Escritor argentino: El espíritu de Madre Teresa me ayudó en el sufrimiento
El autor comenzó a escribir ya desde pequeño, mientras estaba en la “búsqueda de Dios”. En 2007 un amigo lo invita a visitar una casa de las Misioneras de la Caridad en Buenos Aires. Luego parte para India tras las huellas de la santa de Calcuta.
Mumbai (AsiaNews) – “El espíritu de Madre Teresa me ayudó en el sufrimiento”. Lo afirma Jesús María Silveyra, escritor católico argentino, que el año pasado perdió un hija de 37 años por un grave tumor. A AsiaNews cuenta cómo descubrió la vida y las obras de la santa de Calcuta, sobre la cual también escribió el volumen: “Tengo sed, Tras los pasos de Teresa de Calcuta”.
Comence a escribir libros en 1991, de los cuales la mayor parte son sobre temas religiosos. Soñaba con escribir desde cuando era jovencito y quería escribir textos sobre la religión porque estoy en la búsqueda de Dios. Trato de encontrar a Dios y todavía sigo en esa búsqueda.
Ya había escrito muchos otros libros, antes de escribir sobre Madre Teresa. El primero fue sobre S. Pedro. Para eso fui a Israel y luego a Roma, porque amo ir al extranjero para investigar cuánto sucedió. Por esto escribí un libro sobre san Pedro y a continuación sobre los 12 apóstoles.
Luego escribí sobre Madre Teresa porque el día de la vigilia de Navidad, si mal no recuerdo de 2007, alguno me preguntó: “¿Te gustaría ir a la casa de las Misioneras de la Caridad de Buenos Aires junto a tus 6 hijos y ver qué hacen?”. Así que fui a ese lugar llamado “Zárate”: que está a 70 Km de distancia de Buenos Aires y las religiosas trabajan con pobres con discapacidades mentales (son personas con necesidades especiales). Entré en aquella casa y luego en la capilla e inmediatamente vi la cruz con un escrito que decía “Tengo sed”. Con mi esposa leíamos todos la Biblia, pero hasta ese momento jamás le había prestado atención a esa frase “Tengo sed”. Esto suscitó en mí un gran deseo: ¿qué quería decirme Jesús?
Comencé a informarme sobre Madre Teresa y me atraía el hecho que fuese una mujer muy pequeña. ¿Cómo podía una mujer tan pequeña mover tantas cosas en el mundo? Inicié mirando un video en YouTube e internet. Recuerdo cuando recibió el premio Nobel (por la paz) y cuando habló en el Congreso americano contra el aborto. ¿Cómo es posible que una mujer tan chiquita pudiese hacer todo esto? ¿Cómo podía tener una personalidad tan fuerte? Continué leyendo su biografía y su historia, después de su nacimiento de padres albaneses. Tanto que decidí viajar a India, para recorrer su mismo viaje, reconstruir sus momentos claves y escribir un libro.
Decidí visitar 4 lugares muy especiales en la vida de madre Teresa: Calcuta, Darjeeling, Patna y Benarés . En Benarés escribió la carta a las Hermanas de la caridad, Era la carta “tengo sed”. En Darjeeling la Madre realizó su noviciado. En Patna aprendió a ocuparse de las personas en un hospital. Esta es la razón por la cual elegí estos 4 lugares.
También decidí viajar y hacer el mismo recorrido que Madre Teresa había hecho para ir a Darjeeling. Por lo tanto fui allí el 10 de septiembre. Llegué antes del aniversario de su muerte y luego realicé el viaje. Como escritor, a veces me imagino poder tocar o recorrer los mismos pasos realizados por la santa. Pero esto es imposible. Por lo tanto en este libro narro la historia de mi viaje de Calcuta a Darjeeling, a Patna, a Benarés. Y mi entrevista a sor Prema. Había escrito una carta en la cual explicaba a sor Prema que soy un escritor argentino y que quería escribir sobre Madre Teresa. Ella me respondió: “ven. hay un hotel pequeño cerca de nuestra casa. Puedes participar en la Misa y en las oraciones de cada día. Puedes visitar nuestra casa de Shanti Bhavan cerca del templo de Kali”.
Tomé el tren para Darjeeling. Durante aquel viaje, la Madre tuvo la “experiencia mística”, de “tengo sed”. Desde aquel viaje, inició a recibir mensajes de Jesús “ella llamaba a este fenómeno “La voz”). Es muy extraño porque las Hermanas de la Caridad son una congregación cuya finalidad es participar en la Sed de Jesucristo. Pero no se trata de una sed física, sino de la sed de almas. Es muy extraño entender esto a las personas normales.
Sed de almas. Entonces tomé el tren. Había viento monzón y el tren se detuvo en un lugar llamado “New Jalpaiguri”. Luego los pasajeros debían continuar en un tran más pequeño, casi un tren juguete. Cuando llegué a “New Jalpaiguri” en medio del monzón descendí del tren, esperé en la estación hasta las 7 de la mañana. Cuando llegó la hora, una persona me refirió que el tren juguete no funcionaba. ¡Oh! ¿Esto significaba que no podía seguir mi viaje hacia Darjeeling come Madre Teresa? Algo sucedió en mí y descubrí que es imposible recorrer los mismos pasos de la santa. Uno puede intentar seguir la vida de un santo, pero no puede hacer las mismas cosas. Entonces alquilé una jeep con 5 chinos y llegué a Darjeeling a bordo de este automóvil, a lo largo de un fantástico (recorrido) de montaña. habían plantaciones de té de un verde intenso y algo increíble, todo estaba sumergido en medio de las nubes. Llegé al edificio de la antigua congregación de Madre Teresa en Darjeeling. En mi viaje ´personal escalé las montañas cubiertas de té, viajando a lo largo de una ruta con mucho viento. No me sorprende que justo en este viaje Madre Teresa haya recibido la “segunda llamada”. Lo que me sorprende es que por 10 días trabajé como voluntario en el Nirmal Hriday de Calcutta (casa para la asistencia a los moribundos, ndr). Pregunté a la hermanas qué habría podido hacer y ellas me dijeron que siguiera a los voluntarios.
Tres cosas son las importantes:
“Tengo sed”
No puedes hacer las mismas cosas de un santo, puedes sólo seguir sus ejemplos.
Madre Teresa repetía un versículo de la Biblia: “Cualquier cosa hayas hecho al más pequeño de mis hermanos, lo hiciste a mí”.
Junto a un voluntario español, debía recoger las personas que estaban en la calle, llevarlos al baño y lavarlas. jamás lo había hecho en mi vida. ¿Por qué tenía que lavar a un hombre todo sucio? El muchacho español se fue o salió y me dejó solo con el necesitado. Él estaba en punto de muerte y estaba tan sucio. Mi primera reacción fue de rechazo. Pero después leí algo escrito arriba de la pared una frase de Madre Teresa: “Piensa que él es Jesucristo”. Por esa razón al final lo lavé.
Hubo otro momento en Benarés. Estaba sentado en la silla donde Madre Teresa había escrito la carta “Tengo sed” a la comunidad. Fue un momento fantástico, en el Shivala Ghat, en las orillas del río Ganges. Era la hora del crepúsculo y estaba leyendo la carta de Madre Teresa. En aquel momento percibí que Madre Teresa estaba junto a mí.
Creo que ella ha sido una de las más grandes santas de la Iglesia porque sufrió mucho y experimentó la “Noche del alma” cuando decidió dejar (la vieja congregación) para fundar una nueva. Creía que habría sido mucho más simple, en cambio fue muy duro para ella, porque se fue a trabajar con los intocables.
No importa que todo lo que hago sea tan pequeño como una gota en el océano. El año pasado perdí a mi hija Cole Silveyra, de 37 años, a causa de un cáncer. Cole tenía sólo 25 años cuando los médicos le diagnosticaron el tumor. ¿Quién me sostuvo en estos largos años en los cuales ella combatía contra su enfermedad? había perdido a mi madre, a mi hermano mayor y también al menor por la misma enfermedad. El espíritu de Madre Teresa me ayudó en el sufrimiento. Dios, Jesús y María son mi fuerza. La Madre fue un instrumento de Dios. Si es que pienso un poco más, creo que todos en cualquier modo sean tocados por el sufrimiento y de su misterio, pero algunos lo reconocen más que a los otros.
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