Joven musulmán: la condición precaria de los cristianos en mi país
La Constitución prevé la libertad religiosa, pero en el preámbulo se define también al islam como una característica de identidad del país. La apostasía no es un delito, pero lo es el convencer a un musulmán a cambiar de religión. Liberado un cristiano argelino acusado de haber ofendido a Mahoma.
Argelia (AsiaNews)- ¿Está claro el contexto de Argelia? La gran mayoría de los argelinos son musulmanes sunitas. Hay también algunos centenares de judíos argelinos. Se calcula que hay entre 20.000 y 100.000 cristianos, pero lamentablemente no existen estadísticas precisas disponibles.
Casi todos los cristianos son extranjeros, muchos son originarios del África sub-sahariana. Sin embargo, hay comunidades católicas y protestantes en el país. La Iglesia católica es la comunidad cristiana más numerosa y está organizada en 4 diócesis. Hay comunidades evangélicas, en particular en la región de Cabilia. Por otro lado, hay también musulmanes que se convirtieron al cristianismo y los que lo han hecho se han unido, en su mayoría, a las comunidades evangélicas.
En cuanto al marco jurídico, el preámbulo de la Constitución de Argelia considera el islam como un elemento fundamental de la identidad del país [1] El Art. 2 estipula que el islam es la religión de Estado y el Art. 10 prohibe a las instituciones del Estado realizar actos que vayan contra la moral islámica. Sin embargo, la paradoja está en los artículos 36 y 73. El primero garantiza la libertad de conciencia, que comporta la libertad de culto en los límites de la ley, si bien esto no está indicado de manera explícita en el texto. Y la segunda especifica que sólo un musulmán puede ser presidente.
El sistema jurídico argelino no considera la apostasía como un delito penal. Las infracciones vinculadas a la religión están contempladas en el Art. 144 bis del Código penal, que prevé una pena de detención que va de 3 a 5 años y una multa que puede ir de 50.000 (unos 356 euros) a 100.000 dinars argelinos (aproximadamente unos 712 euros); para quien ofenda al profeta o a los enviados de Dios, o denigre el dogma o los preceptos del islam, ya sea con la escritura, el dibujo, la declaración o cualquier otro medio. Es decir, es un artículo amenazador que impide criticar el islam y sobre todo, los esfuerzos en pos de nuevas interpretaciones coránicas.
Además, si bien por un lado Argelia permite a las organizaciones religiosas poder participar en obras humanitarias, por el otro castiga el proselitismo realizado por los cristianos con una multa y una pena de detención que puede llegar hasta los 5 años para quien “incite, obligue o use métodos de seducción tendientes a convertir a un musulmán a otra religión, o utilice para este fin las instituciones de enseñanza, instrucción, sanitarias, de carácter social o cultural o de instituciones de formación, (…), o con cualquier medio económico”[2].
En 2006, el presidente Abdelaziz Bouteflika ha promulgado el decreto 06-03 para reglamentar la celebración de los cultos diversos del islam. Si bien no se prohibe la conversión en cuanto tal, la norma prohíbe todos los intentos de convertir a un musulmán a otra religión o de “comprometer la fe de un musulmán”.
Además, el 2 de marzo pasado, un cristiano argelino originario de Wilaya (provincia argelina) de Tiaret, situada en el sudoeste de la capital Argel, detenido por las fuerzas de seguridad por posesión de libros evangélicos, se presentó ante el Tribunal de Frenda, ciudad de la misma provincia. Él es acusado de haber “comprometido la fe de un musulmán” y fue condenado por la fiscalía de la República a 6 meses de prisión y a una multa de 50 mil dinars argelinos.
La libertad de culto está amenazada en Argelia, la ley no protege a los cristianos, es más, los condena. Los artículos se contradicen entre sí y son paradójicos. Los libros y los manuales cristianos son raros en el país y los cristianos no se sienten libres de portarlos. En virtud del decreto 06-03, los argelinos son pasibles de una multa variable de hasta 1 millón de dinars y una pena de 5 años de prisión por la impresión, el almacenamiento o la distribución de material destinado a convertir musulmanes. Es el caso de Slimane Bouhafs, un cristiano defensor de los derechos humanos, encarcelado en 2016 por ofender al profeta con algunos artículos posteados en las redes sociales.
Ex funcionario de la presidencia de la República, él fue condenado en primera instancia a un período de cárcel de 6 años, pena confirmada en la apelación. Esta última suscitó una reacción popular, en particular en la región de Bajaia (Cabilia), a pesar de que él sea originario de la región de Setif. La polémica fue alimentada por el hecho de que él había expresado publicamente ser cristiano. Hace uno 10 días atrás y gracias a su familia y a sus amigos, Slimane Bouhafs fue liberado por la justicia argelina después de 2 años enteros de detención arbitraria. En un país en el cual el islam es la religión de Estado, él osó publicar fotografías donde se ve una caricatura del profeta Mahoma. En otras palabras, es mejor ser musulmanes en Francia que cristianos en Argelia. El Islam en este país es una imagen de todos los otros países musulmanes: una religión que tiene Estados, predicadores, soldados y financiamiento que han construido juntos el templo de la sagrada ignorancia.
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[1] http://www.constitutionnet.org/sites/default/files/algeria_french.pdf
[2] http://www.loc.gov/law/help/apostasy/#_ftn11,%20http://www.lexpressiondz.com/actualite/228266-la-loi-interdit-le-proselytisme.html,%20http://www.joradp.dz/FTP/jo-francais/2006/F2006012.pdf
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