Katmandú y Delhi, tensión por el homicidio de un hindú durante las protestas de miembros de tribus
Katmandú (AsiaNews) – Los gobiernos de Nepal y de la India están enfrentados, luego del homicidio de un ciudadano hindú, quien se había plegado a las protestas de la minoría madhesi en la frontera de Birgunj, en la región meridional de Terai. Mientras las autoridades de Katmandú se quejan de la injerencia infundada de Delhi en las cuestiones nepalesas, denuncian, al mismo tiempo, la presencia de policías hindúes, infiltrados entre la multitud de manifestantes, y el premier hindú Narendra Modi se comunica telefónicamente con su par, a fin de pedir explicaciones sobre el incidente en el cual quedó involucrado el ciudadano hindú.
Las relaciones entre los dos países de Asia meridional están volviéndose cada vez más tensas, a causa de las prolongadas protestas de las minorías, apoyadas por la India, que se quejan de haber sido ignoradas en el texto constitucional. Los manifestantes están poniendo al rojo vivo la parte meridional del país desde hace ya 81 días –es decir, desde que fuera promulgada la primera constitución laica de Nepal- . Por otro lado, como represalia, la India desde hace 40 días está poniendo en acto un embargo sobre las mercaderías exportadas en Nepal, que está arrastrando al país a la miseria, y que ha obligado al gobierno nepalés a buscar nuevas rutas comerciales con China.
Ayer, la policía nepalesa apostada en Birgunj, el más importante sitio de tránsito entre la India y Nepal, hirió de muerte a Ashish Kumar Ram, un ciudadano de nacionalidad hindú de 25 años, que se había unido a las protestas de los madhesi. La policía informa que “Ram fue alcanzado por un proyectil cuando las acciones de los manifestantes de volvieron más violentas, con el lanzamiento de piedras hacia los agentes, y la policía abrió fuego a fin de volver a poner la situación bajo control”.
Durante los enfrentamientos también fueron heridos seis policías, quienes recibieron atención médica en los hospitales locales. Satya Narayan Mandal, ministro y representante de la etnia madhesi, denuncia: “Hemos sabido que la India está infiltrando miles de sus policías vestidos de civil con el objetivo de defender sus intereses en el desorden. Esto va en contra del derecho internacional. La infiltración de estos agentes está difamando y debilitando los derechos de los madhesíes”.
Por su parte, el Ministro de Relaciones Exteriores hindú expresó su preocupación por el homicidio de Ram e invitó a Nepal a suspender el uso de la fuerza. También el primer ministro Modi llamó a la calma y se comunicó telefónicamente con el primer ministro nepalés, Khadga Prasad Sharma Oli. Durante la conversación –que duró 25 minutos- los dos jefes de gobierno discutieron sobre la situación, y Modi habría dicho “comprender el dolor y el sufrimiento del pueblo madhesi, y no tener interés alguno en fomentar la revuelta”, sosteniendo, al mismo tiempo, “que las autoridades de Katmandú deben resolver el problema”.
Según Bhekh Bahadur Thapa, diplomático nepalés y ex embajador en la India, “lo que está sucediendo entre Nepal y la India es un encuentro de boxeo ‘tras las sombras’. Nepal debe defender su soberanía territorial y afirmar su Constitución”.