Dacca, fue muerto el mandante de la masacre perpetrada en el bar para extranjeros

de Sumon Corraya

Tamim Ahmed Chowdhury había llegado de Canadá en el año 2013, y desde ese momento hizo que se perdieran sus rastros. En el operativo de esta mañana murieron otros dos terroristas, de identidad desconocida. El planificador de la masacre en el café de la capital había creado una nueva rama del grupo islámico Jama’atul Mujahideen Bangladesh.

Narayanganj (AsiaNews) – Esta mañana, las fuerzas de la policía de Bangladesh dieron muerte a tres militantes, entre ellos, a Tamim Ahmed Chowdhury, “cerebro” de la masacre de Dacca ocurrida el primero de julio pasado. El hombre estaba oculto en un edificio de tres pisos situado en el área de Paikpara, en la ciudad de Narayanganj (a aproximadamente 30 km al sur de la capital). Fuentes de la policía revelaron que la localización fue identificada gracias a información recogida por dos adherentes que fueron arrestados con anterioridad, y sobre los cuales recae la acusación de la masacre.

La operación denominada “Hit Strong 27” fue efectuada por un comando conjunto conformado por miembros de la brigada antiterrorismo y de la unidad de crímenes transnacionales. El operativo de inició a las 9.36 de esta mañana (hora local) y se concluyó una hora más tarde. La policía declaró que intentó convencer a los militantes de que se rindieran, pero ellos respondieron con disparos de armas de fuego.

Tamim, de 30 años, era la persona más buscada tras la masacre de extranjeros perpetrada en el Holey Artisan Bakery Café de Gulshan, el barrio diplomático de la capital. De origen bangladesí, vivía en Canadá junto a su familia, que emigró allí en la década del ’70. En el año 2013 regresó al país, ingresando desde Dubái, pero luego hizo que se perdiera su rastro.

Según las fuerzas de antiterrorismo, en Bangladesh él creó el “Neo-JMB” (Jama’atul Mujahideen Bangladesh) una nueva rama del grupo islámico, prohibido por las autoridades. Las declaraciones de los investigadores han revelado que el grupo no habría tenido conexiones con los terroristas del Estado islámico, no obstante los medios internacionales continúan sosteniendo su afiliación.

La masacre orquestada por Tamim provocó la muerte de 20 personas. Hasta ese momento Bangladesh era considerado un país seguro, con un islam hospitalario y dispuesto al diálogo. Recién al tiempo fue revelado que cientos de jóvenes habían desaparecido para unirse a los militantes, “enfermos” por las ideas de algunos predicadores radicales que instan a la violencia y al odio, así como por algunos sermones extremistas difundidos en las mezquitas y a través de la enseñanza de docentes, que los alentaban a atacar a personas no musulmanas.