Gracias a Putin, China obtiene el petróleo de Tartaristán
El grupo Siburom ha adquirido TAIF, el holding vinculado a la industria del petróleo. Los principales accionistas son el multimillonario ruso Leonid Mikhelson y el oligarca Gennadij Timčenko, uno de los hombres de Putin. Sin embargo, las acciones de Siburom no se colocan libremente en el mercado, sino que se ofrecen a algunos socios privilegiados se trata de varias empresas offshore de origen chino. Se espera que los beneficios se dupliquen, que haya "nuevos puestos de trabajo" y "nuevos ingresos" para la república cercana a los montes Urales.
Moscú (AsiaNews) - El gigante petrolero TAIF fue adquirido por el grupo Siburom, en una vertiginosa operación en la que participaron las autoridades estatales rusas, las de la república de Tataristán y los inversores chinos. La noticia se dio a conocer ayer y causó sensación. TAIF nació en 1995 y sus siglas indican la unión de inversores locales y estadounidenses (Tataro-Amerikanskye Investitsii i Finansy). Durante muchos años, el grupo supo ser el símbolo de la independencia de la república tártara, situada cerca de los montes Urales, que hacía negocios con todo el mundo sin pasar por Moscú.
El principal beneficiario del colosal acuerdo de venta es el primer presidente de Tartaristán, Mintimer Šaymiev, quien desde el 2010 se desempeña como "asesor" del actual presidente, Rustam Minnikhanov. Šaymiev (en la foto, a la derecha) había acomodado a sus parientes en altos cargos de TAIF, junto con otros de las principales familias oligarcas de la república. Con la compra de la petrolera, Siburom se convierte en el principal actor del mercado ruso de procesamiento de petróleo y gas, aunque hay que esperar a la evaluación de la Agencia Rusa contra los Monopolios, que no debería oponerse a la operación.
El principal accionista de Siburom es el multimillonario ruso Leonid Mikhelson, y el segundo (con el 17%) es otro oligarca, Gennadij Timčenko, uno de los hombres de Putin y blanco de las sanciones occidentales desde 2014. Este último ha cedido buena parte de sus propiedades al yerno de Vladimir Putin, Nikolaj Šamalov, para que el presidente ruso pueda controlar negocios colosales como el que se celebró en el país de los tártaros.
Como compensación, los ejecutivos de TAIF recibieron el 15% de las acciones del grupo que se acaba de vender, y el propio ex presidente Šaymiev se mostró entusiasmado con el acuerdo, convencido de que "los beneficios del grupo se duplicarán, y para nosotros esto significa nuevos puestos de trabajo y nuevos ingresos para el presupuesto republicano".
El problema es que las acciones de Siburom no se colocan libremente en el mercado - como se prometió por años-, sino que se ofrecen a socios privilegiados. El último director de Siburom que intentó sacar las acciones del grupo al mercado, Jakov Goldovsky, fue detenido en 2002, en los albores de la era "vertical" de Putin.
Los principales compradores de las acciones petroleras son, en realidad, varias empresas off-shore provenientes de China, sobre las que no se publica ninguna información -ni en la prensa ni en los canales financieros. De este modo, aún cuando no aparezca mencionado oficialmente, China se queda con el petróleo ruso, tras haber recompensado generosamente a los oligarcas rusos y a los jefes del poder local.
13/05/2021 13:23