículos de primera necesidad, como los medicamentos. Los ciudadanos atemorizados salieron a comprar, y vaciaron los negocios en una carrera sin precedentes. Para los expertos, recortar subsidios a una población ya empobrecida podrían surtir efectos “catastróficos”. La campaña para “Socorrer a una Beirut devastada”.
Beirut (AsiaNews) - Como ocurre con todo lo demás, esta cuestión también tuvo un desarrollo brutal, empírico, sin preaviso, y sin un mínimo canal de comunicación con las partes interesadas. Con pocas y breves líneas, confiadas a la prensa, el director del Banco del Líbano (BdL) Riad Salamé, anunció que la política de subsidios, que rige sobre granos, combustibles y medicamentos, no podrá proseguir por más de tres meses. Sin duda, haber dado la alarma es un hecho positivo, como lo es haber comunicado que se está a punto de alcanzar el límite de reservas estratégicas, fijado en 17,5 millardos de dólares.
Sin embargo, cabe preguntar: ¿no se podría haber manejado mejor la comunicación de este anuncio a la opinión pública? El anuncio del Banco Central sembró una ola de pánico entre los pacientes y una carrera febril hacia las farmacias, un hecho sin precedentes, que dejó a muchas completamente vacías en corto tiempo. Desde aquél momento ya ha pasado casi un mes, pero la carrera para comprar prosigue hasta hoy. Las farmacias se ven asediadas por clientes que temen que se agote el stock de sus medicamentos y que el fin de los subsidios culmine en una suba exorbitante de los precios.
Y esta carrera se repite cada día. En una famosa farmacia del distrito de Metn, ayer, un hombre insistía en que la fecha de vencimiento de los medicamentos que estaba comprando “fuese lejana” en el tiempo, para que siguieran siendo válidos cuando se agoten los medicamentos. “En este momento, no es raro hallar pacientes que compran fármacos para cubrir el tratamiento de 10 o incluso de 12 meses”, cuenta a L’Orient-Le Jour el presidente del sindicato de importadores de medicamentos, Karim Gebara, a quien la decisión del gobierno lo tomó por sorpresa, como a todos.
Otros compradores, en su mayoría mujeres, están justamente preocupados en esta cálida mañana de septiembre, por la desaparición prolongada de algunos medicamentos y por el riesgo de una suba de precios excesiva, cuando éstos regresen a los anaqueles y mostradores. Todos los días resuena la frase “no tenemos ninguna confianza”, subraya un farmacéutico de guardia, mientras intenta brindar tranquilidad a sus clientes; pero todo es en vano.
Consultas entre importadores, farmacéuticos y médicos
Esta situación de urgencia empujó a una reunión entre el presidente del Colegio de Médicos, Charaf Abou Charaf, su homólogo de la asociación de farmacéuticos Ghassan el-Amine y el presidente del sindicato de importadores. Las tres partes llegaron a un acuerdo para controlar la venta de medicamentos, a fin de asegurar que los pacientes puedan contar con la reserva de remedios para un mes, como mínimo. Acordaron que el control de la distribución se realizará en dos niveles; la distribución en las farmacias, calculada en función de las necesidades, y la venta minorista.
Sin embargo, la decisión de racionalizar los medicamentos de un día para otro provocó pánico en los clientes. Abandonada a su suerte, habiendo perdido la confianza en el Estado, la gente adoptó la costumbre de sortear el control recorriendo cuatro o cinco farmacias, para acumular una reserva personal. “Los fármacos más afectados son los que se usan en enfermedades crónicas: cardíacas, diabetes y del sistema nervioso”, afirma Gebara. Son medicamentos que en este momento están agotados, y se sabe que los tiempo de entrega - una vez que se hace el encargo y se obtiene la aprobación del Banco Central libanés - se calculan en un mes.
“Claramente, a nivel macroeconómico, el sistema implementado carece de equidad e impone muchas limitaciones a los farmacéuticos, ya que no pueden anticipar las cantidades de los fármacos a la venta, porque son fluctuantes. Por otro lado, no necesariamente están al tanto de las necesidades de sus clientes. En cambio, en el plano macroeconómico, esto racionaliza el sistema de distribución y establece una cierta equidad entre las regiones. Esto nos da tiempo para realizar nuevos pedidos. Se trata solamente de una gestión del inventario”.
¿Entonces el anuncio de la caída de las reservas del BdL fue un error? “La verdad es que no puedo ponerme en el lugar del gobernador - admite Gebara - pero sé que ya era tarde para reaccionar”. “El stock mensual de medicamentos que se distribuye en las farmacias se agotó en diez días”, luego del anuncio de Riad Salamé. Por su parte, el presidente del Colegio de farmacéuticos protestó por lo ocurrido, afirmando que se requería “una mayor coordinación entre el gobernador del BdL y el gobierno”, antes de dar este anuncio. “Lamentablemente falló esta coordinación, y la población está pagando el costo”, se queja Ghassan el-Amine.
Confusión y miedo al desabastecimiento
A diferencia de los importadores, los farmacéuticos están en contacto directo con la población y son más sensibles a la confusión que reina entre sus clientes, como confirma el presidente del Colegio. “El miedo al desbastecimiento es bastante común en los pacientes afectados por enfermedades crónicas”, subraya Charaf Abou Charaf. Se trata de personas muy vulnerables, para las cuales la continuidad del tratamiento y la disponibilidad del fármaco son muy importantes. Esto puede generar situaciones de mucha angustia” “Cualquier cosa que hagamos es mal vista - prosigue Gebara - y esto es incluso normal, sobre todo considerando que la gente vive en un estado de ansiedad”. Por otro lado, él defiende a los colegas de aquellos que los acusan de actuar en connivencia con el contrabando de fármacos y de vender al exterior los medicamentos subvencionados. “Las cifras - dice indignado - están allí, para demostrar lo contrario. Entre enero y junio del 2020, la venta de medicamentos cayó un 10% con respecto al mismo período del 2019; esto prueba que los fármacos se venden solamente en el Líbano”.
Dudas a largo plazo
Aunque defiende la posición de los importadores, el directivo manifiesta su preocupación en el largo plazo. “Estamos ganando tiempo - admite - pero hay que encontrar una solución a largo plazo. No podemos estar de ocho meses a un año sin un nuevo gobierno, sin un paquete de medidas de estímulo y sin el ingreso de nuevos capitales”. “La eliminación de la política de subsidios para los medicamentos sería fatal para todo el sistema de salud”, advierte el importador. Al mismo tiempo, aprueba la decisión del gobernador del BdL y observa que el 65% de los fármacos adquiridos en un año - cerca de un millardo de dólares - es pagado por terceros (previsión social, cooperativas de empleados públicos, ejército o fuerzas de seguridad), y el 35%, por privados. Considerando el porcentaje de población que hoy vive por debajo de la línea de pobreza, revocar los subsidios sería catastrófico.
Para sostener a la población de Beirut y del Líbano, y para colaborar con Caritas Líbano, AsiaNews ha decidido lanzar la campaña “Socorrer a una Beirut devastada”. Quienes deseen colaborar, pueden enviar sus donativos a:
Fondazione PIME - IBAN: IT78C0306909606100000169898 - Código de Identificación del Instituto (BIC): BCITITMM -
Motivo: “AN04 – SOCORRER A UNA BEIRUT DEVASTADA”
17/12/2016 13:14
16/09/2021 13:17