Jesuita indonesio: Yakarta debe admitir las matanzas de Suharto y pedir perdón

de Mathias Hariyadi

Concluye hoy el primer simposio nacional para hablar de la matanza de 500 mil comunistas que tuvo lugar en 1965. Intervienen las víctimas, varios ministros y ex generales del ejército. P. Magnus-Suseno: "El gobierno debe disculparse y decir toda la verdad. De lo contrario, es sólo hipocresía".

Yakarta (AsiaNews) - "La disculpa del gobierno tiene que llegar al final del proceso. Si lo hace durante la conferencia, será sólo hipocresía. La reconciliación puede ser ofrecida a las víctimas sólo cuando se cuente toda la verdad". Con estas palabras, el p. Franz Magnus-Suseno SJ, profesor de filosofía y experto en el comunismo, comenta el primer simposio nacional para discutir la tragedia de 1965, cuando fueron asesinadas 500 mil personas miembros o simpatizantes del Partido Comunista de Indonesia (PKI). El foro se abrió ayer en el centro de Yakarta y termina hoy. En él participan las víctimas, varios ministros y ex generales del ejército: las medidas de seguridad son muy estrictas.

El 30 de septiembre de 1965 algunos altos oficiales del ejército murieron en un intento de golpe de Estado de miembros desviados del cuerpo de seguridad del presidente Sukarno. Los conspiradores fueron acusados de mantener contactos con el Partido Comunista y el presidente fue depuesto el año siguiente. El posterior ascenso al poder del general Suharto - que gobernó hasta 1998, con el apoyo de los Estados Unidos, la CIA y el bloque occidental anti-soviético y anti- chino - ha dado lugar a una verdadera masacre de miembros y simpatizantes del partido, muertos o encerrados en la cárcel, perseguidos con violencia y brutalidad. El comunismo fue proscrito y prohibida su ideología. Muchos de los afiliados fueron enviados al exilio en la isla-prisión de Buru, sin juicio ni defensa en juicio.

El de ahora es el primer encuentro oficial - querido por algunos miembros del gobierno - de discusión de uno de los capítulos más oscuros de la historia de Indonesia, bien recibida por los grupos de activistas que durante años han estado pidiendo justicia para los familiares de las víctimas. En un ambiente de paz, los hijos de los generales muertos han fraternizado con los descendientes de la élite comunista.

El dictador Suharto ha a menudo defendido sus purgas definiéndolas una reacción a la amenaza comunista y afirmando que sólo el ejército podía poner remedio al estallido de una guerra civil. También se discute las palabras del ex ministro de Seguridad Luhut B. Panjaitan, quien hablando en el foro ha negado que el gobierno tenga que pedir perdón a cualquier parte específica de la sociedad, reiterando que Indonesia tiene la fuerza para dejar atrás uno de sus momentos más oscura.

El P. Magnus-Suseno afirma que el gobierno debe evitar cualquier omisión de la verdad en la reconstrucción de la tragedia, marcando como "ridícula" las afirmaciones del general Sintong Panjaitan durante el simposio, según el cual el número de muertos o desaparecidos sería inferior a la reportada en general. Según el jesuita - que asiste a la conferencia - la reconciliación nacional sólo puede lograrse si se cumplen cuatro puntos:

1) Una declaración clara del gobierno que afirme la realidad de la matanza, que condene la tortura, las detenciones, los juicios injustos y las ejecuciones sumarias.

2) El silenciamiento de las voces negacionistas del ejército. No hubo guerra civil: lo que ocurrió fue una masacre contra la población, preparada con una fuerte propaganda anticomunista.

3) Un resarcimiento a las víctimas y sus familias.

4) La rehabilitación política de los ciudadanos de Indonesia que durante décadas han sido marginados porque se consideran afiliado al Partido Comunista y los exiliados.

El P. Aloysius Purwohadiwardoyo, profesor de teología en la Universidad de Yogyakarta, cree que el actual presidente Yoko Widodo es la persona adecuada para lograr la paz: "Él no tiene ninguna conexión histórica con ese pasado. ¿Siendo el régimen de Suharto el que hizo esos hechos horribles, por qué esta administración no debe continuar en el proceso de paz?".