De América del Sur a Bangladesh, la misión de un sacerdote colombiano

de Giulia Mazza

El Padre Danilo Gómez está asociado con el Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME), y por eso podrá viajar por primera vez a Asia. El cuenta cómo nació el deseo de ir en una misión y el "extraño" camino que en breve lo llevará a Bangladesh. Se mantiene firme en su vida sabiendo que "Dios no deja a nadie y sabe cómo indicar el camino cuando llegue el momento". El miedo y la curiosidad hacia un pueblo "muy diferente", pero "que descubrimos mucho más similares de lo que pensamos."

Roma (AsiaNews) - El padre Danilo Gómez tiene 35 años, viene de la diócesis católica romana de Sonsón -Rionegro en Colombia, y pronto ira a Bangladesh como asociado del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME). Una opción, dice a Asianews, "que nació ya cuando recibí la vocación sacerdotal. Siempre pensé que sería capaz de ir a todos lados, y donde vas que puedes hacer bien. Entonces no me imaginé que terminaría en Asia, pero cuando ha llegado el momento el Señor tomó mi deseo. Dios no deja a nadie."

Reconociendo este impulso a la misión universal, es raro que un sacerdote latinoamericano decida salir de su continente. Así es también para el padre Danilo, quien después de su ordenación -el 21 de noviembre de 2009- fue enviado primero a la parroquia en dos diferentes pueblos de la diócesis y luego a enseñar en el seminario. "cuando empecé a hacer la formación -explica- pensé que hubiera seguido por otros cinco años, y luego habría estado finalmente listo para ir a una misión". En su cabeza resonaban otra vez lo dicho por mons. Ricardo Tobón Restrepo, el obispo anterior, cuando era un estudiante: "cada seminarista en su corazón debe tener la misión, ser un misionero. En algún lugar, aunque esto puede significar en cualquier lugar."

La admonición de mons. Ricardo también pesó en su una nueva experiencia en la diócesis y en la Iglesia. En esos años -entre 2000 y 2007- por primera vez, un pequeño grupo de sacerdotes había ido a Bangladesh, siempre asociada a la PIME. Significativamente, años más tarde será un encuentro con uno de estos sacerdotes lo que ha empujado al padre Danilo para tomar la decisión final para ir a Bangladesh.

"El padre Héctor Ramírez me dice que nadie de nuestra diócesis estaba listo para ir a Bangladesh, pero que el país lo necesitaba", dice el sacerdote. "Entiendo que esta reunión con mi hermano era una respuesta al deseo que tenía desde hacía mucho tiempo. Un deseo que Dios tomó inmediatamente y me hace quedar con el padre Ramírez ".

A principios del 2013 así comienza esta nueva etapa de su vida. El Padre Danilo comienza con el padre Belisario, otro hermano. Los miedos y temores existen, admite, "pero sé que el Señor me mostrará el camino. Estamos en sus manos". Para prepararse los dos sacerdotes ahora perfeccionaron el inglés y por los próximos dos años estudiaran el bengalí. "Yo sé -él explica- que su cultura es muy diferente a la nuestra. Tienden a pensar en los hechos, a cosas concretas. Por mi parte, quiero aprender a leer en sus corazones y llevarles todo lo que tengo, que es Jesús. Esta es la mayor riqueza".

Reflexionando sobre su inminente experiencia como misionero, el p. Danilo encuentra gran comodidad en el Papa Francisco, quien como él es "del fin del mundo" y que tiene "una excepcional capacidad para comunicarse, porque sus palabras son siempre muy concretas". Y la continua invitación del Papa Bergoglio para "salir e ir a las periferias" es existencial para el joven sacerdote, "Fundamental, porque muchas veces nos contentamos con ser sacerdotes 'únicos', en esa parroquia, para llevar a cabo el trabajo pastoral. En cambio tenemos que salir, porque hay muchas personas que tienen necesidad de Jesús".

Durante su corta estancia en Italia, antes de dirigirse a Bangladesh, p. Danilo pudo presenciar el nacimiento de la edición en español del Asianews: "parece una coincidencia, otra señal de la necesidad de puente entre dos mundos diferentes, tales como Asia y América Latina. En este momento de nuestra historia, en medio de la globalización, es importante para alguien que hable mi idioma tener la oportunidad de conocer algo más sobre Asia. La noticia que recibimos de ese continente son generalmente grandes catástrofes hechas por el hombre o por la naturaleza: guerras, terremotos, tsunamis. Por supuesto, son cosas que tenemos en común... pero ¿es sólo es esto que aparece? No lo creo, creo que hay muchas iniciativas buenas, muchos acontecimientos positivos que deben ser compartidos y divulgados. Es una manera de aprender más sobre sí mismos. Y luego dos pueblos diferentes podrían descubrir que son mucho más similares de lo que nunca hubieran creído".