Charlie Hebdo, los desafíos de la libertad de expresión
La polémica revista satírica volvió a publicar las caricaturas de Mahoma que fueron el origen de la masacre del 2015. La publicación generó reacciones de indignación en todo el mundo islámico, que calla cuando se mata en nombre de Alá.
París (AsiaNews) – Charlie Hebdo, la revista satírica más polémica de Francia, el día miércoles decidió lanzar una edición especial y volvió a publicar algunas caricaturas del Profeta del Islam, Mahoma (en árabe, Muhammad), con ocasión del inicio del proceso por el atentado terrorista en el que murieron ocho miembros de la redacción, el 7 de enero de 2015. Este número especial de la revista fue un gran éxito: se vendieron 200.000 ejemplares y próximamente se imprimirán otras 200.000 copias.
La redacción del semanario explicó en un artículo publicado en el mismo número: “Desde enero del 2015, en varias oportunidades se nos ha pedido producir más caricaturas de Mahoma. Siempre nos negamos a ello; no porque esté prohibido, pues la ley lo permite, sino porque debía haber una buena razón para hacerlo, una razón que tuviera sentido y que aportara algo al debate”.
En efecto, esta decisión de volver a publicar las caricaturas del Profeta del Islam es muy valiente. En vista del contexto, subraya la importancia de este evento y la de la libertad de expresión, que goza de un fuerte apoyo en Francia. En otras palabras, es un signo que demuestra la importancia de la libertad de expresión y de la libertad de conciencia y el lugar que ambas ocupan en la sociedad francesa, y en la occidental en general. Esto es algo que para el mundo musulmán y para los musulmanes occidentales - lamentablemente, influenciados por las interpretaciones anacrónicas del islam - resulta difícil de entender y de hacer propio.
La edición especial de Charlie Hebdo, titulada “Tout ça pour ça” no pasó inadvertida en el mundo musulmán. Es más, la universidad de Al Azhar, un punto de referencia para el mundo sunita - que se había negado a castigar con la excomunión a los terroristas de Daesh - denunció el hecho sin medias tintas como “una provocación inútil”, “un acto criminal” contra “casi dos millardos de musulmanes en el mundo”. Tanto el chiísmo iraní como Erdogan han condenado este acto. En Pakistán, el partido islamista "Tehreek-e-Laibak Pakistan" organizó una gran manifestación de protesta contra estas tiras cómicas, ¡soñando incluso con decapitar a los “blasfemos”! En este país, la blasfemia se castiga con la muerte. En otras palabras, debería saberse que este país continúa con la adoración irracional de un Alá aguerrido y sediento de sangre.
Estas condenas del mundo musulmán son prácticamente unánimes. Y esto demuestra que, cuando quieren, los líderes del islam saben cómo hacer valer su voz. Sin embargo, cuando los terroristas islámicos perpetran atentados y matan a personas inocentes, cualquiera sea su fe, cuando hacen volar por los aires las iglesias en Egipto, matando e hiriendo a cientos de fieles, ¡sus voces se apagan, no se escuchan!
En Francia, el Consejo francés de los musulmanes (CFCM), por boca de su presidente, invitó a pensar en las víctimas del terrorismo, “ignorando” la caricaturas que han sido nuevamente publicadas. “En cuanto a las caricaturas, hemos aprendido a ignorarlas, e invitamos a adoptar esta actitud, en todas las circunstancias”. Chems-eddine Hafiz, el rector de la mezquita de París, en un excelente artículo publicado este sábado en el sitio de Le Figaro (https://www.lefigaro.fr/vox/religion/le-recteur-de-la-grande-mosquee-de-paris-que-charlie-hebdo-continue-d-ecrire-de-dessiner-d-user-de-son-art-et-surtout-de-vivre-20200904), quiere: “que Charlie Hebdo continúe escribiendo, dibujando, valiéndose de su arte y sobre todo, que siga viviendo. Que la tragedia que ha azotado a esta publicación, a los agentes de policía y a nuestros compatriotas judíos, sirva de lección a la comunidad nacional, pero también a aquellos que afirman ser del Islam, a aquellos que se definen como ‘amigos de los musulmanes’ y que no condenan claramente estos crímenes terroristas: ¿en qué sentido el asesinato de los caricaturistas ha impulsado la causa de los musulmanes? Además, ¿cómo pueden la destrucción y la barbarie colaborar a la imagen del Islam?”
Cabe recordar que no hay ningún texto coránico que prohíba representar al Profeta. El Corán, el principal texto del Islam y sagrada recopilación de la revelación divina transmitida a Mahoma, condena solamente la idolatría: el hecho de asociar al Único Dios con otras divinidades representadas por ídolos. Dicho de otro modo, es “difícil sostener que el presunto rechazo de la representación de la imagen en el Islam depende de la ley divina!" Si miramos la historia del arte musulmán, el Profeta Mahoma fue representado frecuentemente en Persia, en la India, en Afganistán y Turquía, con distintas variantes; Mahoma recibe el Corán de Gabriel. En Jami 'al-Tawarikh (Historia del mundo) de Rashid al-Din, Tabriz, Persia, 1307; Retrato de Mahoma, en la Historia general de la religión de los turcos, de Michel Baudier. París (1625); Ilustración del Siglo XVI, de Siyer-i Nebi.
Los musulmanes que se sienten ofendidos, ofendidos y heridos por este tipo de caricatura, deben saber que las ideas se neutralizan con otras ideas; las caricaturas, con otras caricaturas, y que nada justifica la violencia y los actos terroristas que sufrió Charlie Hebdo. En otras palabras, ¡debemos inspirarnos en los italianos, que supieron responder con arte e inteligencia al famoso dibujo animado de Charlie Hebdo sobre el terremoto que azotó el alto valle de Tronto! En efecto, la libertad de expresión, de prensa, es una de las mayores conquistas de la democracia en Occidente; dicho de otra manera, es un bien que hay que tutelar, que los espíritus libres deben defender, para superar las concepciones arcaicas de la religión y volver a lo esencial: el espíritu de la fe.
*Joven estudioso musulmán, actualmente en París
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