Khamenei contra los sauditas: “Infieles y blasfemos, pequeños Satanás en manos de los EEUU”

En la vigilia de la peregrinación mayor del Hajj, de la cual han sido excluidos los fieles iraníes, el gran Ayatolá iraní ataca a la dirigencia de Riad. Lanza un pedido a los musulmanes para que reflexionen “sobre la gestión de los lugares sagrados”. En el trasfondo, el enfrentamiento entre Irán y Arabia Saudita por la supremacía en Oriente Medio (y en el islam).

Teherán (AsiaNews/Agencias)- Los líderes sauditas que “han bloqueado el camino al Hajj a los fieles iraníes” son personas “sin vergüenza” y “blasfemas” y el mundo musulmán debería plantearse serias preguntas sobre la gestión que ellos hacen de los lugares sagrados del islam. Es un ataque durísimo el desatado hoy por el gran Ayatolá Ali Khamenei, guía supremo iraní y del islam chií, contra la cúpula del poder (suní) de Arabia Saudita. Palabras ácidas que fueron pronunciadas pocos días antes de iniciarse la peregrinación mayor, el Hajj, en la cual, por primera vez en treinta años, no podrán participar los ciudadanos iraníes.

A fines de mayo se registró el fracaso definitivo de los coloquios entre Teherán y Riad, donde se intentaba encontrar un acuerdo sobre la participación de los peregrinos iraníes en el Hajj. Una controversia surgida en torno al otorgamiento de visas para los ciudadanos de la República islámica y en torno a la posibilidad de que hubiera vuelos “directos” de Teherán a Arabia Saudita, la cual terminó por determinar, este año, la ausencia de los ciudadanos iraníes en la Meca.

El mundo musulmán y los gobernantes de estos países, subrayó Khamenei, “deben conocer a los dirigentes sauditas y su naturaleza irreverente, no creyente y dependiente”. El lanza un pedido a todos los musulmanes, para que reflexionen “seriamente sobre la gestión que se hace de los lugares sagrados en Arabia Saudita, y principamente en dos de los tres más importantes: la Meca y Medina. “Caso contrario -agregó- el mundo musulmán deberá enfrentar problemas mucho más grandes aún”.

La advertencia de la máxima autoridad musulmana chií reflexiona, una vez más, sobre las graves tensiones que mantienen Irán y Arabia Saudita, ambas comprometidas en extender su influencia sobre el islam y sobre la región. Khamenei acusa a la dirigencia de Riad de ser un “poder opresivo” y de mantener una “alianza con el sionismo y los EEUU”. “No renuncian a ninguna traición para perseguir sus planes”.

En el centro de las invectivas del gar Ayatolá está la política saudita en Oriente Medio, con la dirigencia de Riad comprometida en “formar, armar grupos takfiristas y rebeldes”, que alimentan las “guerras internas” en el mundo musulmán, poniendo a “fuego y hierro” a muchos países. “Son pequeños Satanás -concluyó- que tiemblan con solo pensar en poner en peligro los intereses del Gran Satanás (los EEUU)”.

Irán (chií) y Arabia Saudita (suníes) están enfrentados en muchas de las más importantes cuestiones que agitan el tablero medio-oriental, desde el conflicto sirio a la guerra en Yemen. La tensión fue en aumento tras la ejecución de un dignatario chií en el reino a principios de este año, al cual siguió el asalto a la embajada saudita en Irán y la consiguiente clausura de la representación diplomática.

Además, las relaciones entre las dos potencias del mundo musulmán estaban ya en sus mínimos históricos desde el mes de setiembre de 2015, luego del dramático accidente ocurrido en la última peregrinación a la Meca. Se trató de una riña en Mina, cerca de la Meca, que causó miles de víctimas, 2070 según la estadística de Reuters. En esa oportunidad, Irán acusó a las autoridades sauditas de “mala gestión” e “incompetencia”, planteando la hipótesis de que el accidente había sido premeditado.

El Hajj (peregrinación) es considerado uno de los cinco pilares del islam, y todo buen musulmán debiera realizarlo al menos una vez en su vida. Arabia Saudita a menudo ha usado el permiso para llegar a la Meca con finalidades políticas; así, a los sirios hace ya tres años que se les prohibe acudir a la ciudad santa musulmana.