Crisis diplomática entre Riad y Ottawa: el comercio quedó congelado y expulsaron al embajador

Los sauditas cortaron los lazos comerciales y las inversiones, mencionando un ataque contra los “valores” del reino. La controversia estaría fundada en las críticas del gobierno canadiense al aludir a las violaciones de los derechos humanos en el reino. Una de las personas arrestadas es Samar Badawi, la hermana del bloguero Raif. La cúpula de gobierno de Ottawa no hace comentarios al respecto.

Riad (AsiaNews/Agencias) – Riad ha procedido al congelamiento de todas las relaciones comerciales y de las inversiones con Canadá, expulsando a su embajador del territorio de Arabia Saudita y convocando a su representante diplomático establecido en la sede norteamericana. La controversia estaría fundada en las reciente declaraciones del gobierno de Ottawa, que manifestó “grave preocupación” los el arresto de numerosos activistas abocados a la defensa de los derechos humanos en el reino.

Las autoridades sauditas concedieron al embajador canadiense un plazo de 24 horas para dejar el país, tras la decisión drástica y repentina que marca el nivel más bajo en la historia de las relaciones –por otro lado, bastante limitadas- entre las dos naciones. El choque frontal con Ottawa confirma la creciente rigidez que caracteriza la política del príncipe heredero Mohammad bin Salman (MbS), quien se ha convertido en blanco de voces críticas y activistas.

En las últimas semanas, Riad ha emprendido una “represión sin precedentes”, que culminó en la detención de personalidades destacadas; entre ellas, figuran Nassima al-Sadah y Samar Badawi, hermana del célebre bloguero Raif, que fue arrestado en 2012 y condenado a 10 años de prisión y a mil latigazos.

En el mes de abril, el premier canadiense Justin Trudeau expresó “serias preocupaciones” por la suerte de Badawi -que sigue preso en las cárceles sauditas- durante un encuentro con el rey Salman. La mujer del activista, Ensaf Haidar, recibió el status de refugiada política y se encuentra exiliada en Canadá, donde vive junto a sus tres hijos de 14, 13 y 10 años.

La réplica a las acusaciones de Ottawa no se hizo esperar, y fue durísima. En un comunicado, el ministerio saudita declaró que “no aceptará ninguna forma de interferencia” en los asuntos internos. En una serie de mensajes difundidos en la web. Riad anunció el “congelamiento” de todas las inversiones que existan en el país y la expulsión del embajador de Canadá del territorio saudita.

Para el ministerio de Relaciones Exteriores saudita, la posición de Canadá constituye un “ataque” al reino y a sus valores, y no se excluye la toma de nuevas represalias a futuro. Hasta ahora, el gobierno de Ottawa no ha realizado comentarios oficiales con respecto a la decisión diplomática y comercial de Riad.

El reino ultraconservador saudita, una monarquía absoluta regida por una visión fundamentalista del islam sunita, ha introducido una serie de reformas en los últimos meses, en el marco del programa “Visión 2030”, a pedido de MbS, de 32 años de edad. Uno de los objetivos del plan es favorecer la ocupación femenina, de modo que del 22% actual, se llegue a más del 30% para el año 2030.

Las reformas no se limitan al sector laboral: en septiembre del año pasado, se anunció la abolición de la prohibición de conducir (que se hizo efectiva a partir de junio de este año) para las mujeres, y el estadio capitalino fue abierto a las representantes del sexo femenino, que pudieron asistir a las celebraciones por la independencia y a partidas de fútbol. Sin embargo, sigue habiendo duras limitaciones para las mujeres, y aún prosigue la práctica de silenciar a aquellas voces que clamen por mayores derechos y libertades dentro de la sociedad. Entre las personas arrestadas se cuentan numerosas mujeres.