Crisis turca: la inflación volvió a crecer en agosto, y llegó al 18%
Es la más alta de los últimos 15 años, y está vinculada con el dramático derrumbe de la lira en el último período. Los precios al consumidor han aumentado un 17,9% y continúan subiendo. Presionan al Banco Central para que aumente las tasas de interés. En la situación se ven salpicadas las boletas de gas y electricidad, con la consiguiente suba en el costo de los servicios.
Estambul (AsiaNews/Agencias) – En Turquía, la inflación volvió a subir en el mes de agosto, llegando al 18 por ciento, el dato más alto de los últimos 15 años. Así lo confirman las estadísticas oficiales difundidas en las últimas horas, que vinculan el fenómeno inflacionario al dramático derrumbe que ha sufrido la lira con respecto al dólar, en los últimos meses.
Según informa la oficina de estadísticas turca, los precios al consumidor aumentaron un 17,9% en el mes de agosto, en comparación al mismo mes del año anterior; un dato que es incluso superior al de julio de 2018, cuando la suba de precios se había ubicado en torno al 15,85%.
Para responder a esta situación, llueven las presiones y pedidos para que el Banco Central suba las tasas de interés.
La crisis turca, caracterizada por el derrumbe de la lira y por una “guerra económica” librada a golpes de aranceles y sanciones entre Ankara y Washington –con acusaciones recíprocas y amenazas entre Recep Tayyip Erdogan y Donald Trump – arriesga terminar poniendo de rodillas a gran parte de la población. La crisis se ha visto agravada por la actitud que ha tomado el presidente turco, que se muestra abiertamente combativo y con aires de revancha de corte nacionalista.
En tanto, los ciudadanos comienzan a advertir las primeras repercusiones en la vida cotidiana: la drástica devaluación de la lira turca (-42% contra el dólar, desde que comenzó el año) ha generado una suba en las boletas de los servicios. Ante el pico del costo de la energía importada, el gobierno de Ankara se ha visto obligado a aumentar el precio del gas y de la energía eléctrica. En el caso de los servicios de uso industrial, el aumento ha sido del 14%, en tanto para el consumo doméstico, éste ha sido del 9%.
Analistas y expertos advierten que si la caída de la lira no se detiene, el costo de las deudas se tornará insostenible. Y la crisis monetaria se transformará en una crisis bancaria, con el peligro real de que los institutos de crédito y las empresas terminen en una situación de insolvencia.
Otro elemento a tomar en cuenta es la recesión que, según ciertos observadores, ya estaría en curso o sería inminente. Hay un dato puntual que lo confirma: en el mes agosto, el índice de producción manufacturera cayó a 46,4 puntos, desde los 49 puntos registrados en julio. Esto señala una contracción de la actividad -con altibajos- que ya podía registrarse desde el mes de abril.
Por lo tanto, una de las economías emergentes de Asia -que hasta hace poco tiempo era una de las más prometedoras- parece haber entrado en un espiral de crisis recesiva sin fin. Muchos temen que el derrumbe prosiga a futuro, agudizado por las tasas cada vez más elevadas.