El Kremlin “posterga” la visita de Putin a París
Moscú no pudo aceptar las condiciones del Elíseo, que con el agravarse de la situación en Alepo, bajó el rango de la visita del presidente ruso. También fue postergada la inauguración del centro cultural y espiritual ortodoxo en París. Su inauguración “dependerá de decisiones políticas”. Analistas: Putin corre el riesgo de perder a su aliado europeo más cercano. Una “nueva guerra fría”.
Moscú (AsiaNews) - La visita de Vladimir Putin a Francia, que estaba prevista para el 19 de octubre, era preparada desde hace más de un año: el presidente ruso debía mantener negociaciones sobre Siria en el Palacio Elíseo, e inaugurar el nuevo y discutido Centro espiritual y cultural de la Iglesia ortodoxa rusa en Quai Branly, cerca de la Tour Eiffel, y apodado de manera irónica “San Vladimir”, puesto que muchos consideran que se trata de un centro de espionaje ruso en Francia.
Sin embargo, ayer Moscú dio a conocer que cancelaría la visita. Dmitri Peskov, vocero del Kremlin, explicó que “el presidente ruso está dispuesto a ir a París, cuando François Hollande se sienta más a gusto”. Pocos días antes, el presidente francés había expresado dudas en torno a la oportunidad de reunirse con Putin, a causa del agravamiento de los bombardeos rusos y sirios sobre Alepo. El jefe del Elíseo habló entonces de los “crímenes de guerra” cometidos por Bashar al-Assad con el apoyo de la aviación rusa. Fuentes anónimas han explicado que al Kremlin le resultaba imposible aceptar las condiciones planteadas por París para la visita: Hollande había aceptado reunirse con su homólogo ruso, pero sólo para discutir sobre el conflicto sirio, y no lo acompañaría, como estaba previsto, en la inauguración de la iglesia ortodoxa. Este último evento, mientras tanto, ha sido suspendido, y fuentes del Patriarcado de Moscú han explicado a Interfax que todo dependerá de “decisiones políticas”.
Ante el Consejo de Europa, en Estrasburgo, el presidente francés declaró estar “dispuesto a reunirse con Vladimir Putin en cualquier momento, si es que esto ha de servir para hacer avanzar la causa de la paz. El diálogo con Rusia es necesario, pero debe ser firme, transparente, franco. Y no un simulacro de diálogo”.
París, con toda probabilidad, no podía responder de otra manera a Moscú, luego de que ésta vetó una resolución presentada por Francia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, para pedir que se ponga fin a los bombardeos aéreos sobre Alepo. Para Hollande, hubiera sido escandaloso encontrarse con Putin; París no tuvo otra opción que bajar el nivel de la visita, tal como fue dicho por el politólogo Vladimir Frolov a Moscow Times. A los ojos de Moscú, se ha tratado de una humillación, agregó el analista Mikhail Troitsky, y por ese motivo. el Kremlin ha decidido postergar la visita.
Mientras que Barack Obama y Angela Merkel han aumentado la presión ejercida sobre Rusia, hasta ahora, Hollande se había mantenido como el más disponible para entablar un diálogo, sin calcular que el mundo de los negocios franceses continúa invirtiendo fuertemente en Rusia. Según el presidente de la Cámara de comercio franco-rusa, Pavel Chinsky, no hay una sola sociedad francesa que haya dejado el país durante la crisis.
En palabras de Frolov, el incidente diplomático tendrá un impacto insignificante sobre la crisis en Siria o sobre las relaciones de Moscú con Occidente. “Lisa y llanamente, la situación no puede ser peor” dijo el analista. La nueva Guerra Fría no es una mera figura retórica, destacó el analista del Carnegie Center, Andrei Kolesnikov, en una colaboración para el diario RBC. “El presidente ruso está programando una Guerra Fría de un nuevo tipo, que es distinta de la modalidad anterior, en la cual ambas partes poseían armas nucleares, aunque comprendiendo la imposibilidad de utilizarlas”, advirtió Kolesnikov.
Putin podría igualmente reunirse con Hollande el 19 de octubre, pero en Berlín, lugar adonde la Canciller Angela Merkel ha enviado al líder del Cuarteto de Normandía (Francia, Rusia, Ucrania y Alemania) para una “cena” y para entablar diálogos sobre Ucrania, que, llegado este punto, no es seguro que se darán.