Beirut, enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Card. Raï; juzgar al (nuevo) gobierno por las acciones

Se reúne el Parlamento para la aprobación del presupuesto estatal. Las Fuerzas libaneses anuncian el boicot, pero los diputados alcanzan el quórum. Desde un inicial 0,6% de déficit se pasó al 7%. Patriarca maronita: el ejecutivo debe: reconquistar la confianza perdida” y “dar vuelta la página” archivando una “capítulo negro” de la historia libanese.

Beirut (AsiaNews) - Nuevos enfrentamientos esta mañana afuera del Parlamento entre manifestantes anti-gobierno y la fuerzas de seguridad, mientras que adentro los diputados están reunidos para la aprobación del balance estatal, uno de los motivos que han alimentado la protesta de estos meses. Los manifestantes han lanzado piedras y barras de metal contra los agentes en uniforme anti-disturbios, que bloqueaban el acceso al área en un contexto de creciente tensión.

Las Fuerzas libaneses anunciaron el boicot de la sesión parlamentaria dedicada al presupuesto. Los líderes del bloque explican que detrás de las decisiones está el faltante voto de confianza por el nuevo gobierno, anunciado la semana pero que debe aún recibir la vía libre de la Asamblea.

Sin embargo, de las últimas informaciones surge que los diputados han alcanzado el quórum necesario y el Parlamento pudo iniciar los dos días de trabajo, que debería luego concluir con el voto final relativo al presupuesto del Estado. Un paso fundamental, para una marcada por una gravísima crisis financiera, aumentada por una corrupción difundida en seno de la clase dirigente.

Sobre la crítica situación atravesada por el país volvió ayer, en la homilía de la misa dominical, el patriarca maronita el Card. Beshara Raï, según el cual el ejecutivo debe afrontar una “dura prueba” mientras que en las plazas continúa aquella que define la “revuelta pacífica” de los jóvenes. El nuevo gobierna, afirma el purpurado, “inicia una tarea difícil” debiendo responder a los pedidos de un pueblo “que perdió la confianza” en la propia dirigencia.

“No obstante esto, el Card. Raï- el gobierno debe ser guiado y considerado responsable de sus acciones (...). Esto no quiere significar que terminarán las protestas-revueltas” cuanto más bien “asumir una posición de control y pedido”. Las palabras del purpurado llegan en un contexto de renovadas violencias hacia un pueblo exasperado desde hace meses de grave crisis política y económica, que provocó centenares de despidos, cortes de sueldos y lleva al colapso del sistema bancario.

El gobierno debe “reconquistar la confianza perdida” hacia un población que quiera “dar vuelta la página” y archivar un capítulo “negro” de “nuestra vida nacional y escribir una nueva historia”.

Las protestas anti -gubernamentales, aumentadas por la dificultades económicas, han registrado una escalada hacia mitad de diciembre, cuando apareció en toda evidencia la incapacidad de llegar a la formación de un nuevo ejecutivo (vacante desde el 29 de octubre) a causa de ataque e intereses entrecruzados. En diversas ocasiones patriarcas y obispos han reclamado, en vano, a la clase dirigente al sentido de responsabilidad y a la urgencia de definir una guía para un país que arriesga siempre más hundirse.

El nacimiento de un nuevo ejecutivo no aplacó el sentimiento difundido de malestar entre la población, que continúa acusando a los propios líderes de “ignorar” los propios reclamos, entre los cuales la “lucha a la corrupción y un gobierno independiente”. Los parlamentarios deben votar el presupuesto cuyo primer borrador ya viene desde los meses pasados como obra del precedente gobierno guiado por el entonces Premier Saad al-Hariri. Desde entonces se introdujeron modificaciones, pero consideradas insuficientes por el pueblo. El presidente de la Cámara, Ibrahim Kanaan habló de un presupuesto con un déficit fijado al 7%, mucho más elevado respecto al 0,6% previsto en un primer momento.