14/10/2020, 12.08
LAOS
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Cristianos laosianos expulsados de un pueblo por no renunciar a su fe

El caso se remonta al 10 de octubre y tuvo lugar en la aldea de Pasing-Kang, en el distrito de Ta-Oesy, provincia sureña de Saravan. Los parientes y amigos no pueden ayudarlos por miedo a las represalias. Las autoridades han promulgado recientemente una ley para la "protección" de los cristianos, pero en las zonas rurales la norma pasa inadvertida.

 

Vientián (AsiaNews) - Siete cristianos laosianos de la provincia de Saravan fueron expulsados de sus hogares por negarse a renunciar a su fe y ahora se ven obligados a vivir en los bosques de los alrededores. Los activistas y las ONG que abogan por los derechos humanos denuncian el nuevo episodio de violación de la libertad religiosa en la nación asiática gobernada por los comunistas, donde, al menos a nivel normativo, todo el mundo puede practicar su culto. Recientemente, las autoridades de Vientián impulsaron una ley para la "protección y conocimiento" de los cristianos. 

Según una fuente anónima de Radio Free Asia (RFA), el 10 de octubre las autoridades de la aldea echaron a los siete cristianos de sus casas. Son miembros de dos familias de la localidad de Pasing-Kang, en el distrito de Ta-Oesy, provincia de Saravan, en el sur del país. "Ahora, esta gente", continúa la fuente, "vive en una pequeña cabaña en el bosque" y "no tienen comida ni ropa, y tampoco saben a dónde acudir para pedir ayuda". 

Además, testigos locales - tras el anonimato, por miedo a sufrir represalias - agregan que otros miembros de la comunidad están discutiendo entre ellos cómo proporcionar ayuda y asistencia a estas personas. "Las autoridades del pueblo - señalan - no permiten que los parientes u otras personas les lleven ayuda. Tras pasar varios días en el bosque, se han quedado sin arroz y sin otros alimentos básicos y piden ayuda para satisfacer las "necesidades básicas". "También necesitan mantas", concluye la fuente, pero "sus parientes están demasiado asustados y temen que ellos también sean expulsados de sus hogares si se atreven a proporcionar cualquier tipo de ayuda".

En la capital, Vientián, y en las grandes ciudades, donde los siete millones de habitantes son en su mayoría budistas, los cristianos se aproximan al 2% de la población y pueden practicar su fe con bastante libertad. La realidad es diferente en las zonas rurales de Laos, donde son frecuentes los casos de amenazas y persecuciones, a menudo perpetradas por las autoridades locales o con su apoyo directo. 

Si bien el año pasado se notó una leve mejora en la protección de le libertad religiosa, en las zonas remotas y rurales los casos de abuso y violación de la libertad religiosa siguen siendo frecuentes. Los cristianos de etnia Hmong son uno de los grupos más afectados: desde la época de la guerra de Indochina, el gobierno comunista persigue a este grupo porque considera que se trata de "colaboracionistas" de los Estados Unidos.

A principios de año, tres familias fueron expulsadas de sus casas en la aldea de Tine Doi, en la provincia de Luang Namtha, por no haber abjurado de su fe. El 15 de marzo, el pastor laosiano Sithon Thipavong fue detenido por funcionarios locales por realizar actividades religiosas no especificadas en la aldea de Kalum Vangkhea, en la provincia de Savannakhet. Las autoridades nunca han querido aclarar cuáles son los cargos que se les imputan. 

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