Conferencia de Manama: un fracaso anunciado, ‘la paz no se compra con dinero’

El yerno de Trump expuso el plan de 50 millardos de dólares para un futuro próspero en el Oriente Medio. Líder palestino: “Es un insulto a nuestra inteligencia”. Se suma la negativa rotunda del premier libanés. Aplausos de sauditas e israelíes. Omán renueva su apoyo a los palestinos y anuncia la apertura de la embajada, primicia absoluta para una nación del Golfo.

Manama (AsiaNews/Agencias) - Puertas abiertas al pueblo palestino y un duro ataque a sus líderes, que no estarían interesados en el bienestar y el futuro de su pueblo. De esta manera se cierra -con un duro ataque, que revela su sustancial fracaso- la Conferencia de dos días en Manama, durante la cual los EEUU han expuesto el “plan de paz” israelí-palestino que, según analistas y expertos, “no resolverá el problema”. Un proyecto que también se topa con la firme oposición del Primer Ministro libanés, Saad Hariri.

Al concluirse la conferencia, Jared Kushner -yerno de Donald Trump y “arquitecto” del proyecto- afirmó que las puertas permanecen abiertas en lo que respecta al plan de 50 millardos de dólares con el cual se pretende lograr un repunte de la economía estancada del pueblo palestino y de toda la región. El inversionista inmobiliario de 38 años aclaró que presentará el plan político “cuando sea el momento apropiado”.

“Si realmente quieren mejorar la vida de su pueblo”, agregó Kushner, dirigiéndose a los líderes palestinos, “hoy hemos delineado un buen marco en el cual pueden comprometerse y tratar de lograrlo”. “Seguimos siendo optimistas -agregó, en el comunicado de cierre-; siempre hemos dejado abierta nuestra puerta”.

Fue inmediata la réplica de la cúpula de la Autoridad palestina, que desde un inicio decidió boicotear el plan, que ha sido rebautizado “De la paz a la prosperidad”, acusando a sus artífices de ser filo-israelíes y de salvaguardar exclusivamente sus intereses, tratando de imponer una solución política [inaceptable] a cambio de dinero.

Hanan Ashrawi, líder palestino de primera línea en Cisjordania, define la propuesta estadounidense como un “insulto a nuestra inteligencia” y “totalmente indiferente a la realidad”. La llamada “paz económica” que ya fue presentada “en reiteradas oportunidades en el pasado” ha sido “reciclada una vez más”, y especialmente hoy está destinada al fracaso porque “no se ocupa de las verdaderas cuestiones” que pueden resolver el conflicto, empezando “por la ocupación israelí, que jamás es mencionada”.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el ministro de Finanzas saudita Mohammed al-Jadaan aplauden el proyecto, porque a través de financiamiento y dinero trata de traer “prosperidad” a la región. El homólogo de los Emiratos, Obaid bin Humaid al-Tayer pide “dar una posibilidad” a la iniciativa, mientras el Sultanato de Omán invita a las naciones árabes a apoyar a los palestinos y anuncia la apertura de una embajada en los Territorios, hecho que constituye una primicia absoluta para una nación del Golfo.

Entre las voces más críticas de un plan que, al menos de momento está destinado al fracaso desde su mismo inicio -a la espera del costado político, que Washington pretende presentar después de las elecciones en Israel- se cuenta la del premier libanés Hariri. “El gobierno, el Parlamento y todo el Líbano -ha subrayado el líder sunita- se oponen al llamado ‘acuerdo del siglo’” que prevé, para el País de los Cedros, la “naturalización” de los refugiados palestinos a cambio de dinero (90 millones de dólares, aproximadamente). “Nuestra Constitución -comenta el jefe de gobierno- prohíbe la naturalización de los refugiados”. Una posición que comparte el presidente (chiita) del Parlamento, Nabih Berri, quien afirma que “se equivocan los que piensan que pueden tentar al Líbano agitando millardos”.