Crimea, prohibida la Asamblea de los tártaros

de Nina Achmatova

La fiscalía prohíbe al Mejlis el uso de los medios de comunicación del Estado y también los municipales, la organización de manifestaciones de masa, el uso de cuantas bancarias y cualquier otra actividad. Pero, según algunos analistas la medida esconde un proyecto más amplio de parte de las autoridades rusas en la península ucraniana anexada hace dos años: la de crear para esta minoría musulmana, desde siempre contraria a la independencia de Kiev, un verdadero y propio gueto.

Moscú (AsiaNews)- El fiscal de Crimea, Natalia Poklonskaya anunció oficialmente la suspensión del Mejlis, el órgano representativo de los tártaros de Crimea porque sus objetivos son “actividades extremistas” y “desestabilización”.

Los tártaros- minoría musulmana ya deportada por Stalin y vuelta a la península en los años noventa- están desde hace tiempo bajo presión por parte de las nuevas autoridades locales: desde el año 2014 se expresaron en modo claro y decidido contra el referéndum a través del cual la península ucraniana anexada a Rusia, sin el reconocimiento de la comunidad internacional.

Al Mejli ahora le “está prohibido el uso de los medios estatales, la organización de manifestaciones de masa, el uso de cuentas bancarias y cualquier otra actividad”.

La decisión- que suscitó inmediatamente la condena de la UE y de los activistas por los derechos humanos- será válida hasta que la Corte suprema de Crimea no se expresará sobre el pedido por parte de la Poklonskaya de reconocer al Mejlis como organización extremista. Según el fiscal, la organización de los tártaros de Crimea debe ser colocada en la lista de las asociaciones públicas y religiosas cuya actividad debe ser prohibida en la Federación rusa.

Algunos activistas tártaros advierten que la medida de las autoridades de Crimea debe ser vista en un sentido más amplio. “Las actividades políticas del Mejlis fueron bloqueadas ya desde hace tiempo, muchos de sus líderes fueron expulsados de la región y quien permaneció se limita ahora a hacer iniciativas sociales y de apoyo moral de la comunidad”, escribe en un artículo online Ayder Muzhdabaev en Kiev justamente por las presiones bajo las cuales había terminado.

Según él, lo que es realmente preocupante se esconde detrás del bando es el plan de las autoridades rusas de crear un “gueto híbrido” para los tártaros de Crimea: “Por una parte transformándolos en una especie de intocables, reduciendo al mínimo el contacto de ellos con el resto de la población y por otro lado asustando a los mismos miembros de la comunidad de modo que renuncien a cualquier tipo de protesta”.

Según Muzhdabaev, “no hay dudas” que al final el Mejlis será reconocido como una organización extremista. “Las leyes contra el extremismo en Rusia- agregó- fueron adoptadas justamente para suprimir todo disenso”. Pero, lo que de más grave hay en este caso- hizo notar el periodista- es que por primera vez serán aplicadas a un órgano representativo elegido por un pueblo entero y por los tanto como consecuencia será reconocido como extremista a todo el pueblo tártaro”.

La UE ya pidió la “revocación inmediata” de la medida y definió como “extremadamente preocupante” la decisión del supuesto fiscal para Crimea”. Amnesty International dijo que la decisión “mira a hacer callar al disenso” y recordó que los tártaros de Crimea “han sufrido duramente la presión de Moscú sobre la región” con al menos seis misteriosas desapariciones y una persona encontrad muerta en el año 2014. “Declarar ilegal al Mejlis discriminaría a la entera comunidad tártara y esto sería inaceptable”, declaró el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland.