Censura en Beijing, bajo el gobierno de Xi Jinping ‘se estrechó la cuerda’
Los artículos censurados de la Cambridge University Press (Cup) no son un caso aislado. Mao Zedong mató y arrestó a decenas de miles de intelectuales. La CUP quizás movida por lógicas de mercado. El poder absoluto de Xi Jinping.
Camberra (Asianews)- La censura en China tiene profundas raíces históricas y encuentra cumplimiento en la política actual de Xi Jinping. En el S. II A.C., el primer emperador reprimió a los intelectuales matándolos y quemando sus textos. Mao Zedong encarceló y asesinó a decenas de miles de estudiosos “contrarrevolucionarios”. Después de él, también Deng Xiaoping recurrió a la censura y a la cárcel de los intelectuales. Como se ve desde la muerte de Liu Xiaobo, Xi Jinping entiende restringir aún más la cuerda. Estas son unas de las tesis de que están en el artículo que presentamos de Geremie R. Barmé, histórico y sinólogo de fama mundial. El pasado 18 de agosto, la Cambridge University Press (Cup) había aceptado los pedidos de las autoridades de Beijing de impedir a los lectores chinos el acceso a controvertidos artículos sobre la República popular. Después de las polémicas suscitadas por la decisión, la prestigiosa institución inglesa retiró la medida el pasado 22 de agosto. El día antes el Global Times ,, periódico ligado al chino “Cotidiano del pueblo”, publicó una editorial en la cual invitaba a la CUP a someterse a las leyes chinas. Geremie Barmé es un histórico, un crítico cultural, un film maker, un traductor y un editor de páginas web que se ocupa de historia cultural e intelectual chino del primer período moderno (1600) en el presente. Él es director del Australian Center de China in the world y es profesor de historia china en la Australian National University de Canberra. AsiaNews propone en versión integral la reflexión del estudioso, que lleva por título: “¡Quemen los libros, entierren a los eruditos!” y publicada el 22 de agosto en el China Heritage. (Traducción italiana a cargo de AsiasNews)
La censura china ha hecho mucho camino.
Durante su dominio en el II siglo A.C, Ying Zheng嬴政, el primer emperador秦始皇 de una China unificada, reprimió en modo terrible la diversidad intelectual de su tiempo. “quemando libros y sepultando a los eruditos” 焚書坑儒. No sólo él se deshizo de los textos que lo fastidiaban, sino que llegó a cancelar a sus autores y potenciales lectores.
Esta infamia fue condenada por toda la historia china hasta que, en mayo de 1958, en la Segunda sesión plenaria del Comité central del 8° Congreso comunista, Mao Zedong, fundador de la república popular china, pidió a sus compañeros, que compartían su mismo pensamiento:
¿Qué hizo de tan impresionante el primer emperador? Sepultó vicos a 460 estudiosos, mientras que nosotros hemos sepultado 46 mil. Cuando hemos sorprendido a los contrarrevolucionarios, no hemos matado también a algunos intelectuales contrarrevolucionarios? Una vez debatí con algunas personas de los partidos democráticos: ¿Vosotros nos acusáis de obrar como el primer emperador?, pero se equivocan; ¡lo hemos superado 100 veces más! Vosotros denunciáis nuestro ser dictatoriales como el primer emperador; lo admitimos de buen gusto. Lo patético es que nos subestiman; debemos siempre explicarles los detalles. “Risa general)”.
秦始皇算什麼?他只坑了四百六十八個儒,我們坑了四萬六千個儒…… 我們與民主人士辯論過,「你罵我們是秦始皇,不對,我們超過了秦始皇一百倍;罵我們是秦始皇,是獨裁者,我們一概承認。可惜的是你們說的不夠,往往要我們加以補充。」(大笑)
Hoy 22 de agosto 2017, The Guardian refirió que la Cambridge University Press (Cup), editora de China Quarterly, una de las revistas académicas más p prestigiosas de China contemporánea, publicará los contenidos cancelados de la versión online de la revista disponible en China. En precedencia, la Cup se había sometido en modo furtivo a las presiones de Beijing para censurar el sitio de china. Quarterly a disposición de los lectores universitarios que lo consultaban. La casa editora los había liberado de artículos sobre argumentos incómodos como la independencia tibetana, sobre Xinjiang, el movimiento de protesta de 1989 y la masacre del 4 de junio. Ahora, a continuación de esta vacilación, la Cup reafirmó su compromiso en “sostener el principio de la libertad académica sobre la cual se funda el trabajo en la Universidad”.
En lo que se refiere al académico senior que trabaja en China antes y después como director fundador de un importante centro de investigación, he ya recibido mi buena dosis de encuentros con “academocráticos” (academocratcs) obsesionados por las clasificaciones internacionales, flujos de rédito y sus armados modelos de negocios.
He seguido el clamor que ha circundado la autocensura de la Cup sobre China Querterly (una revista para la cual, como tantos colegas internacionales, he trabajado como revisor inter pares y dónde he publicado mis trabajos); no pude evitar escuchar los moles-números académicos que trabajan en modo febril detrás de escena, con la noble Cup y los administradores ejecutivos de Cambridge. Mi hipótesis es que estaban ocupados con algunos cálculos apresurados. El registro de los plus y minus es probable pareciese algo similar.
-PLUS: el acceso al mercado académico de China+ el aflujo continuativo hacia Cambridge de estudiantes que pagan chinos+ la aprobación de partido y Estado el aumento de las ventas chinas con el apoyo de un censor apreciado…
-MINUS: la desagradable atención de los medios internacionales+ la avalancha de protestas y peticiones académicas+ la presión de instituciones pares de alto nivel + el disgusto público + la desaprobación a largo plazo de una comunidad académica que provee servicios gratuitos a través de revisión inter pares + la pérdida de autores existentes y potenciales + los daños permanentes a la reputación realizada atentamente por la Cup + las amenazas imprevisibles a la posición de Cambridge en los campeonatos de la clasificación universitaria mundial…
El informe del Guardian de hoy aclara: los nobles principios aparte, la línea de fondo es la única línea defendible. La marca de la Cup, si bien un poco mancillado, fue salvado. Es esto lo que llamamos un escenario ¿“derrota-victoria”? habiendo luchado para alcanzar el status quo ante, se puede imaginar que los científicos en Cambridge hemos también tenido el coraje de congratularnos consigo mismos. ¡Ay, pérfida Albione!
No mucho tiempo después de la muerte de Mao Zedong, un hombre conocido como el Primer emperador número 2, en Beijing fue fundada una nueva revista llamada Leggere 讀書. La publicación inaugural, aparecida en 1979, presentaba un artículo de Li Honglin李洪林. Il título era: “No hay zonas prohibidas para los lectores” 讀書 無 禁區. Después de 30 años de draconiana censura de Partido, esto inauguró una nueva era en la publicación y en la lectura. Sin embargo, el ensayo de Li fue publicado sólo días después que Deng Xiaoping había atacado la amenaza del “liberalismo burgués”-o sea libertad de expresión y democracia- y anunciado los Cuatro principios más importantes que afirmaban la absoluta autoridad del partido comunista sobre la vida china. Desde entonces los editores, bibliotecarios, comerciantes de libros y lectores del país han jugado al “gato y al ratón” con un caprichoso sistema de censura.
Durante períodos de relativo relajamiento, en China se podía encontrar todo tipo de trabajo y en general los lectores con la necesaria capacidad lingüística y acceso podían, sin demasiadas prohibiciones, leer el saber y las obras no chinas. Hubieron también muchas sorpresas para los lectores chinos en los años 80, un viejo amigo, el famoso traductor Dong Leshan董 樂山, estuvo en grado de hacer aprobar por los censores su traducción de ¡1984” de George Orwel y en el año 2015 “Prisión de terciopelo: los artistas bajo el socialismo estatal” del ex disidente húngaro Miklós Haraszti fue publicado por el Central Compilation Bureau, un prestigioso cuerpo que se ocupa de las traducciones y de la difusión de los clásicos marxistas-leninistas.
Sin embrago, durante el gobierno del ‘presidente de todo’, el chino Xi Jinping, un hombre que tiene algo más que Mao, la cuerda se estrechó una vez más. Nigún libro fue todavía quemado (pero quizás cuántos manuscritos fueron relegados por los censores a la muerte de los datos en los hard disk o en los cajones de los escritorios, en espera de un futuro relajamiento, sin embargo el estudioso Liy Xiaobo fue víctima recientemente de un homicidio de Estado por abandono’.
Ayer, antes que la Cup retirase su prohibición sobre China Quarterly, el Global Times 環球時報,, un cotidiano demagógico que da voz no oficial a la línea oficial, fue intervenido sobre el gran clamor y concluyó:
“No es un grave problema si algunos artículos en el archivo de China Quarterly, que atraen sól a un escaso público de lectores, no están más disponibles en internet en China. En el contexto más amplio, están involucradas las cuestiones de principio de ambas partes. El verdadero problema es: ¿los principios de quienes reflejan mejor la edad en la cual vivimos? En este caso no es verdad que ‘cada uno tiene derecho a una propia opinión’. Se trata de un juego de poder. Sólo el tiempo dirá quién tiene razón. 《中國季刊》的資料庫有幾篇讀者不多的文章,以及那幾篇文章後來在中國互聯網上找不到了,都非大事。然而不錯,往大了說,它們觸及了雙方各自在意的原則。那麼誰的原則更契合這個時代,這不是「公說公有理婆說婆有理」的事,而是力量的博弈。時間會最終裁定誰對誰錯的。”.
El Partido comunista en el poder tiene un plan a largo plazo, el problema es que este permite a sus lectores sólo apostar sobre una de las partes.
Post scriptum:
Mientras este delicioso desastre se avecina a la clausura, como si recitase un cameo en una breve historia de Borges todavía en vías de escritura, los censores de Beijing han censurado la noticia que la Cup había rechazado su censura. ¡Bravísimos!
22/08/2017 13:23
21/08/2017 16:38
19/08/2017 12:53