El presidente de Sinopharm afirma que no ha habido un solo caso de infección después de inocular a funcionarios, estudiantes y trabajadores que viajaban al exterior. Los expertos han advertido que tomar atajos en las pruebas y la regulación internacionalmente aceptadas podría alimentar una mayor desconfianza del público en las vacunas.

 

Beijing (AsiaNews / Agencias) - Casi un millón de personas en China han recibido una vacuna contra el Covid-19 del China National Pharmaceutical Group  (Sinopharm), que todavía está en etapa experimental. Sin embargo, su presidente Liu Jingzhen, en una entrevista que publicó WeChat, no especifica a cuál de esas vacunas se refiere.

Las autoridades chinas dieron luz verde en julio para probarlas en determinados grupos de personas, como funcionarios del gobierno, estudiantes y trabajadores que viajaban al exterior, antes de que las vacunas demostraran su eficacia. Ahora, Sinopharm afirma que esas personas han viajado a más de 150 países de todo el mundo y que "no ha habido un solo caso de contagio después de inocular la vacuna". "Sólo unos pocos tuvieron algunos síntomas leves".

Dos vacunas Sinopharm se encuentran entre las cinco candidatas chinas en fase de ensayos clínicos internacionales. Al menos tres - todas ellas de Sinopharm y Sinovac - fueron aprobadas para uso de emergencia fuera de los ensayos clínicos, y algunos gobiernos locales supuestamente han permitido a sus pobladores recibir la vacuna Sinovac.

En septiembre, Emiratos Árabes Unidos fue el primer país fuera de China que aprobó el uso de emergencia de la vacuna de Sinopharm.

Los procedimientos han causado algunas polémicas en el exterior, en parte debido a la falta de comunicación de las autoridades chinas. En agosto, 48 trabajadores de la construcción chinos no pudieron ingresar a Papúa Nueva Guinea debido a la preocupación que generaba el hecho de que habían recibido una vacuna experimental sin nombre.

En términos más generales, ha despertado inquietud la decisión de países como China y Rusia de continuar con los programas de vacunación a gran escala antes de completar los ensayos, incluso los de fase 3. Los expertos han advertido que tomar atajos en las pruebas y regulaciones aceptadas a nivel internacional podría alimentar una mayor desconfianza del público en las vacunas contra el coronavirus y reducir potencialmente la difusión necesaria para una protección efectiva de las poblaciones.

China ha prometido vacunas a varios países, ofreciendo promesas potencialmente contradictorias de priorizar lugares como Filipinas y países africanos. Al hablar en la conferencia de APEC el jueves, el presidente chino, Xi Jinping, prometió una coordinación internacional más estrecha sobre políticas para el desarrollo y distribución de una vacuna.