Bkerké, los obispos maronitas reunidos para elegir al nuevo arzobispo de Beirut

de Fady Noun

Prolongados los trabajos del sínodo anual debido a la elección del sucesor de Mons. Boulos Matar, por 23 años como guía de la diócesis. En el centro de los trabajos también cuestiones de orden eclesiástico, social y nacional. La invitación al gobierno y a los líderes políticos para crear un clima “sano y responsable”. Relanzar la economía, sin olvidar a la sociedad y las escuelas.

Beirut (AsiaNews/OLJ) - Prolongando los tiempos del retiro iniciado la semana pasada, los obispos maronitas de todo el mundo, reunidos en el Líbano para su Sínodo anual, se reunieron ayer en Bkerké para iniciar aquellos que serán sus verdaderos trabajos. Y entre las decisiones que deberán tomar, entre ellas está también la elección del nuevo arzobispo para la ciudad de Beirut llamado a suceder al obispo Mons. Boulos Matar. Este último, que superó desde hace 3 años la edad de jubilarse (75 años), ocupa este cargo de 1966, por un total de 23 años.

Se debe decir que la diócesis de Beirut es simbólico bajo diversos aspectos. Con sus 123 parroquias es desde hace tiempo el arzobispado más rico de todo el Líbano en lo que concierne a bienes materiales, las principales instituciones económicas, las universidades y por la densidad de población. Sólo el Collège de la Sagesse hospeda hasta 10 mil estudiantes. Con sus ramificaciones a nivel regional, la diócesis de Beirut encarna también al Líbano pluri- comunitario. Bajo el perfil geográfico, esta se extiende hasta Naamé, Damour y Mechref, Bhamdoun, Beit-Méry y Baabda.

Dirigiéndose a los obispos en la apertura de los trabajos, el patriarca Beshara Raï les recordó que deben guardar el secreto en lo que se refiere a los actos de estas elecciones y los previno sobre una posible fuga de noticias para la prensa. “Lo que podrá ser público- declaró el jefe de la Iglesia maronita- será comunicado en vía oficial en el comunicado final, que se difundirá una vez concluido nuestros trabajos, el sábado 15 de junio a mediodía, en Beirut como en Roma”.

Para asegurar la reserva o secreto, los obispos están invitados a no llevar teléfonos celulares durante las sesiones de trabajo. Ellos además han repetido después del patriarca el juramento de votar en conciencia y de inscribir sus debates y sus prerrogativas “el el sagrado contexto de la sucesión apostólica”.

El sínodo, subraya el patriarca maronita, tendrá como asunto las cuestiones que se refieren a la vida cotidiana de los maronitas. Después de haber dirigido sus propias felicitaciones por lo que ya logró hacer el gobierno, el purpurado agregó que aspira “como todos los libaneses” a ver “reforzada la confianza en el Líbano, gracias a la creación de un clima político sano y responsable, lejos de todos los juegos políticos, de los rencores y obstáculos de finalidades clientelares anárquicos”.

Después afirmó desear aspirar al “relanzamiento de la economía, a la defensa del rol de los bancos” además que a “una atención particular a las asociaciones sociales y a las escuelas”. El purpurado al final amonestó a los líderes para que relancen el sector de la construcción que, como todos saben, sirve a menudo como remolque para los otros sectores”

Luego el patriarca rindió homenaje a la memoria de los que pertenecían a las fuerzas del orden que han sacrificado su propia vida- él último caso sucedió en Trípoli- en la lucha contra el terrorismo”. Y puso en guardia contra “esta hidra que se insinúa en nuestra sociedad” y al menos en apariencia, “se mueve con holgura en su interior”. Él expresó el deseo que estos “agentes del desorden y de la muerte” sean arrestados, “junto a sus patrocinadores”.

Después, el patriarca dirigió unas palabras de orientación para una atención de los maronitas que viven en los países árabes (Irak, Siria y Palestina) y a cuantos entre ellos son expatriados de Oriente Medio. A los primeros, él les aseguró que la Iglesia maronita se esfuerza en defender su causa en las instancias civiles y eclesiásticas, regionales e internacionales “y los alentó en permanecer ligados a su ambiente, fieles a su patrimonio y a su historia”.

A los expatriados, el patriarca del pidió “que jamás corten los lazos con la madre patria y en particular, de esforzarse en insertar sus datos civiles y los de sus descendientes en las misiones diplomáticas libaneses en sus países de adopción, para así preservar su nacionalidad y sus derechos civiles”. Y de comprometerse todos, cada uno según la medida que les es posible, “a contribuir en la prosperidad económica del Líbano”.

Como conclusión del Sínodo, los obispos participarán en la inauguración del “Centro patriarcal para el crecimiento humano y del conocimiento”, cuya sede se encuentra dentro de la iglesia de los santos Sergio y Bakhos en Rayfoun.