Corte suprema de Moscú: Los Testigos de Jehová están fuera de la ley
Son “una amenaza para los derechos de los ciudadanos, para el orden público y la seguridad pública”. Preocupación de los miembros del movimiento, que apelarán.
Moscú (AsiaNews/Agencias)- La Corte suprema rusa dio razón al Ministerio de Justicia, declarando a los Testigos de Jehová (TdJ) como un grupo “extremista”. Los TdJ estarán prohibidos y sus bienes confiscados por el Estado.
La sentencia después del aplazamiento del 11 de abril.
Para los funcionarios del Ministerio, el grupo religiosos destruye las familias, propagando odio y poniendo en peligro las vidas. El abogado del ministerio, Svetlana Borisova, declaró que los TdJ son “una amenaza para los derechos de los ciudadanos, para el orden público y la seguridad pública”. En particular denuncia la oposición de los TdJ a las transfusiones de sangre como contraria a las leyes sanitarias rusas.
Los TdJ tienen 30 días para apelar la sentencia, que será evaluada por una comisión compuesta por tres personas.
Apelaremos a esta decisión y esperamos que nuestros derechos y tutelas legales como grupo religioso pacífico sean reajustados lo más rápido posible”, comenta Yaroslav Sivulskiy, vocero de los TdJ en Rusia.
Sergei Cherepanov, representante de los TdJ, afirma que el grupo está preparado para recurrir a la Corte europea para los derechos del hombre (CEDU). La Corte de Estrasburgo ya se había expresado sobre el caso en junio de 2010, definiendo los intentos de Moscú de abolir al movimiento una violación de la libertad de religión.
En el país, los TdJ tienen al menos 172 mil miembros. En el presente, en Rusia hay 397 centros registrados; más de 2500 no están aprobados por el gobierno.
La Iglesia ortodoxa rusa es crítica contra este grupo religiosa, que lo define como una “secta destructiva”. Por su parte, los TdJ distribuyeron un volante con una frase de Leo Tostoj definía a la doctrina ortodoxa como “superstición y brujería”.
La opresión del movimiento, fundado en los EEUU en el S. XIX, inició bajo el régimen de Joseph Stalin, que los había declarado ilegal y a sus miembros los recluyó en Siberia. La prohibición fue anulada cuando se disolvió la Unión Soviética en 1991.
Sin embargo, las restricciones fueron intensificaciones en el curso de los años, hasta 2004 cuando los TdJ fueron acusados de reclutar niños, impedir a sus miembros aceptar curaciones médicas y rechazar el servicio militar. A estas acusaciones siguió la clausura del ramo de Moscú de los tdJ, a la cual ellos respondieron con una apelación a la CEDU.
17/12/2016 13:14