El patriarca Rai sacude a la UE: se precisan soluciones para el conflicto de Medio Oriente

Al intervenir en el parlamento europeo, el jefe de la Iglesia maronita advierte que los conflictos de la región no impactan sólo en los cristianos, sino también sobre el Mediterráneo y sobre la Unión misma. El extremismo islámico elimina siglos de diálogo, siendo una amenaza para la paz en el mundo. Ratificar la neutralidad del Líbano y alentar a las naciones musulmanas a separar la religión del Estado.

Bruselas (AsiaNews/Olj) –“Los conflictos de Medios Oriente provocan “consecuencias directas no sólo para los cristianos” de la región, sino sobre toda “la cuenca del Mediterráneo y sobre Europa misma”. Por eso, es “nuestro interés común hallar soluciones” a las diferentes guerras que “afligen al área”. Es cuanto fue declarado por el patriarca maronita, Card. Bechara Rai, al intervenir, días atrás, en el Parlamento europeo. El purpurado cumplió una visita oficial en Bélgica, donde se reunió con los responsables institucionales del Continente y del país, además de encontrarse con una representación de la comunidad libanesa local.

Dirigiéndose a la audiencia en la máxima sede política e institucional de Europa, en una larga y articulada intervención, el jefe de la Iglesia maronita tocó cuatro elementos esenciales: el tema de los cristianos en Medio Oriente; las consecuencias del conflicto sobre ellos; las posibles respuestas inmediatas; las soluciones a largo plazo.

El crecimiento del extremismo islámico y la vasta difusión de las organizaciones terroristas, explicó el purpurado, “corren el riesgo de eliminar a aquella rama moderada de los musulmanes, que los cristianos y los musulmanes mismos de esta región han construido en 1400 años de vida en común”. Los cristianos, agregó, son “garantes de la moderación”, y están habituados a intercambiar “valores espirituales, culturales, morales y sociales” con los musulmanes.

Por eso, el jefe de la Iglesia maronita advierte que “no hay que ceder terreno” ante la difusión del extremismo, porque esto “sería una amenaza para la paz en el mundo”. De aquí el llamamiento a la Unión Europea efectuado por el patriarca, para que la misma se mueva dentro del Consejo de Seguridad “a fin de garantizar el regreso de los desplazados a sus países de origen, y para contribuir a la construcción de un mundo estable y pacificado”.

El Card. Rai prosiguió citando el ejemplo del Líbano, la única nación del mundo árabe “que tiene un presidente cristiano” [si bien el cargo está vacante desde hace casi dos años, ndr] y que “separa la religión del Estado, aplica el sistema democrático y reconoce la igualdad entre cristianos y musulmanes”.

Hablando de su propio país, el purpurado se dirige a la comunidad internacional pidiendo que sea reconocido el principio de “neutralidad” del Líbano, para que éste sea “agente de paz, de justicia y de derechos humanos” en la región. El jefe de la Iglesia maronita advierte simultáneamente que el país de los cedros es “amenazado en su cultura, en su identidad y en el mensaje de paz” por la presencia de “medio millón de refugiados palestinos que viven en su campos de manera imperturbable, teniendo a su disposición armas pesadas y ligeras”. Y más aún, por el millón y medio de refugiados sirios que “aumenta a razón de 50.000 personas por año”.

Entre las soluciones propuestas por el purpurado para el corto plazo están la resolución de los conflictos que animan la región, seguida por un diálogo político entre quienes participan de la contienda, la reconciliación entre Irán y Arabia Saudita, y el sostén en la reconstrucción de los Estados golpeados por la guerra. A largo plazo, le siguen la necesidad de alentar a los países musulmanes “a separar la religión del Estado”, con la condición de que “el Estado respete los preceptos de la fe”. Al mismo tiempo, el Card. Rai auspicia que el islam sepa “liberarse del fundamentalismo” entrando en la modernidad, acogiendo los elementos positivos que ofrece la globalización, y adoptando la Declaración universal de derechos humanos.