Estambul, crisis económica y desocupación alimentan los ataques contra los refugiados sirios

En las últimas semanas aumentaron las violencias contra actividades gestionadas por los sirios escapados de la guerra. El gobierno parece desmentir las políticas de acogida del pasado en nombre de la “solidaridad musulmana”. Y también el nuevo-gobernador anti-Erdogan usa eslóganes nacionalistas.

Estambul (AsiaNews/Agencias)- Entre los refugiados sirios en Turquía crece el miedo de ataques y violencias, después de los episodios de las últimas semanas que han provocado un clima difundido de alerta. El último, en orden de tiempo, data de los días pasados y se relaciona con un barbero en Kucukcekmece, distrito obrero de Estambul. Lo narra el mismo titular, Ahmad Yassine, que estaba trabajando cuando un multitud enfurecida se presentó frente a su negocio y atacó su negocio, junto a otros negocios en manos de los sirios.

“Nos han tirado piedras-Cuenta Yassine a Afp- rompiendo todos los vidrios”. Dentro del negocio había 3 personas “llenas de miedo” prosigue el joven, que escapó hace 6 años de Alepo. “No logramos irnos- concluye- antes de la medianoche, a la una de la madrugada”. Entre los refugiados sirios el temor, ni siquiera demasiado escondido es que pueda nacer una escalada en un contexto ya de por sí crítico, alimentado por un lenguaje xenófobo en la reciente campaña electoral.

Turquía hospeda el mayor número de refugiados en el mundo, entre los cuales 3,5 millones de sirios (500 mil sólo en Estambul) obligados a escapar a causa de la guerra. Una acogida que Ankara deseaba fuese temporánea, pero se prolungó en el tiempo y hoy contrasta con una situación económica general difícil. También este elemento contribuyó en limitar siempre más la política de la hospitalidad.

Un estudio de la universidad Kadir hai de Estambul demuestra que el malestar de los turcos hacia los refugiados sirios creció en los últimos años, pasando 54,4% de 2017 al 67,7 de 2019. Y la tensión crece: lo que provocó el asalto al barbero de Kucukcekmece según las voces que corren-desmentidas por la policía- fue provocado por un joven sirio que habría insultado a una joven turca.

Mohammad Amari, de 27 años originario de Damasco hace 6 meses, descubrió una mañana que su panadería había sido asaltada. También otro objetivo fue un restaurante turco, el Esat Sevim, que se encuentra en la zona, porque entre sus empleados hay personal sirio.

Por otro lado, con una economía en dificultad, una inflación en aumento y el pico en la desocupación sobre todo juvenil, los sirios se convierten en un fácil elemento de represalia. Y también otros, como Murat, obrero de Kucukcekmece, están contra la violencia y al mismo tiempo se augura la repatriación de la gran parte de los refugiados porque “ya no se encuentra más trabajo”.

La cuestión de los refugiados sirios fue uno de los temas de las recientes elecciones administrativas y también el vencedor (anti-Erdogan) de la municipalidad de Estambul, Ekrem Imamoglu en varias oportunidades usó la frase “Esta es Turquía, esta es Estambul” para pegar carteles e insignias en lo negocios escritos en árabe. Y en las redes sociales es siempre mayor visibilidad el hashtag #SyriansGetOut (¡sirios váyanse!).

En este contexto también el presidente Recep Tayyip Erdogan parece desmentir la campaña de acogida “en nombre de la solidaridad entre musulmanes” promovida en estos años hacia los sirios. En los días pasados el ministerio del Interior anunció que no se registrarán nuevos inmigrantes sirios en la capital económica y comercial del país. Y la oficina del gobernador ordenó a 700 pequeños empresarios sirios quitar los carteles escritos en árabe sustituyéndolos con otros en lengua local.

Hay que subrayar que la gran parte de los ciudadanos turcos de Kucukcekmece tiende a minimizar sobre la gravedad de los incidentes e invita a gestos de solidaridad. Sin embargo, el clima de tensión que se respira en el país no basta para tranquilizar y los refugiados temen lo peor. “Esta vez- concluye Ahmad Yassine- nos atacaron usando piedras. ¿Pero quién puede excluir que en el futuro, nos ataquen usando armas?