Bagdad, patriarca caldeo: estamos con el gobierno en la lucha contra la corrupción y la violencia sectaria

El primer ministro Moustafa al-Kazimi ha lanzado una campaña para reformar Irak. En la mira, grupos y milicias que fomentan la corrupción y las divisiones. Los milicianos se oponen al gobierno con ataques y operaciones selectivas. Cardenal Sako: Es necesario acabar con la "confusión, la anarquía y la corrupción", que solo sirve a los que buscan una nación "inestable".

Bagdad (AsiaNews) - El primer ministro iraquí Moustafa al-Kazimi y su gobierno se proponen crear "un Estado y un ejército fuertes" para contrarrestar la violencia y la corrupción, y obligar a las milicias que operan en el territorio "a entregar las armas ". El patriarca caldeo, el cardenal Louis Raphael Sako, explicó a AsiaNews que el ejecutivo y los dirigentes del país parecen estar unidos en la lucha "contra la criminalidad, los secuestros y las tensiones étnicas y sectarias". El objetivo es poner límites a "quienes operan al margen de las leyes del estado".

En las últimas semanas, las esperanzas del gobierno de reformar la nación y dar nuevo impulso a la economía chocaron con la resistencia de grupos y milicias que siguen sembrando violencia y confusión. Una fuente institucional habló de "elementos violentos que reaccionan cuando ven amenazados sus intereses económicos y militares", lanzando misiles o utilizando propaganda.

El 3 de septiembre se produjo un ataque contra la sede de la empresa de seguridad G4S en Bagdad. El ataque no fue reivindicado por ningún grupo, pero elementos cercanos a Teherán habían acusado anteriormente a la empresa anglo-estadounidense de "complicidad" en el asesinato a principios de enero del general iraní Kassem Soleimani, comandante de las fuerzas al-Qods. .

Días antes, una explosión golpeó un convoy del Programa Mundial de Alimentos (PMA) cerca de Mosul, hiriendo a un funcionario de las Naciones Unidas. Detrás de esta operación estaría una facción llamada "Resistencia Islámica", expresión que designa a grupos pro iraníes que acusan a la ONU de llevar espías estadounidenses a bordo de sus vehículos.

El gobierno, explica Ahmad Mulla, portavoz del primer ministro, "no quiere un enfrentamiento directo con estos grupos", sino que se propone más bien "obstruir sus fuentes de financiación" interceptando "los pasos fronterizos" y con una lucha sin cuartel contra la corrupción. En este contexto, para muchos expertos en seguridad la situación en el país sigue siendo "peligrosa", y el gobierno debería más bien entablar un "diálogo" con los líderes espirituales de estos grupos "para evitar nuevos enfrentamientos".

En diálogo con AsiaNews, el Card Sako habló de la "buena voluntad" que ha demostrado el ejecutivo en la lucha contra la violencia y la corrupción. "Tienen ideas claras, tienen un plan - subraya - y es importante que los representantes de todas los partidos apoyen al primer ministro en esta política". El objetivo es acabar de una vez por todas con "este fenómeno de confusión y anarquía" que solo beneficia a los que "quieren la inestabilidad de la nación". Son facciones y milicias, prosigue el cardenal, que en el pasado "tuvieron el control de puertos y aeropuertos, como ocurría en Basora, o de las aduanas".

La Iglesia caldea, prosigue, "apoya y alienta este trabajo y quiere dar testimonio de su cercanía", sobre todo porque a las palabras y los anuncios de las autoridades comienzan a seguir los hechos. Además de haber quitado el control de puertos y aeropuertos a las milicias, el gobierno ha impulsado una campaña de "moralización" en el sector público, que apunta a las personas que acumulaban de manera indebida hasta tres o cuatro sueldos. "Una lucha sin cuartel contra la corrupción y la anarquía - concluye el cardenal - que esperamos se pueda seguir llevando adelante".