Candidato al Sakharov el académico uigur Ilham Tohti
El docente está encarcelado desde 2014, condenado a cadena perpetua por su presunto apoyo a la causa separatista de la etnia de Xinjiang. En realidad, siempre buscó reducir las tensiones con la mayoría han. Pedido a la ONU: “Condenan los lager de Beijing”.
Bruselas (AsiaNews/Agencias) – El Parlamento europeo puso como candidato al académico uigur Ilham Tohti al Premio Sajarov por la libertad de pensamiento. Tohti, de 49 años, fue escritor, economista y profesor en la universidad de Minzu (de las minorías) en Beijing. En 2014 fue condenado a cadena perpetua por su presunto apoyo a la causa separatista.
En realidad, Tohti siempre trató de reducir la tensión entre la población uigur y han en Xinjiang, pidiendo a Beijing reducir las discriminaciones económicas y políticas hacia la población local, presa de la incompetencia de los gobiernos locales y de los grupos de interés económico, como él explicó muchas veces. Algunos disidentes temen que Beijing quiera hacerlo morir en prisión, con el mismo destino del escritor Liu Xiaobo.
Dacian Ciolos, eurodiputado rumano y presidente del Renew Europe Group, explica: “La suya es una voz privada de miedo, que habla con valentía en favor de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en China. Ilham Tohti encarna en pleno el espíritu del Premio Sakharov”.
Jewher Ilham, hija del docente, vive en los Estados Unidos: “Estoy muy agradecida por esta candidatura. Significa que mi padre no ha sido olvidado. Y que en el mundo se esté interesando a la cuestión de los campos de detención forzada impuestos por Beijing a los uigures.
Testimonios de diversas fuentes afirman que más de 1 millón de uigures están encerrados en campos de concentración para ser “reeducados” desde el punto de vista político. Muchos testimonios hablan de torturas y de asesinatos extrajudiciales.
El gobierno chino a menudo se justificó diciendo que los campos son “lugares de inicio profesional”. Los uigures son una minoría musulmana de origen turkmena. La persecución contra ellos se intensificó a partir de abril de 2017. Los uigures fueron acusados de tener “fuertes opiniones religiosas” y “políticamente incorrectas”.
Ellos son frecuentemente encarcelados o encerrados en los campos; otros son internados en clínicas psiquiátricas, donde enloquecen. Las autoridades controlan sus teléfonos; los musulmanes no pueden celebrar el Ramadán; la enseñanza de la lengua uigur fue prohibida en las escuelas, Además desde 2016, los habitantes de Xinjiang para pedir un pasaporte deben dar el DNA. Todo en nombre de la “estabilidad nacional”.
Las Naciones Unidas todavía no intervinieron sobre el argumento. Un grupo compuesto por 5 grupos internacionales por los derechos humanos escribió el pasado 17 de septiembre al Secretario general de la ONU, Antonio Guterres para pedirle que “condene en modo público e inequivocable las políticas represivas de Beijing” e intervenir “para que sean cerrados inmediatamente estos campos de concentración”.
19/09/2016 10:20