20/06/2016, 12.40
LIBIA
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Crisis libia: espirales de paz en Fezán. Fue firmado el acuerdo entre los grupos del Sur

En Roma, en la comunidad de San Egidio, fue firmado el pacto para afrontar la crisis humanitaria en la parte meridional del país. La zona es rica en recursos naturales, a la vez que “puerta” para todo tipo de tráfico. En el área está vigente una gravísima crisis sanitaria y humanitaria. Resulta fundamental reabrir las comunicaciones para sostener el proceso de reconstrucción del Estado.

Fezán (AsiaNews) – Los grupos políticos y étnicos del sur de Libia han llegado a un acuerdo –firmado en Roma, en la Comunidad de San Egidio- que permitirá afrontar la dramática situación humanitaria en que se encuentra esta zona del país, desde siempre tan marginada. Firmado el viernes 17 de junio pasado, al término de una semana de coloquios entre los diferentes componentes del mosaico étnico y tribal del sur, éste fue posible gracias a la mediación de los directivos de San Egidio, que por primera vez han reunido en torno a una misma mesa  a todas las partes involucradas en la causa.

Fezán es una región de una vasta extensión territorial, que cuenta con aproximadamente 400.000 habitantes; el área es rica en recursos naturales –es aquí donde se encuentran los mayores pozos petrolíferos de Libia, además de recursos hídricos y uranio- y al mismo tiempo, es, por desgracia, la puerta de ingreso del sur y sudoeste del país para todo tipo de tráfico, incluyendo el de seres humanos. En Fezán, de hecho, se concentran las poblaciones que huyen de Nigeria, Malí, Sudán; a esto se suma el contrabando de toda índole y  tipo.

Su compleja composición étnica y las injerencias externas de poderes que siempre han buscado sacar provecho del tumulto, lo han convertido en un lugar de fuertes tensiones, tal como ocurrió luego de la caída del régimen de Gadafi y la propagación de la guerra civil libia. Debido a la falta de estabilidad y control, representa un lugar privilegiado para el tránsito de inmigrantes que se dirige a Europa, así como para el ingreso de Daesh [acrónimo árabe para el Estado islámico].

Aprovechándose del vacío de poder y de las instituciones, el movimiento yihadista ha transformado a Sirte en su bastión. Y aún en caso de ser derrotados en dicha ciudad, los milicianos podrían igualmente huir hacia el sur y tomar el control de Fezán, que es considerada como la “Cueva de Alí Babá” por los recursos y las posibilidades “logísticas” que esta región de vastas fronteras ofrece a los grupos terroristas, y entre ellos, al mismo Daesh.

La inexistencia de las instituciones estatales y de la seguridad han empujado a los doctores coreanos a desertar de allí, dejando la asistencia médica en manos de pocos profesionales libios, que cumplen esfuerzos heroicos en su tarea de hacer frente a necesidades y tratamientos cada vez más apremiantes en esta parte del mundo.

La proliferación de enfermedades, agudizada por el flujo migratorio masivo de personas desesperadas que atraviesan desiertos en condiciones precarias antes de llegar a Fezán, ha agravado la situación. Y esto, sin contar los heridos en la lucha contra los terroristas de Daesh en Sirte, que son trasladados y tratados en el área.

La falta de insumos médicos así como la carencia de instalaciones y personal adecuados, han impedido llevar a cabo operaciones en los hospitales esparcidos en Fezán; ello ha conllevado a la muerte de muchos niños, mujeres y ancianos, que se han visto imposibilitados de recibir la atención médica necesaria. La continua interrupción del suministro eléctrico, un fenómeno que está en aumento, dio el golpe de gracia a estas estructuras, ya de por sí frágiles y precarias.

Frente a esta dramática situación, y en tanto Libia atraviesa un periodo que se distingue por las grietas y divisiones, los componentes de gran parte del país han optado por dejar a un lado los disensos y desacuerdos, a fin de formar un frente común contra el peligro que les incumbe. Y una vez más, la Comunidad de San Egidio ha demostrado ser el único interlocutor interesado realmente en Fesán, región que no sólo ha sido olvidada por lo “gobiernos” del norte,  sino también por la comunidad internacional entera.

En el pasado reciente, su intervención demostró ser esencial para la reconciliación de dos tribus que luchaban entre sí desde hace tiempo –Tabú y Tuareg- , a través de la firma de un acuerdo de paz y la reapertura de las vías de comunicación al sur, además de haber obtenido el reconocimiento de la autoridad del presidente Serraj. Este último ha sido un paso importante en el fortalecimiento del gobierno apoyado por la ONU y por Italia, junto a toda la comunidad internacional.

El acuerdo sobre cuestiones humanitarias, firmado en Roma el 17 de junio, reabre la posibilidad de enviar ayuda de emergencia a todos los centros hospitalarios situados en las cinco provincias de Fezán, incluyendo materiales de primera necesidad, como son los kits para la vacunación de los niños. El mismo también permitirá el envío y distribución de asistencia humanitaria en la zona, además de garantizar la presencia de la Cruz Roja internacional, de la cooperación italiana y de otras ONG internacionales.

Reabrir las comunicaciones con esta parte de Libia es fundamental para implementar el proceso de reconstrucción del Estado, sostenido por las Naciones Unidas. (PB)

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