En Marawi, el ejército filipino promete: ‘No bombardearemos mezquitas’

Solicitan a los líderes religiosos musulmanes que disuadan a los Maute de utilizar los lugares de culto como posiciones militares. De los 96 barrios de la ciudad, hay cuatro que todavía siguen en manos de los islamistas. El ISIS publica el video de la ejecución de seis cristianos.

Zamboanga (AsiaNews/Agencias) – Las fuerzas armadas de las Filipinas (AFP) se comprometen a no bombardear las mezquitas ocupadas por los extremistas islámicos en la ciudad de Marawi, pero han solicitado a los líderes religiosos musulmanes que disuadan a los guerrilleros Maute de utilizar los lugares de culto como posiciones militares para sus ataques. En tanto, el ISIS difundió un video de la ejecución de seis cristianos que eran tenidos como rehenes.

En un comunicado de prensa fechado ayer, la cúpula de los militares prometieron respetar los lugares de culto y los otros sitios del patrimonio cultural de la ciudad: “Las AFP harán todo los posible para proteger y conservar estos lugares. Pedimos a nuestros líderes religiosos de cada credo que inviten a todas las partes a hacer lo mismo”.

Pocas horas antes, un vocero militar de Mindanao había afirmado que, puesto que los terroristas han transformado las mezquitas en puntos logísticos y posiciones para francotiradores, los militares se ven obligados a colocar dichos edificios bajo sus miras en los ataques aéreos que emprendan. Las AFP han desmentido fuertemente las afirmaciones, aportando tranquilidad a “aquellos musulmanes que no se rebajen al nivel de los terroristas, que profanan los lugares de culto para empujar a las fuerzas de seguridad a responder de semejante manera a sus actividades violentas”.

Mientras, tanto, prosiguen lentamente las operaciones militares para liberar la ciudad de Marawi de la ocupación yihadista de los Maute, que comenzó el 23 de mayo pasado. Luego de una serie de plazos otorgados, que fueros desatendidos, el gen. Restituto Padilla, vocero del ejército, declaró ayer que no se establecerá fecha alguna. Anteriormente, las AFP habían fijado el 2 de junio como último plazo para la victoria sobre los terroristas, fecha que luego fue aplazada hasta el 12 de junio, día de la independencia filipina. En un reporte emitido en el Palacio presidencial, Padilla dijo a los periodistas: “Nos aseguraremos de estar en grado de eliminar cualquier elemento armado que pueda seguir activo. Esto podría llevar tiempo”.

El vocero del ejército reveló que, de los 96 barrios que tiene Marawi, sólo cuatro siguen en manos de los Maute: Marinaut, Lulut, Mapandi y el distrito comercial de Bongolo. Éstos constituyen casi el 20% de la ciudad entera. El oficial luego afirmó que las fuerzas armadas proceden de manera “muy cautelosa” en sus operaciones, para así evitar el involucramiento de civiles inocentes, usados por los terroristas como escudos humanos. Por último, Padilla reportó que el número de guerrilleros islamistas que siguen combatiendo en Marawi se ha reducido a aproximadamente 100, frente a los 400-500 que había en un principio, cuando, el 23 de mayo pasado, atacaron la ciudad.

A través de su agencia de prensa Amaq, el Estado islámico (EI) declaró, el 12 de junio pasado, que las fuerzas filipinas “han fracasado por completo” en la reconquista del bastión de Lanao del Sur: “Los combatientes del EI están presentes en más de dos tercios de Marawi y estrangulan al ejército filipino, [que se muestra] incapaz de mantener el control de la situación”. Un video publicado ayer en el perfil de Telegram de la agencia, muestra la ejecución de seis cristianos por parte de los terroristas. Aún no está clara la identidad de las víctimas o cuándo habrían sido muertos estos hombres.

El grupo terrorista aún mantiene a más de 250 rehenes en su poder, sobre todo cristianos y tribales. Todavía no se tienen noticias del Pbro. Teresito “Chito” Suganob, que fue capturado como prisionero junto a otras 14 personas en la catedral católica de Marawi, profanada en las primeras horas del ataque.

Los socorristas han declarado que muchas de las cientos de personas que todavía continúan atrapadas en medio de los combates ahora están muriéndose de hambre. Los voluntarios tratan de sacar del lugar a los civiles valiéndose de los “corredores de paz”, pero muchos de ellos optan por permanecer escondidos en lugar de arriesgar ser descubiertos y ajusticiados por los militantes islámicos. Algunos habitantes de la ciudad, que lograron huir, declararon que los yihadistas suelen interrogar a los civiles acerca de su confesión religiosa, y tratan de identificar a los cristianos, su presa favorita.

En la cuarta semana de enfrentamientos en Marawi, el conteo de las víctimas confirmadas entre los civiles asciende a 26. Los muertos entre los soldados y las fuerzas de policía suman 58, mientras que los guerrilleros muertos son 202.