Beijing esconde el cadáver de mons. Cosme Shi Enxiang: demasiado "peligroso"
Roma (AsiaNews)- Demasiado "peligroso", Demasiado "preocupante". Así diversos católicos del Hebei comentan la actitud de las autoridades de Beijing en lo que se refiere a la muerte de mons. Cosme Shi Enxiang, dada por cierta el 30 de enero pasado, pero retractada algunos días después, mientras los familiares esperan que les sea consignado el cuerpo o al menos las cenizas del prelado, desaparecido en manos de la policía en abril de 2001.
Mons. Shi, de 93 años, obispo clandestino de Yixian (Hebei) fue arrestado el 13 de abril de 2001, un Viernes santo, en la casa de su sobrina en Beijing y llevado a un lugar desconocido sin algún proceso o acusación. En estos últimos años, cada tanto los familiares han pedido a las autoridades el poder tener noticias de su pariente, pero jamás les han dado un respuesta. El pasado 30 de enero, un empelado de la municipalidad de Baoding, se dejó escapar que el obispo había muerto.
Interrogada por la agencia Uranews, la sobrina del obispo, Shi Chunyan, dijo. "Ahora estamos esperando que su cuerpo o sus cenizas sean trasladadas a Shizhuang, nuestra patria natal, antes de poder decidir qué hacer". Hasta hoy, el cadáver del obispo no fue consignado.
Mientras tanto, en toda China se difundió la noticia de la muerte de mons. Shi, por todos llorado como un "mártir" y como un "santo", que pasó más de la mitad de su vida en la cárcel a causa de su fidelidad a la fe católica y a su unión con el Papa. Los católicos de Yixian estaban discutiendo cómo organizar los funerales al cual habrían participado miles de personas de toda China.
El golpe de escena sucedió hace algunos días. Visto que no se entregaba el cadáver ( o al menos las cenizas) y tardaban, lo familiares del difunto fueron a preguntar o pedir noticias a la personalidad más alta de la municipalidad de Baoding, el cual les respondió que no sabía nada sobre la muerte del obispo y que "el jefe del pueblo (que fue quien dio la noticia de la muerte) habría estado borracho o se equivocó en escuchar o entender".
Obispos, muertes y tortura
La muerte "negada" de mons. Shi, junto a la requisición del cadáver, lleva a los católicos a una serie de hipótesis. La más acreditada es que el gobierno tenga miedo de la reacción de los fieles frente a la muerte de un obispo sucedida durante su detención, durada 14 años e inmotivada, no habiéndose realizado ningún proceso, ni hubo ninguna sentencia.
En los años pasados, otros obispos clandestinos- no reconocidos por el gobierno- han sufrido la misma suerte de mons. Shi.
En el 2005, mons. Juan Gao Kexian, obispo de Yantai (Shandong) murió después de 5 años de detención en manos de la policía. Los familiares no pudieron realizar ninguna autopsia, para conocer las causas de la muerte de su pariente, porque el obispo fue cremado y enterrado enseguida, sin la participación de los familiares o de sus fieles. También en este caso, las voces sobre la muerte del obispo se continuaron por meses hasta que se confirmó realmente la muerte.
En el año 2007, mons. Giovanni Han Dingxian, obispo de Yongnian (Hebei), murió después de 2 años de aislamiento en manos de la policía. También en este caso los familiares no han podido realizar la autopsia, porque pocos horas después de la muerte anunciada, el obispo fue cremado y sus cenizas enterradas en un cementerio público, sin ninguna ceremonia religiosa.
Los fieles temen que mons. Shi, ya muy anciano, haya muerto por torturas o privaciones, como se sospecha de casi todos los obispos clandestinos muertos en manos de la policía.
Un caso muy recordado es aquel de mons. Liu Difen, obispo clandestino de Anguo (Hebei), muerto en 1992, después de un período pasado en la cárcel. La policía había advertido a los parientes que podían ir a visitarlo al hospital porque el obispo estaba "muy enfermo". Después de la visita, el obispo murió. El cuerpo fue entregado a los parientes y éstos, preparando el cadáver para el funeral se dieron cuenta que el cuerpo del obispo presentaba "2 agujeros en la espalda, en los cuales se podía meter un dedo. Un signo de que había sido torturado".
Pero el caso más cercano a el de mons. Cosme Shi es el de mons. Giuseppe Fan Xueyan, obispo de Baoding (Hebei). Arrestado pocos meses en 1992, su cadáver fue entregado a sus familiares, dejándolo en la puerta de su casa envuelto en una bolsa de plástico. El cadáver del prelado de 80 años, presentaba signos de tortura en el cuello (quizás un alambre que lo ahorcaba) y muchos hematomas en el pecho, en la frente y en las piernas.
Mons. Fan, había pasado casi 30 años en prisión por su obstinado rechazo de adherir a la Asociación patriótica rompiendo así el ligamen con el pontífice de Roma. En su funeral participaron miles de fieles. No obstante el despliegue de muchos soldados para mantener el orden y el control, los fieles han manifestado públicamente para que se hiciese una investigación sobre la muerte de mons. Fan y se persiguiesen a los culpables de la tortura y muerte del prelado.
Los miedos de China
Para los fieles de Baoding, la reticencia de las autoridades en confirmar la muerte de mons Shi, esconde el miedo que pueda suceder algo similar a los que sucedió en los funerales de mons, Fan.
Como confirmación de la preocupación de las autoridades de posibles amenazas al orden y a la seguridad, hay otro hecho. Justo un día antes de la difusión de la muerte del obispo, llegó a Baoding, Yu Zhaengsheng, "número cuatro del politburó, presidente de la Conferencia política consultora del pueblo chino (Cpcpc). Según informaciones de la Xinhua, él habría cumplido una inspección sobre "la situación de las religiones". En realidad él se encontró sólo con miembros de la Administración estatal para los <Asuntos religiosos, junto a personalidades y obispos católicos de Hebei. Un católico local hace notar que "es la primera vez que un personaje de tan alto cargo ene l poder visite un lugar tan pequeño como Baoding". Con toda probabilidad- continúa él- "los vértices están preocupados por la estabilidad política y la seguridad", que podría ser si se sabe sobre la muerte del obispo. Y sobre todo se teme a una mala publicidad que viene a China por la muerte de un representante de la Iglesia católica en manos de la policía, justo cuando en el Imperio del Medio se está mostrando tan "moral" en la lucha contra la corrupción y en los malos negocios de los miembros del Partido. Por otro lado, hacen notar algunos fieles de Yixian, consignar un cuerpo o las cenizas del prelado difunto, significa que por primera vez en 14 años China admitiría que secuestró a Mons. Shi, cuando siempre negó conocer su destino.
¿Quién es mons, Cosme Shi Enxiang?
Mons. Shi nació el 17 de abril de 1922 en Shizhuang (Hebei). El 14 de agosto de 1947 es ordenado sacerdote en la prefectura apostólica de Yixian. Dos años después Moa Zedong, toma el poder e inicia a realizar una política de control de la Iglesia, exaltando la urgencia para todos los católicos de mantener y manifestar su patriotismo, convirtiéndose en independiente del resto de la Iglesia y rompiendo la unión con Roma. El p. Shi, en su obstinación fiel al Papa, es arrestado por primera vez en 1954. En 1957 es condenado a trabajos forzados, primero en la gélida región de Heilonjiang, luego en las minas de carbón en Shanxi. Liberado en 1980, se dedica todavía a la Evangelización y al apoyo a los fieles de Hebei.
El 24 de junio de 1982, mons. Zhou Famgj lo consagra obispo en secreto y comienza su ministerio episcopal clandestino. En 1987 es nuevamente arrestado y obligado a detención domiciliaria por 2 años.
En 1989, en la sociedad y en la Iglesia china se esperaba una nueva apertura. En cambio sucede la masacre de Tienanmen, en junio, se enfrían todas las previsiones. Los obispos clandestinos, que el 21 de noviembre de aquel año habían formado una Conferencia episcopal, son todos arrestados junto a muchos sacerdotes. Entre ellos también, mons. Cosme Shi.
En pocas semanas desaparecen en las cárceles del régimen 5 obispos y 14 sacerdotes, liberaos sólo en 1993, gracias a una campaña internacional de presión. El 13 de abril de 2001, el obispo es arrestado nuevamente y de él se pierden las huellas. Hasta estos días en los cuales la noticia de su muerte es conocida, luego desmentida. Dónde él haya muerto, cómo y cuándo, son un misterio que sólo el Partido comunista chino conoce.
Un fiel de Yixian, dice a Asianews: "Nosotros queremos solamente su cuerpo o sus cenizas para darle una digna sepultura a este mártir de la fe", que ha pasado 54 años (más de la mitad de su vida) en la cárcel. Pero en China los muertos dan más miedo como los vivos, sino aún más.
14/02/2015
07/01/2021 12:04