Joló, tras la pista de Abu Sayyaf. Atentado a mezquita de Zamboanga: fue por disputas, no en venganza
Se excluye un posible nexo con el atentado a la catedral de Joló. Las explosiones en la iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo quizás fueron obra del artificiero yihadista Kamah. Los líderes religiosos de Zamboanga advierten: “Hay que impedir que la situación degenere en un conflicto religioso”.
Zamboanga (AsiaNews/Agencias) – Los militantes de Ajang-Ajang, una facción del grupo islamista Abu Sayyaf, continúan siendo los principales sospechosos por el atentado a la catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo, en Joló (provincia de Sulu), reivindicado por el Estado Islámico (EI). Esta pista, que fue seguida por los investigadores desde las primeras horas posteriores al atentado del 27 de enero pasado, ha sido confirmada por la policía nacional (PNP) y por las Fuerzas Armadas Filipinas (AFP). Las autoridades excluyen un posible nexo entre las explosiones de Jolo, que se llevaron la vida de 21 personas, y la granada lanzada tres días después contra una mezquita de Zamboanga City, que causó la muerte de dos predicadores. Según los investigadores, el móvil del atentado en el lugar de culto islámico no es la furia de venganza de los cristianos, sino un ancestral método de resolución de disputas entre clanes islámicos: el “rido”. Para evitar el riesgo de nuevas tensiones sectarias, los líderes religiosos musulmanes (los ulemas) locales llaman a mantener la calma y la unidad entre las personas de todos los credos.
En tanto, prosiguen las investigaciones y los operativos militares contra la red terrorista que estuvo detrás del atentado a la comunidad católica de Joló. Oscar Albayalde, director general de la PNP, revela que detrás de las explosiones podría estar la mano de Kamah, un infame artificiero islamista. Según los registros de que disponen las fuerzas de seguridad, el terrorista amenazó con llevar adelante acciones contra la catedral desde su retorno de Sabah (en el Borneo malasio). Albayalde sostiene que Kamah es uno de los hermanos de un difunto comandante de Abu Sayyaf. Por otro lado, Shellamie Chang, vocero de la policía de Zamboanga City, afirma que la investigación sobre el atentado contra la mezquita de Kamahaldikaan, en el vecindario de Talon-Talon, se concentra en dos móviles posibles: el “rido”, una de las principales causas de violencia entre las familias de la zona; y la política, siendo que una de las víctimas era un consejero de la localidad de Basilan. El Cnel. Gerry Besana, vocero del Comando militar de Mindanao occidental, informa que los investigadores están examinando las posiciones de dos “personas de interés”.
Anoche, el Consejo de los ulemas de la península de Zamboanga condenó el atentado y reiteró su llamamiento a la “vigilancia y sobriedad, en estos tiempo turbulentos e inestables”. “Pedimos a todos, musulmanes y cristianos de igual manera, mantener una solidaridad y armonía como sostenedores de la paz y hacer todo lo posible para impedir que la situación degenere en un conflicto religioso”, se lee en el comunicado difundido por los religiosos. Las dos víctimas del ataque a la mezquita eran miembros de Jamaah Tableegh, un movimiento islámico misionero de inspiración sunita. Haji Ridwan Julpali, un miembro veterano de la organización, subraya que los musulmanes y cristianos deben “formar un frente común contra cualquier amenaza a la libertad religiosa”. “No debemos permanecer aferrados al odio. Musulmanes y cristianos deben permanecer unidos, alimentar el amor entre ellos y fortalecer la devoción a Dios”, concluye Julpali.
30/01/2019 10:05