Hanói ‘vende a muy bajo precio’ zonas económicas a Beijing
La Asamblea nacional se prepara al voto por una cesión de las zonas económicas de Vân Đồn, Bắc Vân Phong y Phú Quốc. El ex parlamentario Nguyễn Minh Thuyết: “Las inversiones chinas no son otra cosa que una explotación intensiva y daños al ambiente”. Docente católico: “Con el dominio de Beijing, nace un peligro para el catolicismo vietnamita”.
Hanói (AsiaNews) – “Lo que están haciendo las autoridades es vender nuestro país a China. Es cuanto declara el señor Thuận, maestro católico de una escuela primaria, sobre los próximos acuerdos comerciales entre el gobierno de Hanói y los “hermanos comunistas” chinos. Como él, millones de vietnamitas temen que el régimen pliegue a la nación a la voluntad de Beijing, cuando el próximo 15 de junio la Asamblea nacional votará el proyecto de ley sobre “unidades administrativo-económicas especiales”. En particular, los legisladores deliberarán sobre la creación de 3 importantes polos económicos chinos en Vân Đồn (provincia de Quảng Ninh), Bắc Vân Phong (Khánh Hòa) y en la isla de Phú Quốc (Kiên Giang).
Si aprobado, gracias a particulares incentivos la medida, permitiría a los capitalistas rojos chinos la adquisición por 99 años los derechos de explotación de las zonas, situadas en regiones de importante interés geopolítico. Los vietnamitas, en patria y en el extranjero, expresan el temor que estos territorios puedan convertirse en “tô giới”, reinos subyugados a China, menoscabando la soberanía nacional.
Vân Đồn es uno estratégico distrito insular de la provincia nororiental de Quảng Ninh, en la frontera con China. Situado a los largo de la bahía de Bái Tử Long, este reagrupa a 600 entre islas y atolones que se extienden sobre una superficie de más de 550 Km cuadrados. Instituida en 2006, la zona económica especial de Bắc Vân Phong tiene un área de 1.500 Km cuadrados y es un importante centro turístico y económico. De esta zona es posible controlar los trechos comerciales que atraviesan el Mar Chino meridional, objeto de las miras de Beijing. La isla de Phú Quốc, grande 574 km2, garantiza en cambio el control de la supremacía en el Golfo de Tailandia, pasaje fundamental para las naves que atraviesan los océanos Pacífico e Índico.
Justificando la inquietud de los ciudadanos, el ex parlamentario Nguyễn Minh Thuyết afirmó ayer: “Las islas Spratly y las Paracel ya terminaron en manos de Beijing. A ellas se pueden agregar los bosques a lo largo de la frontera, áreas claves para el territorio vietnamita; las costas de Nha Trang, Đà Nẵng e Vũng Áng, en la provincia de Hà Tĩnh. Estas zonas son explotadas en modo intensivo y el ambiente es devastado. La contaminación de suelo, agua, aire está dañando la salud de los millones de personas que allí viven”.
Nguyễn Xuân Nghĩa, conocido periodista vietnamita-americano y experto de economía internacional, declara: “Los contenidos del proyecto de ley relativo a tres ‘zonas económicas especiales autónomas’ se relacionan con la sobrevivencia de la nación y de su pueblo. Debemos considerar que las tres zonas podrían ser tomadas en concesión de un país extranjero por casi 1 siglo”.
Desde hace años, expertos vietnamitas e internacionales afirman que “los principales proyectos del gobierno chino en Vietnam fracasaron o han dañado el ambiente en modo terrible”. Entre ellos están el Highland Bauxite Project; el establecimiento de la Formosa Steel Company di Vũng Áng, en la provincia de Hà Tĩnh; los proyectos de Dung Quất y Nhân Cơ, etc. El gobierno continúa todavía actuando una economía política muy arriesgada. Los expertos denuncian que, una vez que esté en posesión de las 3 zonas económicas, Beijing podría colocar Fuerzas armadas para proteger los intereses chinos, las autoridades vietnamitas, una vez cedida la jurisdicción, no podrán más acceder a los territorios.
El señor Thuận declara a AsiaNews: “Yo soy un católico, mi voz tiene poca importancia. No puedo llamar a los vietnamitas a protestar contra el gobierno. Lo que están haciendo las autoridades es vender nuestro país a China. Los católicos deben sr conscientes y contribuir a salvaguardar la nación. Con la adquisición de los territorios, dentro del año 2020, China podría controlar a todo Vietnam, ejercitando su ‘soft power’ sobre la economía, las financias y la cultura local. Si todo esto sucediese, el catolicismo estaría más amenazado por el comunismo y se encontraría en enfrentar inmensas dificultades”.
26/06/2017 14:47