Hariri pide el apoyo del Papa para la formación del gobierno libanés

Ayer el Pontífice recibió en audiencia al Primer Ministro en funciones. La conversación se centró en la crisis política y las demoras en la formación del Ejecutivo. El Pontífice expresó su temor de que el enfrentamiento político pudiera tomar un giro confesional. El líder suní subraya el papel del Vaticano para hacer frente a las múltiples crisis que atraviesa el país.

Beirut (AsiaNews) - "Creo que el Vaticano, más que nadie, sabe cuál es el problema del Líbano". En estos términos - lleno de confianza- se expresó ayer el Primer Ministro líbanes Saad Hariri, tras ser recibido en audiencia por el Papa Francisco. Al término del encuentro se reunió con el Secretario de Estado, Card. Pietro Parolin, y el Secretario para las Relaciones con los Estados, Monseñor Paul Gallagher. El primer ministro designado multiplica en este momento las reuniones internacionales para pulir las dificultades y diferencias que le impiden, desde hace más de ocho meses, formar el nuevo ejecutivo. Y al mismo tiempo, quiere poner en guardia a aquellos partidos y facciones que se niegan a transigir y "quieren que Líbano se hunda".

Como trasfondo, el líder de la Corriente del Futuro intenta convencer a la diplomacia vaticana de que su batalla es puramente política, mientras que Gebran Bassil, líder de la Corriente Patriótica Libre (CLP) quiere presentarse expresamente como el paladín de los "derechos cristianos". Algunas fuentes cercanas a la Corriente del Futuro, consultadas por L'Orient-Le Jour (LOJ), afirman que "la delegación que se reunió con el Papa informó de la voluntad [del Pontífice] de que el actual enfrentamiento político en el Líbano no tome una deriva confesional. Según la misma fuente, el Papa señaló que el problema no se refiere a los derechos de los cristianos, sino a “los derechos de los libaneses”.

El director de la Oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, dijo a los periodistas que "durante la audiencia privada concedida a Hariri, que duró unos 30 minutos, el Papa quiso confirmar su cercanía al pueblo libanés, que vive un momento de gran dificultad e incertidumbre." "Apeló a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas para trabajar lo más rápido posible por el bien de la nación".

"Reafirmando su deseo de visitar el país tan pronto como la situación lo permita, el Papa Francisco expresó el deseo de que el Líbano, con la ayuda de la comunidad internacional, vuelva a encarnar [...] un gran pueblo, reconciliado con su vocación de ser una tierra de encuentro, de convivencia y de pluralismo", concluyó Bruni, citando un pasaje de un mensaje enviado por el pontífice al pueblo libanés a su regreso del viaje apostólico a Irak.

Por su parte, durante la conferencia de prensa, Hariri dijo que, en el diálogo con el pontífice, evocó "el papel que el Vaticano puede desempeñar para ayudar al Líbano a afrontar las crisis que atraviesa", tras ocho meses de esfuerzos infructuosos para formar gobierno. "En este sentido, hay dificultades externas que se refieren a Gebran (Bassil) y sus aliados", dijo, aludiendo a Hezbolá. "He pedido al Vaticano que intervenga en la medida de lo posible. La opinión mayoritaria es que Hezbolá está utilizando la formación del gobierno en el Líbano como una moneda de cambio en el enfrentamiento crónico entre Irán y Estados Unidos”, comentó.

Hariri continuó diciendo que la iniciativa francesa para poner fin a la crisis en el Líbano, impulsada por el presidente Emmanuel Macron el pasado primero de septiembre en Beirut "sigue siendo válida", a sabiendas de que el Papa ha mencionado en más de una ocasión los problemas del Líbano con el inquilino del Palacio del Elíseo. "Creo que el Vaticano sabe más que nadie en qué consiste el problema del Líbano”, añadió.

El primer ministro en funciones luego recordó que el Patriarca Beshara Raï "apoya la formación de un gabinete compuesto por expertos independientes". "Cualquier declaración contraria a esto, que procure un Ejecutivo formado por expertos y “políticos”, proviene de fuentes conocidas”, continuó, en una clara alusión al bando del presidente de la República, Michel Aoun.

"Lo que ocurre en el Líbano es que hay una parte que quiere una economía libre y otra que quiere apropiarse de la electricidad y otros sectores estratégicos", dijo Hariri, arremetiendo nuevamente contra el jefe del Estado, contra su yerno Gebran Bassil y su aliado, Hezbolá, “Y sólo quiere ocuparse de una parte del plan económico", agregó. "Estamos en una situación extremadamente mala, pero la formación del gobierno ayudará a detener el colapso". “Siempre que no haya quien quiera el colapso del Líbano, para poder mantenerse en la escena política".

Por último, respondiendo a las críticas del jefe de Estado y de su bando sobre los viajes al extranjero, el líder suní Hariri dijo que su intención es "encontrar los medios para ayudar al Líbano". “Quizás también hay quien hace turismo dentro del palacio presidencial". Además, aclaró que estas giras "son preparatorias, para la formación del gobierno". "Es para ganar tiempo; es como si hiciéramos primero las giras que tendríamos que hacer después de la formación del gobierno”, aclaró.

Hariri dijo que al Papa "le gustaría venir al Líbano, pero sólo después de la formación de un gobierno".

En la agenda de Hariri también figuran reuniones con el primer ministro italiano, Mario Draghi, y el ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio.

El encuentro en el Vaticano se centró "en las relaciones históricas entre la Santa Sede y el país de los cedros y en el papel que puede desempeñar el Vaticano para ayudar al Líbano a afrontar las crisis que atraviesa", indicó la oficina de prensa del primer ministro en funciones al término de la audiencia. Y como es habitual, el Primer Ministro designado entregó al Pontífice un regalo: una obra de arte que representa a San Jorge matando al dragón, realizada por cristianos palestinos que viven en Colombia desde hace tres generaciones

A su llegada a Roma, el Primer Ministro designado estuvo acompañado por el ex ministro Ghattas Khoury y un asesor. (FN)