Hong Kong se levanta después del tifón Mangkhut. Caos en el transporte: más de 600 calles cortadas
Árboles caídos tapan el paso en las calles; la red metropolitana de subterráneos funciona con demoras; recorridos de autobús cancelados. Las estaciones de subterráneo se encuentran invadidas hasta lo inverosímil. Los rascacielos tiemblan; vidrios rotos; 900 vuelos cancelados. Todas las misas del domingo se adelantaron y se celebraron en la tarde del sábado. Apagones temporarios en los Nuevos Territorios. En Macao, se inundaron algunas calles del centro. Hay 17 heridos.
Hong Kong (AsiaNews) – El caos en los medios de transporte público es quizás la herida más grande que ha dejado en Hong Kong el paso del potente tifón Mangkhut, que durante toda la jornada de ayer, desató una fuerte tormenta sobre el territorio. Más de 600 calles han quedado bloqueadas a causa de la caída de árboles, tornando imposible el transporte; la mayor parte de los servicios de autobús se suspendieron; numerosos tramos de ferri - que conectan las islas – y de la metropolitana (MTR) fueron cancelados.
Esta mañana, al ver que no funcionaban los autobuses, la gente se volcó a las MTR y algunas estaciones fueron invadidas hasta lo inverosímil (foto 1). En las estaciones de Sha Tin, Tsuen Wan, Tai Wai y Tai Po, la gente tuvo que esperar casi una hora para lograr tomarse un tren.
“Ahora estamos tranquilos –afirma Joseph – pero ayer, cuando el tifón soplaba sobre nuestras cabezas, era espantoso”.
Mangkhut, uno de los tifones más potentes que haya golpeado jamás el territorio, dejó la ciudad paralizada durante toda la jornada de ayer, forzando a las personas a permanecer en casa por al menos 10 horas, mientras la señal de alerta marcaba máximo peligro (Nro. 10). Debido a la fuerza del viento, que alcanzó los 195 km/h, llegaron a temblar algunos rascacielos; en Hung Hom, el viento hizo trizas los vidrios de las ventanas de un edificio comercial (foto 2), haciendo volar hojas y objetos de los edificios; las calles quedaron cortadas por los árboles caídos, arrancados de raíz por la fuerza del viento. Previendo el tifón, la diócesis de Hong Kong adelantó todas las misas dominicales al sábado por la tarde.
La tempestad produjo una subida del nivel de mar; en Tsim Sha Tsui, la zona comercial de la isla de Kowloon, las olas alcanzaron los cuatro metros de altura (foto 3). El túnel de Aberdeen se inundó y quedó parcialmente clausurado. En el aeropuerto, cientos de pasajeros quedaron paralizados tras la cancelación de casi 900 vuelos. Las autoridades aeroportuarias dijeron esta mañana que necesitarán cuando menos dos días para que las cosas vuelvan a la normalidad.
El tendido eléctrico quedó dañado en algunas líneas, afectando a cuando menos 40.000 clientes, que sufrieron apagones temporarios, sobre todo en los Nuevos Territorios. A causa de los desequilibrios en la tensión, los hospitales debieron recurrir a equipos electrógenos, pero hoy la situación ha vuelto a la normalidad. Entre ayer y hoy, cerca de 200 personas fueron ingresadas para recibir atención médica hospitalaria.
A causa de las dificultades para llegar a los lugares de trabajo, en las redes sociales se cuestiona al gobierno por no haber proclamado un feriado en el día de hoy. Ronny Tong Ka-wah, del Consejo ejecutivo, explicó, en una entrevista, que “el gobierno no tiene poder para entrometerse en los contratos entre empresarios y empleados”, y que no hay ninguna ley por la cual el gobierno pueda eximir a la gente de ir a trabajar.
En la cercana Macao, al menos 20.000 familias se han quedado sin electricidad; los casinos permanecen cerrados; algunas de las principales arterias que se conectan con el aeropuerto han quedado inutilizables. Cuando menos 17 personas resultaron heridas.
17/12/2016 13:14
