Elecciones en Israel: Netanyahu gana pero no consigue una mayoría
Se espera que el Likud obtenga 31 escaños, pero a nivel de coalición no logra los 61 que necesita en la Knesset. El abstencionismo pesa mucho, con una afluencia que se ubica en el 67,2%, un 5% menos que en marzo del año pasado. Yair Lapid, con su partido centrista Yesh Atid, debería ganar entre 16 y 18 escaños.
Jerusalén (AsiaNews) - El Primer Ministro saliente Benjamin Netanyahu y su partido, el Likud, van a la delantera en los resultados electorales. Sin embargo, como coalición, no llegan al número de escaños necesario para formar un gobierno en el corto plazo. En vista de los primeros resultados (que son parciales), se proyecta una victoria a medias para “Bibi” en las cuartas elecciones políticas en menos de dos años. La jornada electoral estuvo marcada por los ataques efectuados desde Gaza, con el lanzamiento de cohetes sobre el sur del país. Los cazas israelíes respondieron bombardeando la Franja.
Con más del 60% de las boletas escrutadas, el Likud se encamina a confirmarse como el partido favorito. Sin embargo, el nacimiento del Ejecutivo halla una serie de obstáculos: los rivales de Netanyahu y del bloque de derechas se oponen a la hegemonía del Primer Ministro, en el poder hace más de una década. Es posible que la aguja de la balanza sea el partido nacionalista Yemina, de Naftali Bennett, que mantiene una posición intermedia entre los bloques.
El único dato certero es el que se refiere al abstencionismo. La jornada electoral tuvo la afluencia más baja desde las elecciones del 2009: un 67,2% de los votantes habilitados ejercieron su derecho al voto, un 5% menos en comparación a marzo del año pasado. La Comisión Electoral informa que los resultados finales estarán disponibles a última hora de la tarde, ya que el recuento de votos se demora por las medidas contra la pandemia de Covid-19.
El abstencionismo podría deberse en parte al coronavirus, que habría impulsado a muchas personas a no acudir a las urnas. De todos modos, cabe recordar que Israel es la nación en la que se ha logrado una altísima tasa de inmunización de la población, gracias a las políticas públicas de vacunación. Al mismo tiempo, salta a la vista la desafección del electorado hacia una clase política que en dos años y cuatro votaciones, no ha sabido garantizar una mayoría estable en el país, sumido en la eterna contraposición entre “Bibi” y sus rivales.
Según Haaretz, la coalición que apoyaría al premier saliente cuenta con 56 de los 120 escaños de la Knesset, el Parlamento israelí. Bennett lograría siete, que serán fundamentales para que el Likud (con 31) logre el fatídico umbral de 61 escaños, necesarios para poder gobernar. Al cierre de los comicios, Netanyahu anunció “una victoria gigantesca para la derecha y para el Likud”, y subrayó que “la gran mayoría de los ciudadanos de Israel es de derecha y quiere un gobierno de derecha. Y esto es lo que haremos”.
En realidad, si bien el Primer Ministro ganó a nivel partido (sigue primero en el país) no ha logrado abrirse paso como coalición. El principal opositor es Yair Lapid, con el partido centrista Yesh Atid, que debiera obtener entre 16 y 18 escaños. En cuanto al abstencionismo, tiene un gran peso la desafección del electorado árabe-israelí, con un 10% menos de votantes. Así todo, Ra’am (Lista árabe unida) habría obtenido más de 154.000 votos, mucho más que los 144.000 necesarios para poder entrar al Parlamento (se requiere superar el 3,25%). Para los juegos de las alianzas y los pasos que llevarán al nacimiento del nuevo gobierno, aún hay que aguardar los datos definitivos, pero no se excluye una quinta convocatoria electoral en el horizonte.
