02/08/2016, 19.26
CHINA
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El lobby de los intelectuales pide más libertad. Las zancadillas de los rivales de Xi Jinping

de Willy Lam

Mientras se avecina el próximo Congreso del Partido, en los medios oficiales aparecen evidentes las diferencias entre la línea de Xi y la de los liberales, de la Liga juvenil, de la mafia de Shanghai. Mientras tanto Xi mantiene el poder absoluto, como Mao. Del experto en política y sociedad china Willy Lam. Por gentil concesión de la Jamestown Foundation (traducción del inglés de AsiaNews)

Hong Kong (AsiaNews)- Académicos, periodistas y otros intelectuales liberales han realizado un paso decidido en el pedir más libertad de expresión y menor censura en internet. Otros quieren resucitar reformas políticas estancadas de hace mucho tiempo. Por primera vez desde cuando Xi Jinping tomó el poder a fines de 2012, los medios oficiales han publicado artículos que parecen desafiar la supremacía del presidente y secretario general del Partido comunista (PCC). En la tradición china, abiertas expresiones de disenso suceden cuando las facciones más importantes del partido están comprometidos en una lucha de poder. Pero a causa de la naturaleza conservadora de la dirigencia, es improbable que se abra una nueva época de aquello que Deng Xiaoping llamó “liberación del pensamiento”.

En junio pasado, 77 científicos de la Academia china de las ciencias y otros institutos científicos y de ingeniería han enviado una petición al PCC, pidiendo al secretario general Xi de quitar la censura en internet. Los investigadores chinos afirman que el no poder acceder a internet podría “impedir en modo grave el progreso de la ciencia y de la tecnología en China”. La publicación oficial “China Sciencie News) citó a un docente, el cual decía que “el estrecho control de internet produjo graves pérdidas a las personas empleadas en la investigación científica” (Voice of America, 6 de junio; Radio Free Asia, 2 de junio)

Tal abierto desafío es notable justamente mientras se intensifica la lucha de poder entre el presidente Xi y las otras facciones del Partido-tipo la Liga juvenil comunista (LGC), dirigida por el ex presidente Hu Jintao y la mafia de Shanghai guiada por el ex presidente Jiang Zemin- en el aproximarse del 19° Congreso del partido programado para el próximo año (China Brief, 11 de mayo).

Aún más audaz de la petición de los docentes fue un reciente artículo en el Cotidiano del pueblo, interpretado como un indirecto rechazo de la dictadura estatal de Xi. En un artículo que lleva por título: “La manía egocéntrica y absolutista llevará a una bruta desaparición de los cuadros más altos”, la comentadora Hou Lihong parece querer eliminar la toma de poder de Xi y la guía de un hombre solo. En su artículo Hou acusa sobre todo a los representantes regionales, pero es obvio que su crítica se pueda aplicar al supremo líder Xi Jinping. Por ejemplo, Hou pone en guardia a los “yibaishu” (los jefes N° 1 一把手), que a menudo se equivocan en la “megalomanía y en el uso desproporcionado del poder”. “Si el gran jefe considera su pública autoridad como un poder privado-dice ella- y sus palabras como la política oficial, tal uso egoísta del poder se convierte en peligroso y llevará a un triste fin del líder supremo (People’s Daily, 13 de junio; Radio French International, 13 de junio).

Reportar un similar artículo por parte del Cotidiano del pueblo fue atribuido a las maniobras secretas del miembro del Comité permanente del Politburó (CPPB), encargado de la ideología y de la propaganda: Liu Yunshan, considerado un protegido del ex presidente Jiang (Apple Daily [Hong Kong],17 de junio. La insatisfacción de Xi hacia Liu fue evidente cuando el presidente visitó al Cotidiano del pueblo, a la Xinhua y a la CCTV el pasado febrero, donde el jefe del partido pidió a tres medios más importantes de xingdang (姓党), “tomar el nombre de familia del Partido”. La crítica implícita de Xi era que estos voceros se habían desviado de las instrucciones dadas a ellos por el zhongyang, las autoridades centrales del Partido, guiado por el secretario general (People’s Daily, 9 de marzo; Xinhua,19 de febrero).

Al inicio del año, el presidente Xi pidió a la comisión central para la inspección disciplinar (CCID) de enviar un equipo para la inspección central al Departamento de propaganda, que está guiado por Liu. Esto es visto como un tentativo de parte de Xi para ponerle un freno a Liu. La CCID está dirigida por Wang Qishan, miembro del CPPB y un principito considerado como el más estrecho aliado de Xi. Es significado que en cambio de detenerse sobre cuestiones ligadas a la corrupción, Wang Huaichen, el jefe del grupo de inspección, habló de estándar ideológicos demasiado pobres de los representantes de la propaganda. En un artículo reportado por la mayor parte de los medios centrales el pasado junio, Wang hace notar que los cuadros del departamento “no tienen una adecuada vigilancia política y hay discrepancias (con las órdenes centrales) sobre la actuación de las políticas”. Wang, ya jefe del Comité provincial del departamento legal y político de Sichuan, ha acusado al Departamento de propaganda de no observar las “cuatro conciencias” (sobre la política, sobre la situación completa; sobre la obediencia al núcleo del partido; sobre el mirar hacia la misma dirección (con el zhongyang, el poder central). Las últimas dos indicaciones-adherir al “núcleo” y al zhongyang -representan los pedidos de Xi y que sus edictos sean seguidos (China.com, 8 de junio; Sina.com, 8 de junio).

 

Los conflictos sobre la economía

El muy conocido desacuerdo entre Xi y el Premier Li Keqiang - que es jefe de la LGC y es miembro del CPPB - surgió como un raro enfrentamiento de opiniones en los medios oficiales. Hablamos aquí de la ya famosa entrevista dada por una “figura con autoridad” al Cotidiano del pueblo, puesta en primer página el 8 de mayo pasado. La figura con autoridad sería probablemente Liu He, el principal consejero económico de Xi, criticó las indicaciones dadas por el Consejo de estado (el gabinete de gobierno, guiado por el Premier Li), según el cual en el primer trimestre la economía china había demostrado “un inicio rosado”.

El artículo decía: “Las contradicciones radicadas en la economía no fueron desactivadas, mientras que nuevos problemas se anuncian”. La figura con autoridad citada en el decir que la economía china iba hacia una “trayectoria a L” y que esta tendencia habría durado por “más de un año o dos”.

Luego ella se detiene sobre los representantes gubernamentales que para inflar la economía, favorecen una agresiva política fiscal y monetaria con todo los medios, comprendidos proyectos de infraestructuras que van en fracasos para los préstamos”.

“Nuestra economía – concluía - tiene potencialidad y capacidades de recuperación suficientes. La velocidad del crecimiento no caerá mucho, también sin estímulos”. Por lo que se refiere al qué hacer, la figura con autoridad sugería las medidas recomendadas por el presidente Xi: “reducir la capacidad (productiva), reducir los recursos, la supresión financiera, reduciendo los costos de producción y apoyando a los sectores débiles” (People’s Daily, 9 de mayo; New Beijing Post, 9 de mayo).

En una semana, el grupo de Li respondió. Guo Tongxin (un nombre colectivo de pluma, para la Oficina nacional de estadísticas del Consejo de estado) publicó un artículo en la edición del 16 de mayo del Cotidiano del pueblo, en el cual se afirma que “nuestra economía alcanzó una discreta buena partida (ed) fue gestionada en modo estable… La estructura económica es optimizada y la vida de la gente mejoró”.

“En el complejo, la economía nacional siguió una línea constante y progresó si bien en la inestabilidad”. El artículo niega que el crecimiento económico se haya obtenido gracias a un énfasis de la finanza o de la acumulación de un exceso de débito. Esto hace notar que la constante expansión de la economía se lo debe al “encenderse de las reformas, al reforzamiento de la innovación y al empuje de transformación (estructural)” (Xinhua,16 de mayo; People’s Daily,16 de mayo).
 

Debido a la "lucha entre dos líneas" en la dirigencia del partido, varios académicos han expresado diferentes puntos de vista sobre la dirección futura de la economía. Algunos sostienen la línea favorita de Xi y Liu He, un buen número de expertos han criticado la visión de la "figura influyente", contenida en el artículo del 9 de mayo, en el Diario del Pueblo. Por ejemplo, el famoso economista Zhanh Jun, de la Universidad de Fudan, señaló que "apoyar el crecimiento económico es más importante que la reducción del apalancamiento financiero". Yao Yang, un experto de desarrollo económico en la Universidad de Beijing, ha indicado que una reducción excesiva de la capacidad podría golpear el crecimiento económico: "Disminuir de la capacidad de producción, reduciendo el inventario y el apalancamiento financiero refrescaría la demanda mundial y golpearía la expansión económica". (Ming Pao [Hong Kong], 9 de julio; Phoenix TV Net, 8 de junio).

También los intelectuales liberales, asfixiados por el aparente retorno de Xi a las normas maoístas, han comenzado a gritar. Esto es cierto especialmente para ejecutivos retirados que trabajaron una vez para el secretario Hu Yaobang y Zhao Ziyang, tenidos todavía como iconos de la liberalización.

Por ejemplo, Li Rui, que una vez fue el secretario personal de Mao, en un artículo publicado en la primavera pasada, ha puesto de manifiesto que sin una reforma política general, la nación podía quedarse atrás y no sería capaz de invocar un puesto de guía en la comunidad de las naciones. "La reforma del Partido y la mejora de la sociedad depende de la ciencia y la democracia", escribió Li. "Estos son valores universales" (VOA,18 de abril; Sohu.com, 18 de abril). Con tonos similares, Zi Zhongxun, ex director del Instituto América de la Academia China de Ciencias Sociales, señaló que "donde no hay libertad de expresión y el estado de derecho, asociado a fuertes desigualdades sociales, las élites como los intelectuales públicos deben gritar para mantener la justicia"" (360doc.com [Beijing], junio 19, Sohu.com, 17 de junio).

La correa a los intelectuales

A pesar de los desafíos que enfrenta, Xi sigue siendo el más poderoso líder del PCC desde Mao Zedong. Los círculos políticos de Beijing observan si el líder supremo permitirá que esta audaz externalización de opiniones continua. Por un lado, hay un sólido interés de la secretaria general del Partido para mostrar al menos una fachada de unidad dentro del Partido, mientras los preparativos para el Congreso se acelera. Por otro lado, si Xi logra marginar a sus adversarios políticos, podría estar tentado de volver a introducir el conocido dicho del presidente Mao, "una [única] voz en la sala".

En dos discursos recientes, vemos la ambivalencia de Xi respecto al dar más espacio a los intelectuales. En un seminario con los intelectuales, trabajadores modelo y jóvenes representantes del Hebei y Anhui, en abril pasado, Xi se expresó con notas conciliatorias a los miembros de la clase educada. "Dar corajuda dirección y defender innovaciones es el requisito de la gran masa de los intelectuales", dijo el presidente.

"Con entusiasmo damos la bienvenida a las ideas y las críticas ofrecidas por los intelectuales, que estén bien motivados", dijo Xi, añadiendo que el Partido debe adoptar el tipo "correcto" de las sugerencias de la clase educada. "Debemos - dijo - ser más tolerantes y magnánimos hacia las ideas y críticas que sean adecuadas o incluso erróneos". Usando un proverbio chino muy conocido, Xi dijo que las autoridades no deben "aferrar la cola [la trenza de los intelectuales], aplicando epítetos sobre ellos o golpearlos con bastones" (Xinhua, 30 de abril; South China Morning Post, 30 de Abril).

De todos modos, que Xi no está listo para aflojar la correa a los intelectuales, es evidente en su famoso discurso sobre el papel de la filosofía y las ciencias sociales en la construcción de la nación. Hablando en mayo a un grupo restringido de eruditos y profesores, Xi subrayo que se deben tener en cuenta el marxismo como el contenido y la plenitud del conocimiento. "Los hechos - dijo - muestran que, independientemente de los tiempos cambiantes... el marxismo todavía demuestra la fuerza poderosa de la teoría científica y todavía ocupa un nivel alto en términos de la verdad y la moralidad".

En general, los académicos, los investigadores y los cuadros deberían "con la conciencia de sí insistir en la guía del marxismo". "Ellos - dijo el jefe del partido - deben tener una conciencia teórica definida, fe política decidida y un modo científico de pensar", basada en el marxismo y el socialismo con características chinas" (People’s Daily, 18 de mayo). Y, sin embargo, tomar la antigua carretera de la ortodoxia podría ahogar la creatividad y la innovación, de los cuales el PCC tiene una urgente necesidad para dar un nuevo espíritu de la reforma, que sigue siendo el pilar más poderosa de la legitimidad de un viejo Partido de 95 años.

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